Una mutación demanial -cambio de propietario de un bien de dominio público- ha mantenido en suspenso la licitación de las obras de ampliación del centro de salud de Valderrobres durante meses. Y mientras este trámite burocrático se ha gestionado con el registro de la propiedad, los trabajadores han tenido que apañárselas para prestar atención sanitaria en unas condiciones que el alcalde de Valderrobres, Carlos Boné, tilda de “lamentables”: la sala de urgencias ha sido adaptada como consultorio de enfermería, la minúscula sala de observación se ha usado como consulta y las tres consultas habilitadas se las han estado repartiendo un médico, un enfermero, un pediatra y una matrona -que tampoco dispone de sala de preparación al parto en las instalaciones.