Victor Acosta: “El herrero de antaño tenía el conocimiento del oficio de muchas generaciones”

Víctor Acosta es herrero e ingeniero industrial. Dejó su puesto en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tras 19 años diseñando emisores de ultrasonidos para transmitir a través del aire, para dedicarse a enseñar en la Escuela de Herreros de Toledo, una de las más reconocidas de España. Mañana viernes ofrecerá la ponencia inaugural del III Encuentro de Herreros de Villanueva del Rebollar y estará centrada en el acero como metal para trabajar el hierro.

-¿Usted también se formó en la Escuela de Toledo?
-Empecé ahí con Ramón Recuero, intenté formarme y sigo aprendiendo y recuperando técnicas. He tenido acceso en el CSIC a mucha documentación de textos antiguos y he tratado de recuperar alguna de esas técnicas
-¿Cuáles?
- Estamos haciendo un estudio de la espada ropera del siglo XVI, es una espada que llevaban a diario. Estamos haciendo pruebas porque hay algunos escritos, pero los que los han hecho no suelen coincidir con los que fabrican las espadas.  Con esos documentos y los conocimientos de metalurgia actuales trato de averiguar cómo podían hacer esas armas. Los museos están llenos de armas con unas propiedades mecánicas increíbles. 
-Ahora hay más tecnología y, sin embargo, usted destaca las propiedades de esas piezas, ¿qué falla ahora?
-Falta el oficio antiguo, sin máquinas, cómo ellos con los medios que tenían conseguían esas piezas o esas armas con tan buenas propiedades mecánicas a base de ensayo y error de muchas generaciones. No sabían cuáles eran los componentes del acero, o la temperatura, pero sí sabían el color, ese rojo cereza es al que tenían que templar, Tenían el conocimiento del oficio, de muchas generaciones.