El PSOE es el partido más votado en Aragón pero Ciudadanos tiene la llave del Gobierno
Los resultados dejan a merced de los pactos la composición del próximo Ejecutivo autónomoEl PSOE se ha convertido en la fuerza política más votada en Aragón con 24 diputados, 6 más que en las autonómicas de 2015, pero no podrá revalidar el pacto de investidura con las fuerzas de izquierdas, aunque sí podría gobernar si pacta con Ciudadanos, que ha pasado de 5 a 12 diputados. La otra opción para el futuro Gobierno es la suma de los partidos de derecha: el PP, como segunda fuerza y 16 escaños, podría alcanzar los 34 que suponen la mayoría absoluta si une sus votos a los de Cs, PAR y Vox, ambos con 3. En total, 8 formaciones estarán representadas en las Cortes de Aragón, más fragmentadas que nunca.
Los resultados de los comicios han acompañado al PSOE, pero no lo suficiente para garantizar que Javier Lambán siga al frente del Gobierno de Aragón. El PSOE ha logrado 24 escaños, 6 más que en 2015, pero está a 10 de la mayoría absoluta y tendría que pactar para poder gobernar y tan solo con Ciudadanos podría sumar.
El PP, por su parte, ha perdido 5 escaños respecto a 2015 y se ha quedado con tan solo 16. Aún así, la formación que encabeza Luis María Beamonte mantiene la segunda posición y no se ha visto superado por Ciudadanos.
La formación naranja, que superó en votos al PP en las pasadas generales, se queda con 12 escaños en el tercer puesto. Pero en su mano estará, previsiblemente, la llave del gobierno, pues podría optar entre apoyar al PSOE o al bloque de derecha.
El PAR de Arturo Aliaga baja a la mitad y se queda con tan solo 3 escaños.
Entre tanto Vox ha conseguido entrar en las Cortes aragonesas con 3 diputados.
Podemos es otra de las formaciones que más fuerza ha perdido al quedarse con tan solo 5 diputados frente a los 14 que consiguió hace 4 años.
CHA, que repetía con José Luis Soro como candidato, ha pasado de 2 a 3 escaños, mientras que IU mantiene su representación con Álvaro Sanz.
El candidato socialista a la Presidencia de Aragón, Javier Lambán, aseguró que esta victoria no permite “un minuto de descanso” y el PSOE hablará con todos los grupos parlamentarios y municipales desde hoy mismo.
Advirtió de que sería “una indecencia” por parte de algunos y una “contradicción con su ideario”, por parte de otros, que se “considerara a la extrema derecha de Vox como un posible aliado parlamentario”.
“Entiendo que Vox no debería contar ni para hacer mayorías en las Cortes ni para hacer mayorías en el Ayuntamiento de Zaragoza”, insistió Lambán, para quien no puede ser que partidos constitucionalistas se alíen para gobernar con un partido que desdeña la mayor parte de la Carta Magna como Vox y que un partido regionalista como el PAR, que funda su razón de ser en el Estatuto de Autonomía, intente pactar con quien quiere acabar con la propia autonomía aragonesa.
El candidato al Gobierno de Aragón, Luis María Beamonte, afirmó que los aragoneses han expresado en las urnas que quieren una “alternativa al gobierno radical de izquierdas”.
Por ello, aseguró que “mañana mismo” iniciarán los contactos con el resto de fuerzas para “intentar construir un modelo diferente de la izquierda radical”.
El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno de Aragón, Daniel Pérez Calvo, se siente legitimado para pedir “absolutamente todo” por ser el partido que más ha crecido en estas elecciones autonómicas, tras pasar de 5 a 12 escaños.
“Los aragoneses quieren un cambio”, aseveró Pérez Calvo, que se mostró abierto a dialogar con todas las fuerzas políticas, siempre dentro de las líneas rojas del partido, que estableció en el constitucionalismo, el populismo y el nacionalismo.
En este sentido, el candidato dijo que lo importante no es “con quién, sino para qué”, y aseguró que se pondrá a trabajar desde ya en los pactos. “De partido bisagra nada, tenemos la llave” del Gobierno, reafirmó Pérez Calvo.
El PAR aseguró que va a defender “una política de moderación y centrada en Aragón”. Podemos, “con desilusión y autocrítica”, CHA e IU lamentaron su incapacidad para frenar a la derecha, mientras que Vox celebró su entrada en las instituciones.