Alba Argilés, periodista turolense que cubrió el terremoto de Turquía y Siria: "En los desastres, los medios tenemos la labor de concienciar a gobiernos y particulares"
Alba Argilés es turolense y estudió Periodismo en la Universidad de Zaragoza y, al acabar, realizó un master en Madrid de reporterismo de televisión. Hizo las prácticas en la productora Quality Media, donde está contratada ya desde hace cuatro años. Pese a su juventud, ha cubierto ya varias informaciones internacionales.
-¿Cómo surgió el viaje a Turquía para cubrir el seísmo?
-Mi empresa es muy variada, está especializada en varios sectores, deportes, temas corporativos… y cuando hay cualquier tipo de acontecimiento donde es difícil la cobertura manda a redactores y productores de cámara con mochila para emitir la señal y hacer directos desde allí. Me avisaron esa misma mañana.
-¿Es su primer viaje internacional?
-No, estuve en Ucrania justo antes de que empezase la guerra, cuando se veía que podía haber invasión nos mandaron un par de semanas, después fui a Polonia para cubrir a los refugiados.
-¿Qué es lo más difícil de cubrir una noticia como un terremoto en una ciudad extranjera y sumida en el caos?
-Lo más difícil fue la comunicación, no teníamos fixer, que es un contacto local que te ayuda para comunicarte, en Turquía no encontrabas gente que hablara inglés y para comunicarnos usábamos el traductor con el móvil. Pero aunque no puedas comunicarte con palabras te entiendes.
-¿Dónde tenían la base?
-Dormíamos en Adana, pero nos íbamos moviendo a las ciudades donde fue más fuerte el terremoto, como Osmaniye, Alejandreta o Kahramanmaras.
-Además de buscar lo que es la información pura y dura, con cifras y datos, ¿cree que es importante poder contar las pequeñas historias personales?
-Sí, intentábamos contar con la ayuda de las personas que hablaban un poco de español o de inglés para contar esas historias, porque si no era muy difícil. Mi empresa trabaja para cuatro cadenas de Latinoamérica, Telemundo en Miami, Telefe de Argentina, el dominicano Color Visión; Televisa en México y también en España para Telecinco. Estaba prácticamente todo el día en directo, querían la información de última hora así que me valía de los medios turcos para ir informándome.
Narraciones en directo
-¿Ese tipo de narraciones en directo son las que más ayudan al espectador a identificarse con los damnificados?
-Creo que sí, es alguien ahí que te enseña las cosas en tu propio idioma, que la relacionas con lo que es fácilmente reconocible para tí, aparte de la información del presentador, hace que conectes mucho más, y no solo por la redactora, también el cámara.
-¿Cómo era un día normal durante su estancia en Turquía?
-Como trabajábamos para tantas cadenas de televisión se notaba mucho el cambio horario. El primer directo era a las 10 de la mañana de allí, así que a las 7 nos levantábamos y cogíamos el coche para estar en el directo ya en alguno de los puntos. Tras ese primer directo teníamos una hora para ver la situación y analizar el lugar porque a partir de las 12 ya teníamos cada 15 minutos o media hora un directo para las distintas televisiones. Parábamos para comer, que era otra complicación porque no había ningún negocio, nos daban sin ningún problema comida para los refugiados, pero nos parecía mal, así que intentábamos coger bocadillos en Adana antes de salir. De ahí nos movíamos a otra localización para dar otro punto de vista. El último directo lo hacíamos a las 11 de allí, para el informativo de Telecinco.
-Lo que cuenta es un verdadero palizón.
-Sí, lo es, muchas horas… Estás a doble jornada, al final lo más importante era hacer equipo con los compañeros. En un primer momento fuimos un operador y yo y luego vinieron otras dos personas más para repartirnos los directos porque el primer día hice 23 directos.
-¿El envío de imágenes es fácil tras un desastre de esa magnitud?
-Vas con unas mochilas que funcionan con tarjetas móviles, lleva hasta seis tarjetas para tener más capacidad para coger cobertura. Si la zona estaba muy destruida no había comunicaciones, pero lo primero que llevaba el gobierno eran equipos porque los necesitaban también para organizarse. Si había mucha gente sí que costaba conectar, pero por lo general no tuvimos problemas.
-Dicen que, desde el punto de vista informativo, estar en lugares donde han ocurrido catástrofes naturales marca, pero dan ganas de seguir cubriendo ese tipo de desastres. ¿Es cierto?
-Pues un poco sí, suena mal pero a nivel profesional es adrenalina pura, verlo con tus propios ojos, contarlo de la forma que tu crees que es más apropiada para llegar a la gente. Mis compañeros saben que cuando hay cosas así siempre digo que sí.
-¿Es importante que los periodistas narren esos desastres?
-Creo que es imprescindible, te pueden llegar imágenes por agencias pero el hecho de ver a alguien con quien tu conectas te hace conectar con la causa e incluso colaborar para paliar la situación.
-Usted en algunas de sus conexiones recordaba lo necesaria que era la ayuda internacional de gobiernos y particulares.
-Sí, los medios tenemos la labor de conciencia pública hacia los gobiernos y particulares. La ayuda individual es necesaria, aunque sin la de los gobiernos no hacemos nada.