Alberto Cebolla, director de Schola Cantorum Paradisi Portae: “El gregoriano sorprendería a los melómanos que recelan por su vinculación religiosa”

El zaragozano Alberto Cebolla es profesor en el Conservatorio Superior de Castilla León y dirige la agrupación de canto gregoriano Schola Cantorum Paradisi Portae, que este domingo cerró el ciclo Música y Patrimonio de la Comarca de Andorra con un concierto en el Monasterio del Olivar de Estercuel (12 h.)

-Regresa al escenario donde cantó hace 13 años, durante la primera edición del Ciclo Música y Patrimonio precisamente...

-Es cierto... Fue hace muchos años, pero no recordaba que fuera la primera edición del ciclo. Fue con el catedrático de Canto Gregoriano del Conservatorio de Zaragoza, Luis Prensa, que fue quien me introdujo en el canto gregoriano después de haber sido infantico del Pilar. El Monasterio de Estercuel es un lugar muy especial para cantar.

-¿Por qué?

-Primero porque el gregoriano es un canto propio de la Iglesia Católica y  fueron creados para que esos espacios sean los idóneos para cantarlos. Pero es que además allí se reúnen dos tipos de patrimonio histórico; por un lado el del propio edificio y por otro el de la música que se canta. Más allá de es religiosidad, el gregoriano es muy interesante para los melómanos porque es muy completo, tiene una gran riqueza en sus melodías y una complejidad que se disfruta mucho. Este tipo de conciertos son recomendables sobre todo para quien esté receloso del gregoriano por cuestiones religiosas, porque se sorprenderá de la riqueza melódica del repertorio.

-¿A qué responde la selección de temas que ha hecho?

-Se llama De tempore et de Sanctis porque son canciones significativas de lo que se cantaba a lo largo del temporal religioso; Adviento, Navidad, Semana Santa, Pascua y Chorpus. Y haremos una parte del oficio propio en Estercuel, en este caso de la Virgen de la Merced.

-¿Se han conservado en este espacio de Estercuel partituras originales?

-La Comarca de Andorra-Sierra de Arcos se ha preocupado de conservar lo que llamamos Fragmentos, que son eso, fragmentos de la colección que tuvo en su momento, con grandes cantorales de pergamino. Este trabajo lo realizó la restauradora Andrea Cantos, que además es de Estercuel. Ahora mismo esos fragmentos necesitan una pequeña restauración, pero, siendo especialista como soy, puedo decir que es un patrimonio importantísimo y, en ese sentido, el interés que ha mostrado la Comarca es de agradecer.

-¿Pueden reproducirse todos los matices musicales con los que se concebía cada pieza originalmente?

-Los de Estercuel datan de finales del XVI a principios del XIX, y usan notación cuadrada. Pero sí, nosotros nos dedicamos a esto y a las primeras polifonías, y se pueden reproducir.

-¿Todos los temas que cantarán el domingo están conservados entre esos fragmentos de Estercuel?

-No, eso sería lo ideal, pero desgraciadamente lo que se conserva en el Monasterio no es tan significativo como para hacer un recital. Aunque hay una pieza  muy especial, única, que no hemos encontrado en ningún otro lugar, probablemente de mediados del XVIII, llamada Gloria que pertenece a lo que llamamos Canto Mixto.  

-¿Por qué el gregoriano es una música minoritaria?

-Para bien o para mal el lugar para cantar y escuchar gregoriano es la iglesia, más allá de la práctica religiosa. Y en cuanto a los públicos que pueda tener, son limitados como pueda sucederle a la música antigua o a la música del renacimiento. Sin embargo con una interpretación cuidada el resultado estético y artístico es enorme y muy rico.

-¿Schola Cantorum Paradisi Portae tiene planeado publicar un segundo disco?

-Es muy probable que algunos de nuestros proyectos, que ahora tienen que ver con el gregoriano como patrimonio en Aragón, tenga su reflejo en una grabación.

-¿Quedan cantorales por descubrir e investigar en Aragón?

-Gracias al trabajo que hizo en su día la Institución Fernando el Católico en las tres provincias aragonesas tenemos mucha investigación adelantada. Somos ricos en fuentes conservadas y las tenemos localizadas. Ahora quedan muchas horas de estudio y trabajo por delante, pero estoy seguro de que nos esperan muchas sorpresas.