Blas Martínez Martínez, médico forense: “Una persona diabética tiene que hacerse amiga de la diabetes, porque si no pasa factura”
“Han cambiado espectacularmente tanto los controles como los tratamientos y el control es más fácil y eficaz”El Ciclo Salud y bienestar a todas las edades del Casino de Teruel ofreció ayer la charla Pasado, presente y futuro de la diabetes que impartió el médico forense Blas Martínez Martínez, que incidió en la importancia de que las personas con esta enfermedad han de ser conscientes de su gravedad y de hacer un buen control.
-¿Cuáles serían los principales consejos que hay que dar ante la diabetes?
-La diabetes es una de las enfermedades más frecuentes no infecciosas, hay muchísima gente diabética. La prioridad es concienciar a la gente de que hay un tipo de diabetes que sí que aparece muy rápidamente y es muy florida que es la diabetes tipo 1, pero hay otra diabetes, la tipo 2, que es muy larvada, que aparece de forma muy lenta y que habitualmente se suele diagnosticar de forma casual o accidental al hacer los controles de salud. La gente a veces piensa: “Yo es que soy poco diabético” y no hacen especialmente caso a ese tipo de diabetes, pero acarrea unas gravísimas consecuencias y complicaciones que con el tiempo se pagan.
-¿Es fundamental la alimentación?
-Hay una serie de pilares que son los básicos y fundamentales. Primero, concienciarse de que eres diabético. Otro evidentemente es el ejercicio y después la dieta. Con esos dos pilares a veces se consigue que se estabilice, no pasando al tercer eslabón que sería el tratamiento farmacológico.
-Los tratamientos han avanzado mucho y la forma de controlarse también.
-En el presente han cambiado espectacularmente tanto los controles como los tratamientos. Yo recuerdo, hace muchísimos años que soy diabético, que las primeras insulinas que nos poníamos que eran típicamente porcinas y que creaban alergias y había unos picos de unas subidas y bajadas tremendas. Las actuales estabilizan tremendamente la diabetes y hace que el control sea mucho más fácil y más eficaz. También es verdad que se está haciendo una polimedicación: se abusa más de pinchar para conseguir mejores controles, antes se pinchaba una vez al día y ahora hay diabéticos que se pinchan siete veces al día, pero se consigue un mejor control. Los nuevos controles que son los medidores de glucosa inalámbricos vía bluetooth a algunos diabéticos nos ha facilitado el poder realizar una actividad laboral y lúdica que hace cinco años era impensable.
-¿Cada vez hay más niños diagnosticados?
-Los niños cada vez está empezando la diabetes en una época mucho más juvenil, incluso en niños de 2 o 3 años. Esos niños es difícil que se puedan controlar ellos. Para ellos están muy pensadas las bombas de infusión continua de insulina que regula la cantidad y se les va a poniendo pequeñas cantidades a lo largo del día y muchas veces relacionada con la alimentación.
-¿Hacia donde va el futuro?
-El futuro tiene varios caminos. Saldrán insulinas nuevas que ya están algunas en fase 3 y que mejorarán su control, pero el futuro va a ser el pancreas artificial. Estamos hablando más de control de diabetes que de curación. La diabetes hay que pensar que de momento es incurable que tenemos que partir de esa línea. Una persona que es diabética tiene que hacerse amiga de la diabetes y vivir con ella mientras viva. Si no eres muy buen amigo la diabetes, pasa factura. El futuro hay ya estudios bastante serios que por medio de controladores electrónicos de azúcar que se registran mediante una pastillita clavada en la piel que se suele cambiar cada 14 días son capaces de prescribir el momento que tú tienes de glucemia y son capaces de mandar esa información a una serie de dispositivos que existen ya que son las bombas de infusión continua de insulina y aplicar mediante una programación la cantidad de insulina necesaria para estabilizar la diabetes. También es cierto que el transplante de pancreas -que eso sí que ya es una auténtica curación- se está dando cada vez más frecuentemente, da muy buenos resultados, consigue supervivencias a cinco años del 80 %. Lo que pasa es que tiene unas indicaciones muy concretas para aquellos pacientes que son diabéticos y tienen insuficiencia renal. Se hace transplante conjunto.
-¿Si no nos cuidamos bien con diabetes, qué puede pasar?
-Son muchos riesgos. Uno es la neuropatía diabética, donde los nervios acaban lesionándose. Después aparecen alteraciones muy importantes en la microcirculación, lo cuál condiciona posibles cegueras y también ser más propensos al infarto de miocardio, a todas las cardiopatías isquémicas y a los ictus. Otra que no hay que descartar es la insuficiencia renal. No tenemos que olvidar el pie diabético y las alteraciones de la cicatrización de las heridas.