Adriana Galve, librera de Andorra: “Una librería rural asesora al cliente y no tiene nada que envidiar a otra de ciudad”
El Reino del Revés se especializa en literatura infantil y juvenil, y organiza actividades y talleresEl Reino del Revés, una “librería rural” ubicada en Andorra, nace del sueño de Adriana Galve y José Miguel Martín por seguir viviendo en la villa minera haciendo lo que más les gusta: hacer leer a la gente prestándole un asesoramiento especializado. Pero su negocio es mucho más, ya que se especializa en literatura infantil y juvenil y, en situación de normalidad sanitaria, organiza actividades culturales y talleres de psicomotricidad,
-¿Qué tal ha ido la campaña de Navidad?
-Estos días son frenéticos, hay mucha actividad aquí.
-¿Conocer al cliente ayuda a que el regalo sea perfecto?
-La ventaja de vivir en una población como Andorra es que conoces bastante bien a los clientes, incluso por su nombre, y realmente tratamos de dar un asesoramiento personalizado.
-¿Qué ofrece su librería que otras no ofrezcan?
-Es una librería general, pero especializada en literatura infantil y juvenil, además de juguetería educativa. También tenemos material escolar.
-Se implican en la vida cultural del pueblo a través de otras actividades.
-Pese a que con esta situación de pandemia este año no hemos podido hacer nada, tenemos una sala de actividades que está en constante movimiento. Ahí hacemos talleres para todas las edades y en función de la demanda: psicomotricidad en familia, arte, literatura…
-¿Ser maestra ayuda a dar un enfoque especial al negocio?
-Además de magisterio de música, soy técnico deportiva y tengo dos máster, en psicomotricidad y educación artística. Obviamente, ello ayuda a organizar actividades, además de dar asesoramiento a la gente.
-Tener en la localidad un centro de educación especial como el Gloria Fuertes también les hará ser innovadores si quieren llegar a las necesidades de este colectivo.
-Precisamente hice mis prácticas de magisterio en el Gloria Fuertes, y también trabajé allí en la Escuela de Padres. Todos los años voy a hacer algún curso. Mantengo el contacto con este colegio y le tengo un especial cariño.
-Tanto usted como su marido han decidido embarcarse en esta aventura aún teniendo estudios superiores. ¿Cómo se da el paso?
-José Miguel está trabajando más en la sombra, lleva la parte de gestión. Además de ser veterinario de profesión, hizo un máster en gestión empresarial. Él se ha incorporado desde que hace un año tuvimos al pequeño. No ha dejado del todo su trabajo en su sector, pero cogía mucho el coche y tenía ganas de quedarse tranquilo en Andorra. Hemos llevado a la práctica la conciliación familiar.
-¿Por qué decidieron quedarse en Andorra?
-No hubo un motivo concreto, sino un compendio de circunstancias. Yo trabajaba pocas horas en la Escuela de Música y me surgió la oportunidad de llevar la librería. Teníamos muchas ganas de quedarnos aquí en el medio rural, somos de aquí los dos.
-Definen su negocio como una librería rural. ¿Qué la hace diferente de la urbana?
-Pueden salir cosas muy interesantes desde el medio rural. No hay nada que envidiar a una librería de la ciudad, sin menospreciarlas porque son muy buenas también. Aquí tenemos un proyecto interesante y nos gusta la vida en Andorra.
-El esfuerzo tiene su recompensa, como la Estrella Mudéjar que les concedió en 2019 la Asociación Provincial del Comercio de Teruel.
-Nos gustó mucho que pensaran en nosotros para este premio a nivel provincial y del comercio en general. Lo chulo es que venía una persona que se hacía pasar por cliente y le llamó la atención el negocio.
-¿De qué forma les está afectando la pandemia, además de no poder organizar sus atractivas actividades?
-Hemos ampliado el tema de envíos. Hacíamos alguna cosa antes, pero ha aumentado la demanda, sobre todo desde aquellos meses en que nos encerraron a todos en casa.
-¿Se ha notado el cierre de la térmica en el negocio?
-Como ha venido en un año de pandemia, no podemos decir nada cierto. Por suerte, de momento mantenemos lo que teníamos el año pasado, tal vez porque la gente ha ido menos a comprar fuera.
-¿Lee Andorra?
-Por suerte, hay lectores de todas las edades y para todos los gustos. Se lee desde novedades editoriales a cosas más concretas. Hemos afianzado el servicio de encargo de libros porque mucha gente quiere algo especializado que no solemos tener. Ayuda que nos envíen un libro en uno o dos días, como mucho.
-¿Cómo luchan contra las grandes plataformas desde Andorra?
-¡Pues con un servicio estupendo, que voy a decir yo (ríe)! Damos un trato especializado, con asesoramiento, envolvemos los regalos con mucho amor, llamo personalmente al cliente 40 veces si hace falta… Y ahora tenemos en construcción una web online, que está tardando un poquito, junto a otros proyectos secretos que tenemos en marcha pero que básicamente pasan por una ampliación.
-¿Confía en la venta online?
-Iremos viendo sobre la marcha, porque como ahí ya no interactuamos con el cliente perdemos nuestro fuerte al ser compra-venta directa, con un precio fijo del libro. Imagino que lo que haremos será salir a buscar a la gente que ya nos conoce y que está fuera.
-¿Qué es lo que más se ha vendido estas fiestas?
-Los Reyes Magos, Papá Noël y Navidades en general son campañas fuertes para nosotros. Se han vendido libros para todas las edades, y también mucho juguete educativo y manual.