La iglesia de Cretas reabre sus puertas con la presencia de su ‘embajador’ más comprometido
El cardenal Omella presidió junto con el arzobispo de Zaragoza la ceremonia inaugural tras permanecer el templo tres años cerrado
Después de permanecer cerrada durante algo más de tres años, la iglesia de Cretas reabrió sus puertas ayer por la mañana con una ceremonia religiosa presidida por un arzobispo, el de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, y por un cardenal y también arzobispo, en este caso de Barcelona, monseñor Juan José Omella, natural del pueblo y que se convirtió en la figura central del evento, No en vano, el pueblo de Cretas quiso rendir homenaje a su arzobispo y cardenal dándole a la plaza de la iglesia su nombre, por ser “el mejor embajador” que ha tenido el pueblo, según las palabras de su alcalde, Fernando Camps.
Con esta misa, los cretenses dieron gracias por la reapertura del templo, después de cuatro meses de obras y de una inversión que rondó los 145.000 euros, tras acometer un proyecto de rehabilitación de la cubierta que ha supuesto su renovación integral e impermeabilización y que dio por solucionados los problemas de seguridad que se pusieron en evidencia en diciembre de 2014 con el desprendimiento de rellenos de la plementería.