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Carmen París, cantante y estudiosa del folclore: Carmen París, cantante y estudiosa del folclore:
Carmen París

Carmen París, cantante y estudiosa del folclore: "No he inventado nada...la fusión del folclore hispano existe desde hace 500 años"

La artista aragonesa actúa en Alcalá de la Selva y Santa Eulalia dentro de la XXX edición de FestiFalk
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Carmen París regresa a Festifalk en su trigésimo aniversario, con dos conciertos que estaban previsto en Alcalá de la Selva, este viernes, y el sábado en Santa Eulalia, a las 22.30 horas en ambos casos. La gran renovadora del folclore aragonés y Premio Nacional de las Músicas Actuales 2014 traerá En síntesis, un espectáculo que permite disfrutar y conocer el folclore de todos los rincones del mundo y comprender hasta qué punto está entrelazado.

-¿Se siente una ‘rara avis’ en una cita como FestiFalk, dedicado habitualmente al folclore clásico?
-No, una rara avis no... quizá no hago la música más habitual dentro del panorama del folclore, pero hay más artistas que experimentan y que hacen fusión, no solo yo.

-Y seguramente los que empiezan a hacerlo ahora no se enfrentaron a las críticas o la incomprensión de hace 35 años...
-Bueno... quizá haya abierto el camino a otros autores, y eso es para sentirse orgullosa. A mí me lo abrió Martirio y yo se lo habré abierto a otras.

-Usted nació en Tarragona pero destila Aragón por todos los sitios...
-Yo nací allí por circunstancias. Mi padre nació en Samper de Calanda y mi madre en la serranía de Cuenca, en Tragacete, muy cerca de Albarracín, pero en la provincia de Cuenca. Y cada uno por su lado emigraron a Tarragona para buscar trabajo; mi madre como enfermera, y mi padre, tras tener el Bar Paris primero en Samper y luego en Escatrón, se marchó a Tarragona. llevó la primera furgoneta de reparto de Kas de Tarragona. El caso es que allí se conocieron y allí nací yo. Cuando tenía seis años nos mudamos a Tudela un año y después a Utebo, donde me he criado.

-A FestiFalk traerá su espectáculo ‘En síntesis’... ¿En qué consiste?
-Es un espectáculo que he ido actualizando desde que lo creé en 2016, cuando cumplí 30 años sobre los escenarios, que representa un recorrido por las canciones que he hecho y que de un modo u otro tienen que ver con la jota. Voy acompañada por el pianista Diego Ebbeler y las percusiones de Jorge Tejerina.

-¿Qué fusiones podremos escuchar en ese cóctel?
-Pues muchísimos ritmos afrocubanos, música uruguaya o argentina, o de cualquier país hispanoamericano, que ya de por sí tienen una gran influencia del folclore ibérico. O con armonías del jazz, o muchos de los propios folclores de la propia península ibérica, que no es solo flamenco, sino también seguidillas, jota, fandangos ibéricos... existe una enorme riqueza que da pie a muchísima música, parte de cuya tradición todavía no se conoce.

-¿Usted cree? Hace tiempo que  el folclore se entiende como algo en evolución, que puede malearse para actualizarse... ¿todavía no es suficientemente conocido?
-Todavía no, sobre todo por la gente más joven. Aunque tengo que reconocer que incluso entre los músicos jóvenes hace tiempo que hay cierto movimiento a este respecto. Como Rodrigo Cuevas, que hace lo que yo llamo el Cabaret Folclórico, o algunas formaciones que hacen pop indie y empiezan a meter influencias muy interesantes del folclore.

-¿Con qué no se puede fundir la jota? ¿Existen líneas rojas que no se puedan cruzas?
-Realmente no... quizá con músicas con las que ya esté muy hermanada... pero mira, dices ¿jota con ranchera? ¿qué raro, no? Pues en realidad la ranchera está influida por la jota, de cuando se exportó allí. Y el chotis, y una cueca de Chile, y una chacarrera, y una jarana de Yucatán... La belleza de la música española e hispanoamericana consiste en que hace 500 años nos la llevamos para allí y les influyó mucho, y luego nos la volvimos a traer y nos influyó a nosotros, y luego otra vez para allá... así llevamos quinientos años, lo que pasa es que a la gente se le ha olvidado. Por eso cuando hago una canción fusionando chotis, jota y ranchera, y a la gente le parece algo increíble, yo les digo que no he inventado las sopas de ajo. Que eso se lleva haciendo sin querer cinco siglos.

-¿En qué lugar insospechado ha llegado a encontrarse jotas?
-Pues en Filipinas, por ejemplo. Allí son más bailadas que cantadas, pero tienen jotas, fandangos y malaguenas, sin ñ porque la han perdido, pero es imposible borrar más de tres siglos de legado del mundo hispánico. Precisamente me gustaría que mi próximo proyecto musical, cuando tenga posibilidad de autoproducírmelo, sea la vuelta al mundo en jotas, porque hay jota en México, Colombia, Venezuela, Chile, Argentina, Portugal, Filipinas... y ahora que existe la candidatura de la jota ante la UNESCO vendría al pelo ese trabajo, que me gustaría que fuera un librodisco para explicar la evolución de la jota en cada país, para demostrar que si algo merece ser patrimonio inmaterial de la humanidad es la jota, porque existen en todo el mundo.

-En el País Vasco no... de hecho es la única Comunidad Autónoma que no participa en esa candidatura porque...
-...en el País Vasco también, que yo he escuchado jotas muy antiguas allí. La jota zaharra, en concreto. Pero bueno, también dicen que Navarra es Euskadi, ¿no? La política siempre cargándose la cultura.

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