Andrea Tolosa-Cotoré, artista y comisaria de arte: "Si dedicas diez minutos de atención a un desconocido, descubres cosas impresionantes"
La artista explora a través de una instalación sobre la fobia social que está causando la covid-19Andrea Tolosa-Cotoré es una joven artista y comisaria de arte nacida en Zaragoza pero con raíces en Pancrudo. Es autora además de Ven a jugar conmigo, una de las instalaciones expuestas hasta el 16 de diciembre en el Campus de Teruel tras obtener un accésit en el certamen Campus ARS para estudiantes y egresados recientes.
-¿En qué consiste ‘Ven a jugar conmigo’?
-La instalación realmente es una excusa para que las personas se relacionen. Nació a raíz de la covid. Me preocupan mucho los procesos de socialización, y he notado que tras la pandemia tenemos cierta fobia social. Si a esto le sumas las posibilidades que nos da la tecnología y las redes para aislarnos, creo que es oportuno volver a dar sentido a la cercanía, a que nos ubiquemos de nuevo unos al lado de los otros en el mundo. Estamos tranquilos en nuestra burbuja, ignorando lo que ocurre en el resto del mundo. Así que yo invito a la gente a que se acerque a un desconocido para sentirlo y ponerse en su piel.
-¿A un desconocido? Cuénteme eso, por favor...
-Es una instalación muy sencilla y su objetivo es que te des cuenta de lo tonto que te sientes cuando miras a la cara a un desconocido, y la cantidad de cosas que puedes llegar a sentir.
-¿Cómo funciona?
-Tienen que ir dos personas, yo recomiendo mucho que sean desconocidos, y que lleven cascos y algo de comida para compartir. Las dos personas comienzan separadas por 12 metros, y una audioguía que se puede descargar gracias a un QR que hay allí mismo, en el Campus, te va diciendo lo que debes hacer. Las personas van acercándose a través de unas marcas en el suelo, cuyas distancias están dispuestas según los estudios que Edward t. Hall hizo sobre la proxemia, que es una rama de la semiótica que habla sobre cómo los humanos gestionamos las distancias. Estudiando muchas culturas, Hall estableció un patrón de 4 distancias medias; la pública, la social, la personal y la íntima. Pues ya existen estudios que advierten que la pandemia está modificando esas distancias.
-¿Qué persigue su instalación haciendo que dos desconocidos vayan rompiendo esas barreras espaciales entre sí?
-Según cómo vivas la experiencia puede ser violenta, porque además tienes que estar en silencio y concentrarte únicamente en esa persona. Notas como tu cuerpo experimenta cambios, y en las dos últimas distancias, que son las que abarcan la longitud de nuestros brazos, se rompe la burbuja. Sube tu temperatura, notas picores, no puedes evitar desviar la mirada porque te parece que es muy violento mirar fijamente al otro, sudas... Y gracias a experimentar en la instalación con muchas personas he descubierto cosas muy interesantes.
Experiencia
-¿Qué cosas?
-Que la gente ve más guapo y agradable al otro tras haber pasado por la experiencia. Creo que se debe a que si has pasado casi 10 minutos mirando al otro, dedicándole tu atención, haciéndole el centro de tu tiempo, sencillamente empatizas tanto con él que te acaba agradando. También descubrí que mucha gente se pone mas nerviosa en la segunda distancia más cercana, la personal, incluso más que la íntima. Esto es porque psicológicamente tiendes a anticiparte a lo siguiente, y crees que va a ser tan terrible que lo pasas mal. Y cuando te enfrentas a la última distancia ves que no pasa nada malo, al contrario, estás más cómodo de lo que pensabas.
-¿Qué ocurre en esa distancia íntima?
-El audio invita a que las personas compartan comida o bebida, así que para que la experiencia sea más completa hay que llevarla. Invito a que una persona dé de comer a la otra, incluso le sirva de cuchara. Solo es una invitación, un juego, así que quien no quiere llegar a eso no tiene que hacerlo, pero quien se atreve a romper el tabú descubre que tu percepción sobre la otra persona cambia para siempre. De repente sabes si está triste o feliz...
-Su instalación tiene que ver mucho con la psicología...
-La psicología y la sociología me encantan, y creo que la experimentación a través del arte es apasionante. De hecho estoy documentando los resultados que obtengo con la instalación, aunque como no tengo formación en este sentido no tengo claro cómo recoger datos objetivamente. Me gustaría contactar con gente del campus de Psicología para pedir asesoramiento.
-Usted ha estudiado en tres facultades diferentes...
-Sí, empecé en Salamanca, luego en Valencia e hice cuarto en Teruel.
-¿Y qué opinión le merece Bellas Artes en Teruel?
-Teruel tiene la desventaja de que hay pocos profes que quieran venir, y eso provoca que haya algunos con varias asignaturas, o que no estén tan especializados en la que imparten. Pero aquí no eres un número como en Valencia. Nadie puede volcarse contigo en el TFG como ocurre en Teruel, y yo he encontrado aquí profesores más implicados e instalaciones más accesibles, porque hay menos alumnos. Y si te mueves, aquí hay movimiento. Montamos Volver a lo nuevo con Fundación Amantes y fue muy chulo, y he trabajado en varios proyectos de dinamización rural. Si quieres buscar Teruel es muy fructífero, porque hay muchas cosas por hacer y las administraciones son más cercanas.