Pilar Bautista: “Es interesante plasmar en un cuadro la irregularidad y la asimetría de Albarracín”

Pilar Bautista estudió Bellas Artes, hizo la especialidad de restauración y ahora se dedica a la docencia, da clases de dibujo en un instituto público de Madrid. Al acabar la carrera participó en un Curso Superior de Pintura de Paisaje de Albarracín y le encantó. En los últimos años tuvo un tanto abandonados los pinceles,  los recuperó cuando una amiga le animó a volver a pintar a Albarracín, otra vez durante el curso formativo. La experiencia fue un reencuentro con su gran pasión, la pintura, porque además ganó una de las dos becas, lo que le ha permitido disfrutar en solitario de  los matices que ofrece una de las ciudades más plásticas del mundo.

- ¿Qué tiene de especial Albarracín?
- Es un pueblo bastante diferente en arquitectura a los que vemos en España. La irregularidad y la asimetría son muy interesantes a la hora de plasmarlas en un cuadro, los colores son muy saturados y muy vivos. La formación de la arquitectura, empedrados, calles tan estrechas, los aleros que se tocan… es muy atractivo porque rompe con lo simétrico, no es un pueblo nada aburrido. Yo además me dedico al color y Albarracín lo definiría como color, cálidos, asalmonados, rosas, ocres… Albarracín te lo ofrece todo, es un regalo para la vista, no tienes que hacer nada para que la obra salga rápido, si buscas unos días que no hay mucho turismo porque es irremediable que haya tanto turista.