Klaus Ehrlich: “Hay que mirar al turista senior, es activo, con dinero y puede viajar todo el año”
Entrevista al secretario general de Eurocitys, la Federación Europea de Turismo RuralKlaus Ehrlich es el secretario general de Eurocitys, la Federación Europea de Turismo Rural y en el mes de julio asistió en el I Congreso Mundial de Turismo Rural de Mora de Rubielos. Participó en una mesa redonda en la que se analizó la situación actual del turismo rural en Europa y se abordaron las premisas que hay que tener en cuenta para que el sector sea sostenible.
- Se habla mucho de romper la estacionalidad, ¿es una cuestión pendiente en toda Europa?
- Es un tema que afecta a todo el sector turístico europeo y se acusa especialmente en el turismo rural porque es de cercanía, de fin de semana. Sobre todo en España no hay tradición fuerte de pasar las vacaciones en el interior, entre otras cosas porque en general las vacaciones son en julio y agosto, que es cuando más calor hace y la gente quiere agua, va a la playa, por eso no hay esa tradición que puede haber en Francia, Alemania o Italia de pasar las vacaciones en una zona interior.
- ¿Cuál es la solución?
- Influenciar en la mente del consumidor, que se cree que el verano en el interior es inaguantable, que no se puede estar. Hay que comunicarlo, dejar claro al cliente que el interior es un destino también para vacaciones principales. Y sobre todo captar mercados que no son estacionales y ahí jugamos con la ventaja de que España como tal es un destino turístico conocido, bien promocionado en el exterior y existe una creciente demanda, sobre todo en el sector de las personas de 40 y 50 años y más mayores, sobre todo en los llamados senior, que van a ser el mayor número de clientes en todo el mundo porque son los años en los que más nacimientos hubo en toda Europa y son muy activos, están sanos, tienen buenas pensiones en general, por ahora, porque han trabajado con una cotización alta y pueden viajar todo el año. Por otro lado hay que contar con los recursos que tenemos aquí, que no son solo pueblos bonitos, sino muchas cosas que los que vivimos en los pueblos no valoramos porque siempre las hemos tenido, como los cielos oscuros para la observación astronómica.