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Beatriz Fabregat, actriz turolense: “La Comedia del Arte es tan tradicional, tan de calle, que  allí donde lo haces funciona” Beatriz Fabregat, actriz turolense: “La Comedia del Arte es tan tradicional, tan de calle, que  allí donde lo haces funciona”
Beatriz Fabregat actuará este sábado en Armillas, durante el IV ciclo La Plaza Suena

Beatriz Fabregat, actriz turolense: “La Comedia del Arte es tan tradicional, tan de calle, que allí donde lo haces funciona”

La joven artista lleva este sábado a Armillas ‘Enredos en Teruel’ y en septiembre se estrena como dramaturga y directora
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La cuarta edición del ciclo de artes escénicas La Plaza Suena arranca este sábado en Cutanda, con la música de María y Garón, y en Armillas, con la obra de teatro Enredos en Teruel, de Noelia Fajardo y la turolense Beatriz Fabregat, que actuarán además en Beceite el 9 de septiembre y en Cabra de Mora el 7 de octubre. Fabregat se ha formado en la Escuela de Arte de Teruel, T de Teatro, la Escuela de Teatro de Valencia y actualmente estudia en el Instituto de Teatre de Barcelona. En 2018 ganó el Premio a la Mejor Actriz con Sobre ruedas, el corto ganador del Desafío Buñuel  que dirigió Rubén Pascual Tardío y la turolense protagonizó junto a Verónica Forqué.

-’Enredos en Teruel’ se encuadra en el género de la Comedia del Arte. ¿Por qué?

-Porque es un género que nos encanta y que cuadra muy bien en la plaza de un pueblo. Parece muy antiguo pero para un actor es básico, y además es tan tradicional que allí donde lo haces funciona. Existen diferentes tipos, y la que hacemos nosotras es de improvisación. Es más de calle, con máscaras de cartón, hacemos un canovaccio, que es una especie de guion con las escenas, pero no sabemos cómo se va a desarrollar cada una.

-¿Eso no es complicarse mucho la vida?

-¡Qué va! ¡Es mucho mejor! Tienes una serie de técnicas que aplicas, y según los personajes que aparecen y lo que quieren en cada momento vas desarrollando la historia. Es muy, muy divertido. Y además es algo que está hecho para representar en plazas de pueblo. Como se ha hecho siempre.

-¿Qué características tiene la Comedia del Arte como género?

-Tiene unos personajes arquetípicos, tiene los tres actos clásicos y las emociones están a flor de piel... quizá en una obra naturalista se tiende a estar más estático, más comedido, pero aquí todo es pura exageración, el público tiene que comprender cada emoción a la primera, y empatizar muy fácilmente con ella. Y también es clásico de la Comedia del Arte los entremeses musicales entre acto y acto. En nuestro caso yo cantaré y Noelia tocará la flauta travesera.

-¿Cómo le entra al público este tipo de espectáculo que, a priori, está tan lejos de lo que suele verse en la actualidad?

-Muy bien. El público se ríe y llora con mucha espontaneidad, porque el espectáculo es espontáneo. No es una sala oscura que invita a la introspección, sino la calle. Hemos hecho actuaciones por pueblos de Barcelona y la gente se entrega. Es muy visceral, el aquí y ahora, tanto para el público como para nosotras. Si te vas del aquí y el ahora la improvisación se cae.

-¿Como se trabaja la improvisación? ¿Queda todo a la imaginación, o hay técnicas y herramientas que se aprenden?

-Claro que hay herramientas, hay un millón de ellas. Entre las que he trabajado yo, por ejemplo está la del 'sí a todo'. Normalmente en el teatro existe conflicto, y el 'no' puede atascar una situación y conducir a un callejón sin salida. Así que si reaccionas con un 'si' ante cualquier propuesta, la historia sigue su desarrollo y no se detiene.

-¿De qué habla ‘Enredos en Teruel’?

-Es una historia basada en la Leyenda de los Amantes de Teruel, aunque cambiando alguna cosa... es diferente, con un poco más de alegría, que hace falta.

-Y en septiembre se estrenará como directora, dramaturga y actriz, todo a la vez.

-Será en el Festival Russafa Escénica de Valencia, con una obra que se llama Solanas, en la que también actúa Alberto Martín, un compañero que también es de Teruel. Trata sobre el momento en el que Valerie Solanas intentó asesinar a Andy Warhol disparándole, porque le acusaba de haberle robado una obra de teatro. Yo no defiendo la violencia pero me interesa mucho la figura de Valerie, y ficciono en media hora cómo pudo ser el encuentro entre los dos, de qué hablarían, qué ocurrió antes del disparo...

-¿Qué le atrae de esa historia?

-Solo la figura de Andy Warhol, de que fuera disparado y de que sobreviviera, y de lo terrible que fue la vida de Valerie ya es interesante. Pero lo que más me gusta de esta historia es que refleja muy bien los abusos de poder que existe en el arte. A Warhol lo tenemos endiosado pero abusó de su poder sobre la gente muchísimo.

-Es la cara y la cruz del arte... ¿este mundo es como usted imaginaba?

-Si a la Bea de hace cinco años le digo que tendría que hacer una factura le hubiera sorprendido mucho. Lo que me ha sorprendido de este oficio es que tú tienes que hacerlo todo, es imposible que venga un director que te haga un contrato, te pague ensayos, te pague una obra y un mes de gira. Pero de manera intuitiva siempre pensé que iba a ser así. Desde que empecé a estudiar interpretación hace siete años te preparas mentalmente para esto, para ser autónoma en todo, aunque es verdad que nadie te enseña a hacer una factura.

-¿La interpretación se aprende, o es cuestión vocacional?

-No me gusta demasiado cómo está planteada la formación en Artes Escénicas, pero al mismo tiempo estoy convencida de que una actriz se tiene que formar, de manera reglada o no, tiene que tener una base técnica aprendida muy sólida. Hay gente que lo aprende con la práctica, es verdad, pero no es lo habitual.

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