Los redobles con más ritmo y los palilleos más intensos resuenan frente al Torico en la retreta
Unos 800 aficionados a tocar el tambor y el bombo participan en uno de los actos emblemáticos de la capitalLas manos de Joaquín Mateo movían nerviosas y emocionadas los palillos, que no llegaban a tocar el parche del tambor, mientras esperaba ayer en la calle del Tozal, junto a otros cofrades del Santo Sepulcro, su turno para salir a la plaza del Torico. La retreta es el acto que más le gusta de la Semana Santa y para la de ayer ha tenido que esperar dos años largos, muy largos, porque en la Pascua de 2018 llevaba el codo roto y no pudo tocar su tambor, que es la única forma en la que concibe vivir la Semana Santa desde que a los cinco años cogió sus primeras baquetas. Él, al igual que muchos de los 800 percusionistas que ayer participaron en uno de los actos señeros de la Pascua turolense, lleva cuatro meses preparando el toque de la retreta, el más especial de todos los que practican, porque, justifica, “los de las procesiones son todos los años igual”.