La sangría demográfica sigue cebándose con Teruel. La provincia ha perdido 680 habitantes en el primer semestre del año y 1.215 entre julio de 2016 y 2017, confirmando el ritmo de pérdida de censo que, con 134.197 pobladores, se sitúa en el mínimo histórico en lo que va de siglo.
El censo en la provincia a 1 de julio de 2017 era de 134.197 personas (67.935 hombres y 66.261 mujeres), según las Cifras de Población publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), por 134.877 al comienzo del año, lo que arroja un 0,5% de descenso poblacional.
El balance responde a dos saldos demográficos negativos: el vegetativo (nacieron 468 personas menos de las que fallecieron) y el migratorio con el interior (dejaron la provincia con destino a otras del resto de España 301 personas más de las que llegaron). El saldo migratorio con el extranjero fue positivo, pues llegaron 89 personas más de las que emigraron.
(Publicado en la edición del miércoles, 15 de diciembre)