Alonso Alamán, músico mexicano: "Hacer música para cine es tener una conversación con la imagen en la que tienes que ecualizarte"
El compositor de Puebla es el autor de cuatro de los cinco cortos que compitieron en el Rally Desafío BuñuelEl compositor mexicano Alonso Alamán fue el encargado de poner música a cuatro de los cinco cortometrajes que compitieron en el último Desafío Buñuel. Nacido en Puebla y afincado en Ciudad de México, el compositor afirma que la música en el cine completa la narrativa que persigue el director, siempre al servicio de la imagen.
-¿Por qué cuatro y no cinco cortometrajes?
-He trabajado en los cortometrajes El mal de Inés del equipo mexicano, La ceremonia del círculo, Solo te pedí las putas llaves y Y un jamón. Son cuatro y no cinco porque el equipo que rodó La señora ya tenía planificada la banda sonora.
-Ya había participado en Desafío México, ¿verdad?
-Así es. Trabajé con Manuel Rodarte, director del Desafío México, con su cortometraje La hija que compartimos. Él me invitó a hacer la música de esa película, medio de último minuto, pero quedó muy bien. Después me llamó para hacer la música de los cortos de Desafío Buñuel en Tepic y ahí fue donde conocí a Pimpi López Juderías. Cuando escuchó mi música me dijo que me viniera para Teruel para ayudarles también a ellos.
-¿Lleva mucho tiempo vinculado al cine como músico?
-Soy músico y mi vida siempre ha girado en torno a la música, compongo desde hace trece años. Pero en el mundo del cine llevo muy poco, el corto de Rodarte fue el primero en el que trabajé, y fue en noviembre de 2022. Antes de eso tenía alguna experiencia con series o con algún documental, pero Manolo Rodarte fue quien me ha abierto la puerta al cine independiente, y ahora estoy trabajando para algunos compositores brillantes en México, como Dan Zlotnik y Camilo Froideval. Ahora mismo se ha estrenado en México una película comercial en la que trabajé con ellos. Así que esto del cine es relativamente nuevo para mí.
-¿Cambia mucho el concepto de componer música cuando hablamos de cine?
-Es una cuestión de ecualizarte a ti mismo. Tienes que tener una conversación con la imagen y lograr que sea equilibrada. Quizá una historia te transmite una emoción gigante, pero si es un cortometraje no tienes tanto tiempo para desarrollar la idea, y si pones una música muy grande te puedes comer la imagen. Tienes que ir entre lo grande y lo íntimo, comprometiéndote con la música. Sin embargo cuando compones tu música no compartes ni vas al servicio de la imagen, así que puedes ser más libre. Creo que lo más importante es hablar con el director y encontrar cuál es la función narrativa de la música en cada proyecto.
-¿Qué necesita un compositor para saber cómo debe sonar una película? En Desafío Buñuel trabajó con guion pero sin ver ni una sola imagen, porque para cuando se montan las películas la música debe estar ya creada...
-Leyendo una historia puedo imaginar no tanto una música, pero sí la textura, el feeling de cómo tiene que sonar. Y ya después, viendo como está la narrativa en la imagen, voy adaptándola... dónde tiene que crecer, donde tiene que reducirse...
Acabado final
-Incluso el acabado final de la fotografía puede determinar la música, ¿no es así?
-Principalmente la determina la velocidad en la edición. Si hay cambios de plano rápidos yo no puedo estar tocando lento, o si hay planos largos sin tensión tampoco puedo tocar muy veloz.
-¿Y entonces que trabajo puede adelantar antes de tener el corto montado?
-Te pondré de ejemplo una escena del corto Y un jamón. La mujer empieza a caer en la desesperación, se desespera más, avienta un jamón y se escucha un ¡ouch!. Entonces la música acompaña eso, primero lento, más rápido cada vez y justo antes de que lance el jamón suena rapidísimo y en ese momento la música calla, para que la acción tenga mucho más peso, quede en suspenso y se escuche el grito mientras el espectador piensa que algo está ocurriendo. Al final es medir dónde tienes que poner la expectativa para llevar al público a donde quiere el director. Y todo eso lo puedes hacer antes de ver las imágenes, aunque después te toca ajustar los tiempos en la fase de montaje, recortar, quitar compases, etcétera.
-¿En música de cine siguen funcionando los grandes tópicos, los intervalos de quinta para la épica, las cuartas aumentadas para el terror...?
-Sí, esos que mencionas siguen siendo muy utilizados, porque se han convertido en preconcepciones de ciertas figuras e ideas musicales. Una guitarra con acordes largos que oscilan suena muy vaquero, y si le metes un silbido encima es vaquerísimo. Son herramientas que puedes usar, sobre todo si tienes poco tiempo y tienes que generar sensaciones muy concretas, aunque hay que tener cuidado para no ser repetitivo. Por ejemplo ahorita pasa que en los scores de superhéroes todo suena con orquesta y metales gigantes, o desde Interstellar no puedes utilizar un órgano sin que a la gente le suene al espacio.
-Dígame una banda sonora que le haya impresionado.
-Para mi fue muy importante la música de The Social Network de David Fincher. La música es de Atticus Ross y Trent Reznor. Ellos que no tienen un gran background de cine, hicieron algo único, muy textural y ambiental, que a mi me encanta y que me hizo pensar que cualquier cosa puede funcionar en cine