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Carmen Martínez Samper, Premio Aragón Investiga a la Investigación con Perspectiva de Género: “Este premio es un homenaje al trabajo invisibilizado de muchas mujeres del medio rural” Carmen Martínez Samper, Premio Aragón Investiga a la Investigación con Perspectiva de Género: “Este premio es un homenaje al trabajo invisibilizado de muchas mujeres del medio rural”
Carmen Martínez Samper, durante el discurso que ofreció tras recibir el premio

Carmen Martínez Samper, Premio Aragón Investiga a la Investigación con Perspectiva de Género: “Este premio es un homenaje al trabajo invisibilizado de muchas mujeres del medio rural”

“Es crucial que este trabajo llegue a los jóvenes para que conozcan el esfuerzo de generaciones pasadas”
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Cruz Aguilar

Carmen Martínez Samper, doctora en Bellas Artes e investigadora del Instituto Universitario de Investigación en Patrimonio y Humanidades (IPH) de la Universidad de Zaragoza acaba de recibir el Premio Aragón Investiga a la Investigación con Perspectiva de Género María Andresa Casamayor por su proyecto Internas y sirvientas de la Sierra de Albarracín (1940-1975). El novedoso estudio está centrado en las mujeres jóvenes, casi niñas, del medio rural de la Sierra de Albarracín, que protagonizaron un éxodo hacia las ciudades y cuyo trabajo ha quedado invisibilizado a lo largo de la historia. El proyecto recoge una treintena de entrevistas que se han logrado publicar en dos libros.

-¿Qué supone para usted recibir este reconocimiento por una investigación tan cercana, centrada en mujeres de su propio entorno?

-Es un reconocimiento muy importante, no solo a nivel provincial, sino autonómico. La verdad, no me lo esperaba. Cuando premian un proyecto de este tipo se valora no solo mi trabajo, sino también el del equipo que ha colaborado y de las personas que han participado. Además, visibiliza a las mujeres del medio rural, en este caso a las más humildes, cuyo esfuerzo muchas veces pasa desapercibido, es un homenaje a ellas, que con su trabajo han contribuido al bienestar que ahora disfrutamos. Ellas mismas, a menudo, no le dan importancia, pero este premio pone en valor todo lo que hicieron, a pesar de las limitaciones de su tiempo.

- Hablamos de un colectivo invisibilizado, de esas mujeres que, siendo niñas y adolescentes, se fueron a servir a casas de personas pudientes en las ciudades, dejando su zona de confort para contribuir a la economía de sus familias. ¿Cómo surge la idea de documentar su historia y darles voz?

-Aunque en algunos lugares se han realizado estudios similares, lo cierto es que hay muy pocos trabajos que se centren específicamente en este tema. En Aragón, y más concretamente en Teruel, no había nada documentado sobre estas mujeres. Siempre se ha hablado de sus labores, pero no se las ha tratado como protagonistas. Este proyecto, en ese sentido, es pionero y muy necesario.

- ¿Qué sintió al recoger el premio, compartiendo escenario con investigaciones tan diversas como las de energías renovables o carbono?

-Fue muy significativo. Estaban premiando proyectos científicos con mucho apoyo detrás, catedráticos, equipos consolidados y de repente estábamos nosotros también allí. Fue importante que las humanidades, y en concreto un proyecto centrado en mujeres del medio rural, tuviera esa visibilidad.

-¿Cuando empezó a trabajar en este proyecto de investigación esperaba que tuviera tanto impacto?

-Aunque quede mal decirlo, siempre creí mucho en el proyecto porque confío en lo social y en la importancia de rescatar la memoria del medio rural. Sin embargo, nunca imaginé la acogida que tendría. Por ejemplo, los libros que se editaron se han agotado. Y ahora, con el premio, me enorgullece que algo tan cercano, tan relacionado con mi zona, haya recibido este reconocimiento a nivel autonómico.

-¿Cómo han recibido este reconocimiento las mujeres protagonistas de esta historia?

-Aún no he hablado con todas, pero tengo intención de hacerlo personalmente. Algunas ya lo saben, y estamos trabajando en un segundo proyecto para continuar con esta labor. Queremos profundizar en los estereotipos y dar más espacio a los testimonios directos. La idea es ampliar el trabajo, más que limitarse a reeditar el libro, creo que es más relevante darle continuidad.

-¿Entonces, el próximo libro incluirá entrevistas en profundidad con algunas de estas mujeres que fueron sirvientas?

-Exactamente. Queremos recoger los testimonios tal cual, con sus palabras. Además, vamos a abordar los estereotipos que han perpetuado el patriarcado, un tema que lamentablemente sigue siendo muy relevante como se ve en la sociedad actual.

-¿Cree que este es un buen momento para hablar de estas cuestiones?

-Siempre digo que creo mucho en los jóvenes. Es crucial que este trabajo llegue a ellos, que conozcan sus raíces y comprendan el esfuerzo de generaciones anteriores. El desconocimiento de esta realidad nos lleva a caminos equivocados, y por eso es importante poner el foco en estas historias.

- ¿Ya tiene localizadas a las protagonistas del nuevo proyecto o necesita más testimonios?

-Sí, contamos con algunas pero estamos abiertos a recoger más testimonios. Queremos seguir trabajando en temas como la educación, la alimentación, la soltería y cómo se han tratado históricamente a las mujeres. Creo que hay mucho por descubrir y documentar en torno a todos esos temas. Creo que este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración con personas que se han acercado, incluso espontáneamente, para compartir sus historias. Es emocionante ver cómo este tema genera interés y crea nuevas oportunidades para rescatar la memoria colectiva. Por eso, me gustaría abrirlo a aquellas personas que quieran participar en él, pueden ponerse en contacto conmigo a través del mail casamper@unizar.es

Carmen Martínez Samper, doctora en Bellas Artes e investigadora del Instituto Universitario de Investigación en Patrimonio y Humanidades (IPH) de la Universidad de Zaragoza acaba de recibir el Premio Aragón Investiga a la Investigación con Perspectiva de Género María Andresa Casamayor por su proyecto Internas y sirvientas de la Sierra de Albarracín (1940-1975). El novedoso estudio está centrado en las mujeres jóvenes, casi niñas, del medio rural de la Sierra de Albarracín, que protagonizaron un éxodo hacia las ciudades y cuyo trabajo ha quedado invisibilizado a lo largo de la historia. El proyecto recoge una treintena de entrevistas que se han logrado publicar en dos libros.

-¿Qué supone para usted recibir este reconocimiento por una investigación tan cercana, centrada en mujeres de su propio entorno?

-Es un reconocimiento muy importante, no solo a nivel provincial, sino autonómico. La verdad, no me lo esperaba. Cuando premian un proyecto de este tipo se valora no solo mi trabajo, sino también el del equipo que ha colaborado y de las personas que han participado. Además, visibiliza a las mujeres del medio rural, en este caso a las más humildes, cuyo esfuerzo muchas veces pasa desapercibido, es un homenaje a ellas, que con su trabajo han contribuido al bienestar que ahora disfrutamos. Ellas mismas, a menudo, no le dan importancia, pero este premio pone en valor todo lo que hicieron, a pesar de las limitaciones de su tiempo.

- Hablamos de un colectivo invisibilizado, de esas mujeres que, siendo niñas y adolescentes, se fueron a servir a casas de personas pudientes en las ciudades, dejando su zona de confort para contribuir a la economía de sus familias. ¿Cómo surge la idea de documentar su historia y darles voz?

-Aunque en algunos lugares se han realizado estudios similares, lo cierto es que hay muy pocos trabajos que se centren específicamente en este tema. En Aragón, y más concretamente en Teruel, no había nada documentado sobre estas mujeres. Siempre se ha hablado de sus labores, pero no se las ha tratado como protagonistas. Este proyecto, en ese sentido, es pionero y muy necesario.

- ¿Qué sintió al recoger el premio, compartiendo escenario con investigaciones tan diversas como las de energías renovables o carbono?

-Fue muy significativo. Estaban premiando proyectos científicos con mucho apoyo detrás, catedráticos, equipos consolidados y de repente estábamos nosotros también allí. Fue importante que las humanidades, y en concreto un proyecto centrado en mujeres del medio rural, tuviera esa visibilidad.

-¿Cuando empezó a trabajar en este proyecto de investigación esperaba que tuviera tanto impacto?

-Aunque quede mal decirlo, siempre creí mucho en el proyecto porque confío en lo social y en la importancia de rescatar la memoria del medio rural. Sin embargo, nunca imaginé la acogida que tendría. Por ejemplo, los libros que se editaron se han agotado. Y ahora, con el premio, me enorgullece que algo tan cercano, tan relacionado con mi zona, haya recibido este reconocimiento a nivel autonómico.

-¿Cómo han recibido este reconocimiento las mujeres protagonistas de esta historia?

-Aún no he hablado con todas, pero tengo intención de hacerlo personalmente. Algunas ya lo saben, y estamos trabajando en un segundo proyecto para continuar con esta labor. Queremos profundizar en los estereotipos y dar más espacio a los testimonios directos. La idea es ampliar el trabajo, más que limitarse a reeditar el libro, creo que es más relevante darle continuidad.

-¿Entonces, el próximo libro incluirá entrevistas en profundidad con algunas de estas mujeres que fueron sirvientas?

-Exactamente. Queremos recoger los testimonios tal cual, con sus palabras. Además, vamos a abordar los estereotipos que han perpetuado el patriarcado, un tema que lamentablemente sigue siendo muy relevante como se ve en la sociedad actual.

-¿Cree que este es un buen momento para hablar de estas cuestiones?

-Siempre digo que creo mucho en los jóvenes. Es crucial que este trabajo llegue a ellos, que conozcan sus raíces y comprendan el esfuerzo de generaciones anteriores. El desconocimiento de esta realidad nos lleva a caminos equivocados, y por eso es importante poner el foco en estas historias.

- ¿Ya tiene localizadas a las protagonistas del nuevo proyecto o necesita más testimonios?

-Sí, contamos con algunas pero estamos abiertos a recoger más testimonios. Queremos seguir trabajando en temas como la educación, la alimentación, la soltería y cómo se han tratado históricamente a las mujeres. Creo que hay mucho por descubrir y documentar en torno a todos esos temas. Creo que este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración con personas que se han acercado, incluso espontáneamente, para compartir sus historias. Es emocionante ver cómo este tema genera interés y crea nuevas oportunidades para rescatar la memoria colectiva. Por eso, me gustaría abrirlo a aquellas personas que quieran participar en él, pueden ponerse en contacto conmigo a través del mail casamper@unizar.es

 

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