Síguenos
Daniel Aquillué, doctor en Historia y tuitero: “Para que se entienda la historia es vital que nos acerquemos a la sociedad Daniel Aquillué, doctor en Historia y tuitero: “Para que se entienda la historia es vital que nos acerquemos a la sociedad
Daniel Aquillué, o Baldo Espartero en Twitter, en Castellote. C.M.

Daniel Aquillué, doctor en Historia y tuitero: “Para que se entienda la historia es vital que nos acerquemos a la sociedad"

banner click 236 banner 236

Daniel Aquillué licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza. Recientemente ha obtenido el título de coctor con su tesis El liberalismo en la encrucijada: entre la revolución y la respetabilidad. 1833-1843. Estuvo en Castellote hablando de las Guerras Carlistas y la difusión de la historia en las redes sociales. 

- ¿Cómo surgió la idea de convertirse en el general Espartero en Twitter?

- Terminé la tesis en marzo del 2017 y decidí que una buena forma de divulgar temas del siglo XIX, de Guerra Carlista y de la inmediata posguerra, de 1833 a 1843, era hacerme un perfil de Twitter con un personaje histórico. Pensé en varias posibilidades y me decidí por el general Espartero -Baldo Espartero-, porque además era muy querido en parte de Aragón, sobre todo en Zaragoza, aunque no tanto en el Maestrazgo que él bombardeó… Me pareció una forma interesante de divulgar en las redes sociales no solo la etapa carlista, sino todo el siglo XIX, a menudo poco conocido.

- ¿Había trabajado ya en la difusión de la historia de otras formas?

- Sí, de diversas maneras, porque la historia si no se da a conocer a la sociedad, de poco nos sirve. En redes sociales administro desde 2012 la página de Facebook Historiadores del XIX, especie en peligro de extinción con casi 1.500 seguidores, en la que cuelgo cualquier cuestión referida al siglo XIX. Tengo un blog y además hago recreación  histórica, que me parece una forma atractiva y visual de llevar al gran público, algunas veces de manera muy espectacular, la historia. Y junto a ello hago rutas históricas, charlas y escribo, no tanto en revistas académicas, sino de divulgación.

- ¿No se trabaja suficiente para divulgar la historia? 

- No, porque a veces los historiadores corremos el riesgo de encerrarnos en nuestros círculos académicos y dar la espalda en cierta medida a la sociedad de la que formamos parte. Para que se entienda la historia, para entender el presente, es vital estar más cercanos a la sociedad.

- ¿Qué otros personajes históricos se pueden encontrar en twitter? 

- Hay muchos personajes históricos y literarios. Está el Tigre del Maestrazgo, Ramón Cabrera, pero está bastante inactivo, debe de estar enfermo como en el 1840… (risas).  Ahora, por ejemplo, ha retomado la actividad Leopoldo ODonnell, al que Espartero desde su cuenta siempre le llama “el tres veces traidor”, en el 41, 43 y en el 56. Es el impulsor de la Unión Liberal y de la Guerra de África de 1860, también estuvo en las Guerras Carlistas en el Maestrazgo. También están Isabel II, Unamuno, José Bonaparte, Prim... 

- ¿Se es riguroso en las redes o hay más cachondeo?

- Hay de todo. En cuanto a difusión a través de las redes sociales y luego saltando al papel, han marcado un hito los Graduados en Historia de Murcia, que hacen Ad absurdum y luego han publicado Historia absurda de España. Han sabido combinar en un equilibrio muy  bueno historia, divulgación y humor. La historia con humor y con alguna anécdota a veces también se entiende mejor, pero sin perder el rigor. Hay que buscar el equilibrio y hay gente que se lo toma en serio y lo hace bien. Hay gente que está de cachondeo y sirve para pasárselo bien, pero para divulgar, no.

- ¿Qué fue antes, el recreacionismo o la difusión en redes? ¿Le llevó una cosa a la otra?

- No hay una relación causal ni cronológica entre ellas sino que van un poco a la par, pero a los dos lugares condujo mi afición por la historia y mi visión de lo que debe ser la historia, que debe ser algo que aporte a la sociedad, que se entienda pasado y presente, y que se entienda la función del historiador y de la historia. Hay gente que dice que la historia y los historiadores no sirven para nada y eso pasa precisamente porque no nos damos a conocer y porque no damos a conocer la historia. Y por eso un día me visto de soldado napoleónico y lucho en Waterloo, otro día de defensor de Zaragoza con los Voluntarios de Aragón y luchó contra Napoleón, hago una ruta el 5 de marzo o doy una charla o escribo un tweet hablando de que voy a tomar Castellote como si fuera Espartero.

- ¿Cree que la historia del siglo XIX es poco conocida?

- A pesar de los notables esfuerzos de algunos historiadores e historiadoras -Pedro Rújula en Zaragoza, mi propia directora de tesis, Carmen Frías, en Valencia , María Cruz Romeo, distintos hispanistas franceses…-, el XIX en general y el XIX español en concreto están desatendidos. Hay una gran cantidad de tópicos, mitos y contramitos que perviven en la sociedad porque no se le ha explicado bien el XIX, porque ese pasado traumático de la Guerra Civil y el Franquismo han llamado más la atención de la sociedad, de los medios y de los propios historiadores, cuando en realidad en el XIX pasa de todo. Para empezar, todo el sistema político del XIX se lo inventan en base a copiar lo que pensaban que fue la antigua Roma. Muchas de las cuestiones que se estudian en el siglo XX, esas violencias traumáticas del periodo de entreguerras, se ensayaron en el XIX, ya fueran los imperios coloniales de los países europeos, la represión en movimientos como la Comuna de París o el Cantón de Cartagena, o las violencias de la Primera Guerra Carlista, en retaguardia, que fueron absolutamente terribles. Por no hablar del sistema de Monarquía Constitucional que tenemos hoy y que se instaura en el siglo XIX.