Ana Checa Gracia da vida y alegría a Turolín, la mascota del Pamesa Teruel: “Este puede ser un buen año para que la gente joven nos volvamos a enganchar al vóley”

De la pandemia de coronavirus se salió con algunos jirones sueltos por el camino, tradiciones que han perdido o modificado detalles, y algunos cambios que han quedado interiorizados en la manera en la que los seres humanos acuden por ejemplo a acontecimientos con público masivo. Por fortuna, la retirada de Turolín, la mascota de Pamesa Teruel Voleibol, no va a ser uno de esos cambios. Vuelve tras algunas temporadas lejos de la cancha. Y lo hace gracias a la piel y la creatividad de una estudiante turolense de veinte años de edad, Ana Gracia, que además lleva el vóley en la sangre.

-¿Cómo se convierte en la cara visible del Pamesa Teruel?

-Me empeciné en que quería hacerlo. Yo veía vídeos de la animación y las mascotas de los deportes en Estados Unidos, y me hacía muchísima gracia, me llama mucho la atención. Yo sabía que Turolín existía, pero que no lo sacaban últimamente. Así que me propuse que podría hacerlo yo, insistí, di mucha guerra con esto desde finales de la pasada temporada. Se lo preguntamos a Carlos Ranera, dijo que por supuesto, y al final aquí estoy.

-Sabía que Turolín existía, así que sigue el vóley en Teruel. ¿Es aficionada?

-Sí, y desde muy pequeña. Ya venía a Los Planos a ver los partidos en los momentos de ganar títulos de la década pasada. Con la adolescencia y la pandemia dejé un poco de venir, pero ahora hay que volver, y con ganas. Jugar no he tenido la oportunidad, creo además que sería muy mala.

-Y ahora es Turolín. Vaya cambio. ¿Le dan instrucciones?

-Pocas. Y no hace falta. Me dijeron que viniese un día, al principio de la temporada, me probé el traje, hablé con el speaker del pabellón y simplemente tenemos un código: “tú haz lo que quieras y yo te sigo”. Y es lo que hago. Bailo, interactúo con el público, juego con los niños, me hago fotos... Se trata de animar. Yo hago lo que me viene en mente; no tengo vergüenza ninguna, tenga el traje o no lo tenga. Y cuando me pongo el traje, aún menos.

-Y está también muy pendiente de cómo va el partido.

-Sí. Turolín es el primero que celebra los puntos que ganamos, y se echa también las manos a la cabeza si perdemos alguno. Trato de trasladar la emoción del partido. A veces cuando estoy abajo cuesta más ver lo que pasa en la cancha y me agobio un poco, pero entonces voy con la Marea Naranja, subo con ellos y con los niños, y vuelvo a animar. Con eso además consigues que se acerquen muchos niños para jugar, para hacer fotos, y eso ayuda a que les guste el voleibol y quieran seguir viniendo. Es verdad que cara a cara, muy cerca, el traje les da un poco de respeto, pero cuando estoy abajo y les saludo, les hace mucha gracia.

-Es una mujer muy alta ¿Es una ventaja la altura?

-Bueno, está bien que Turolín no sea muy pequeño. Los jugadores de voleibol son muy altos, y el hecho de que no esté muy por debajo de ellos pues la verdad es que queda bastante bien. Si fuera demasiado pequeña, casi no se me vería con los de Pamesa.

-¿Ya sabe la ciudad quién se pone en la piel de Turolín?

-No. Pero se lo he dicho a todos mis amigos. No solían venir al vóley, y vienen ya para ver mi espectáculo. Estoy haciendo mi presentación ante la afición. Además tengo la intención de estar mucho tiempo si me dejan. Me gusta mucho el vóley, y me gustaba mucho el ambiente que había en el pabellón.

-¿Qué mensaje le envía a la afición?

-Nada, que sigan. La afición de Pamesa somos muy buena afición, y la Marea Naranja va con muchas ganas, a tope con el equipo. Ahora nos toca a los más jóvenes recoger ese empuje y herencia, para que cada vez seamos más en el pabellón. Tenemos que seguir para que cada vez haya más afición, más ganas de que haya ambiente en Los Planos y de ver al equipo.

-Además el equipo ha comenzado bien la liga.

-De hecho, hemos empezado muy bien. Siempre merece la pena venir al pabellón a ver el vóley, porque es un deporte muy bonito que empuja y visibiliza mucho a la ciudad de Teruel. Creo además que esta temporada va a ir muy bien, y va a servir para que la afición vuelva a conectar con el equipo. Sobre todo la gente joven, éste puede ser un buen año para engancharnos con el Pamesa, para ver que el equipo nos ofrece otra vez victorias.

-¿Qué siente siendo Turolín?

-Me emociona. Me hacía ilusión poder vestirme el uniforme y salir a animar al equipo, y me hace ilusión seguir haciéndolo ahora que ya he comenzado. Siempre me ha gustado Turolín, y ahora me encanta serlo yo. Ya estoy pensando bailes para cuando llegue Halloween, con una calabaza con caramelos para los niños. Si de pequeños les gusta el deporte, de mayores seguirán.