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José Iribas S. Boado

Cuando uno comienza a escribir en un diario, lo razonable y lo cortés es presentarse. Mi nombre, José, lo tenéis en la firma. Pero eso no dice mucho. Mis padres no se volvieron muy locos para elegirlo. Mi abuelo paterno se llamaba así.

Os cuento primero lo que para mí es más importante: estoy casado con “una chica” (a mi edad, 62 años, casi todas lo son); tenemos 5 hijos y un montón de nietos.

Profesionalmente, soy consultor educativo, abogado, mediador y experto en acompañamiento familiar y de pareja. Además, escribo artículos en algunos medios. Es lo que pasa superados los sesenta: el currículum se hace largo -y a veces aburrido-.

Mi relación con Teruel

Mi relación con vuestra tierra comenzó en Híjar, donde conocí a mis primeros amigos, cuyas raíces estaban precisamente allí. Éramos unos chiquillos entonces, y aún mantenemos una gran amistad.

Con el tiempo, mi vínculo con la ciudad creció. Ya que, como profesional, he tenido la oportunidad de hacer buenos amigos en Teruel.

Mi primer contacto con este diario fue con ocasión de una charla educativa que fui invitado a impartir. La organizaban la Fundación CAI y el Centro Ángel Sanz Briz. La conferencia, titulada Complicidad entre familia y escuela: claves para el éxito escolar, giró en torno a la importancia de una colaboración efectiva entre padres, madres y docentes para asegurar el éxito académico y -lo recalco- el crecimiento personal de los estudiantes.

Durante la charla hice hincapié en cómo la cooperación entre ambos entornos, el familiar y el escolar, genera un impacto positivo y duradero en los más jóvenes. No sólo queremos alumnos bien instruidos en lo académico, sino que necesitamos personas con corazón, con empatía, con un propósito vital y con valores. Educar trasciende lo meramente académico, aunque también lo incluya.

La entrevista que me realizóDiario de Teruel en esa ocasión fue una excelente oportunidad para destacar algunos de estos temas y compartilos con los lectores turolenses.

El porqué de El rincón de CampusHome

Actualmente colaboro especialmente con una residencia universitaria navarra que lleva dicho nombre. Esto me facilita una atalaya para observar la realidad de las universidades y seguir en contacto con jóvenes estudiantes. Quiero compartir contigo las posibilidades y hasta anécdotas que me ofrece estar ahí y, en general, vivir el día a día de la educación. Alguna vez, también hablaremos de otras cuestiones que piense que nos pueden aportar valor. O sobre las que, ya la actualidad, ya alguien, me sugiera escribir.

En fin, Diario de Teruel me facilita un espacio para la comunicación contigo que, confío, será enriquecedor. Me siento feliz por esta oportunidad de “estar” en Teruel.

A tu lado.