Los agricultores aseguran que nunca se habían enfrentado a una sequía tan grave como la que atraviesa actualmente el campo turolense. En estos momentos, con la siembra prácticamente terminada, miran al cielo esperando unas lluvias que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), no caerán durante todo el mes. De esta manera, afrontan la situación con “incertidumbre y desesperación” porque, sin precipitaciones, es probable que el cereal de invierno no llegue a nacer y que el dinero empleado se quede bajo tierra, junto a las simientes.
En la mayor parte de la provincia, la siembra comienza a mediados de octubre y se prolonga durante noviembre, dependiendo de la altitud. Este año, se han visto obligados a realizarla en seco porque apenas ha llovido desde que comenzó el otoño.
A pesar de esta circunstancia, aseguran que no habría problemas de nascencia si lloviera en los próximos días, aunque las previsiones de la Aemet no son halagüeñas.
(Publicado en la edición del viernes, 17 de noviembre)