Los siniestros en el campo turolense se multiplicaron por cinco el año pasado, cuando se vieron afectadas 69.544 hectáreas aseguradas frente a las 13.863 de 2016, según los datos aportados por la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro). La sequía afectó a 42.572 hectáreas, lo que supone el 61,21% del total de la superficie siniestrada, mientras que el pedrisco dañó 21.844, el 31,41%. Entre tanto, los cultivos más perjudicados fueron los herbáceos, con 68.480 hectáreas siniestradas, y las comarcas agrarias que se llevaron la peor parte, la Cuenca del Jiloca con 25.658 hectáreas, seguida de la Hoya de Teruel, con 16.798.
(Publicado en la edición del domingo, 21 de enero)