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Alessandro Ederoclite, investigador del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón en Teruel: “El estudio de ciertas explosiones estelares ha sido utilizado para avanzar en la fusión nuclear” Alessandro Ederoclite, investigador del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón en Teruel: “El estudio de ciertas explosiones estelares ha sido utilizado para avanzar en la fusión nuclear”
El astrofísico del Cefca Alessandro Ederoclite

Alessandro Ederoclite, investigador del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón en Teruel: “El estudio de ciertas explosiones estelares ha sido utilizado para avanzar en la fusión nuclear”

“Ver lo que está pasando en el cosmos nos permite aprender cómo conseguir esta energía en la Tierra”
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Alessandro Ederoclite, investigador del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca), tiene un gran magnetismo cuando habla de astrofísica porque transmite la pasión que siente por la ciencia. Lo ha puesto de manifiesto en las charlas divulgativas que ha impartido y lo volvió a hacer en la Universidad de Verano de Teruel cuando habló del tema central del curso de astrofísica de este año, que trató sobre el Universo variable.

-¿Para qué sirve estudiar la variabilidad de las estrellas?

-La variabilidad en astrofísica es el único instrumento que tenemos para ver la física en funcionamiento en tiempo real. Entonces, cuando nosotros estudiamos estrellas variables, lo que estamos viendo son todos los fenómenos físicos que normalmente ocurren dentro de las estrellas, activamente en funcionamiento.

-Póngame un ejemplo práctico, que afecte a todos en lo que es la vida práctica de las personas.

-Todo esto está relacionado con la física básica, la física nuclear básica. Y parte de estos estudios se han usado, por ejemplo, para el estudio de la fusión nuclear. El estudio de ciertos tipos de estrellas y cierto estudio de explosiones estelares han sido utilizadas para estudiar la fusión nuclear que ahora se está intentando poner en marcha para tener una fuente de energía así en la Tierra.

-¿Es decir, ya no es una quimera la fusión nuclear, el cosmos nos está dando claves sobre cómo conseguir esa energía limpia?

-Sí, hace unos pocos meses hubo un reactor de fusión nuclear que empezó a generar energía. Si no recuerdo mal, y eso habría que confirmarlo, fue la primera vez en que lo que se llama el budget energético produjo más energía de la que se necesitó para ponerse en marcha. En los años 70 y 80 la única forma de estudiar este tipo de procesos era en explosiones estelares. Entonces, mi campo de investigación, las novas, eran básicamente, aunque parezca un poco feo llamarlo así, bombas de hidrógeno estelares; era pasar de una bomba de hidrógeno estelar a las bombas de hidrógeno que tenemos desgraciadamente aquí en la Tierra, a poder tener una reacción termonuclear controlada y poder generar energía.

-A usted le gusta ser muy didáctico, lo ha puesto de manifiesto en las charlas de divulgación que ha impartido en Teruel, ¿por qué le fascina tanto la astrofísica?

-La astrofísica tiene un montón de preguntas y es posiblemente la única ciencia en que nosotros no tenemos el control total sobre el experimento. Si te imaginas un biólogo, un químico, lo que pueden hacer ellos es ver desde cualquier dirección lo que está pasando en su experimento. Nuestro experimento es el Universo y uno podría incluso hacer la broma de que la astronomía no es una ciencia física, porque uno de los puntos fundamentales de una ciencia física es que tienes que poder repetir el experimento, y por más que quieras no vas a poder repetir una supernova. Entonces, me fascina el hecho de poder estudiar lo que es totalmente único.

-Da la impresión de que vivimos un buen momento de la astrofísica, un periodo trascendental para esta ciencia, por los avances que se están produciendo, ¿no?

-Me gusta vivir este momento de la historia de la astronomía, porque hemos dejado atrás una fase histórica en que se estudiaba un objeto y a lo mejor lo hacías durante diez, veinte, treinta años, y era toda tu vida. Y ahora en una o dos décadas acabas estudiando 5 millones de objetos. Estudias varias clases de objetos.

-El volumen de datos que hay es ingente y cada vez se va a más, sólo hay que ver los registros que cada noche hace el Observatorio de Javalambre.

-Estamos en la fase en que saber trabajar con muchos datos es inevitable. Trabajar objeto por objeto es raro, solo consigues hacer eso cuando tienes un objeto extremadamente peculiar. Nunca en la historia de la astronomía hemos tenido la capacidad de trabajar con millones de objetos como lo hacemos ahora. Y puedes intercambiar tus datos con colegas que están al otro lado del océano. Hemos pasado de una ciencia de pocas personas en sus despachos a una ciencia totalmente globalizada y cosmopolita, con todas las ventajas que esto comporta.

-¿Qué supone que sea una ciencia colaborativa y haya una interconexión tan grande con bases de datos?

-Eso impulsa muchísimo la ciencia. Todos los que nos dedicamos a esto ahora no podemos evitar tener cierta base de conocimiento informático o acudir a las herramientas de Inteligencia Artificial. Los ordenadores son tan capaces de ver cosas que nosotros no vemos, que nos facilitan el trabajo.