El programa Acompañando-T cumple expectativas tras dos años de funcionamiento

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, y las responsables de llevar a cabo el proyecto Acompañando-T de acompañamiento a personas que sufren la soledad no deseada, Patricia Blasco, Samantha Gómez y Celia Latorre, han realizado este miércoles una valoración muy positiva del mismo tras dos años de funcionamiento, resaltando que se han cumplido las expectativas y que esta iniciativa destaca sobre otras similares por el trato personalizado e individualizado a los usuarios que permite una ciudad del tamaño de Teruel.

El proyecto surgió tras la experiencia del programa “Aislados pero no solos” que se puso en marcha cuando comenzó el confinamiento debido a la pandemia de coronavirus, impulsado por el Ayuntamiento de Teruel y llevado a cabo por la Federación de Asociaciones Vecinales y Culturales de la Provincia de Teruel.

Responsables del programa Acompañando-T han asistido a jornadas sobre la soledad en Castellón (Villarreal) y Madrid, y han expuesto las características del mismo en foros celebrados en Zaragoza y Barcelona. Según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada de España, en 2016 un 11,6% de las personas se sentían solas, y en 2020 este porcentaje subió hasta el 18,8%, y los datos siguen aumentando tras la pandemia. Son principalmente mujeres, y el rango de edad con mayor incidencia es el de 16 a 39 años. Destacan las personas desempleadas, las que han tenido alguna pérdida y las discapacitadas. Este estudio hace referencia a la soledad social, la emocional y la existencial.

Experiencias

La asistencia a estas jornadas ha servido por una parte para aprender de otras experiencias y formarse y por otra para exponer el programa turolense. Se ha constatado que cuando una persona se siente sola, hay que involucrarla en su entorno y en la sociedad, y en Teruel eso se hace a través de las diversas actividades que se organizan.

En ese sentido, usuarios y voluntarios de este programa participan en actividades de gimnasia saludable, taller de manualidades, taller de juegos de mesa, cafés-tertulia, meriendas o almuerzos con productos elaborados por los propios usuarios, jornadas y encuentros de convivencia, celebración de días especiales, como la puesta del pañuelico en la Vaquilla o una actuación en el Día del Mayor.

El acompañamiento individualizado a los usuarios se realiza en su propio domicilio, con paseos por la ciudad, acompañando a estas personas cuando van al médico o de compras, por poner unos ejemplos. Por otra parte, se han realizado 124 encuestas con cuestionarios sobre la soledad en el medio rural, en localidades de menos de 200 habitantes como Armillas, Báguena, Cutanda, Cabra de Mora, El Castellar, Huesa del Común, Bueña, Burbáguena y Tramacastiel, cuyos resultados se están analizando.

Hasta final de año se ha previsto realizar charlas de concienciación en institutos de la capital, la exposición “Trazos de soledad, esbozos de esperanza” sobre el documental “La soledad de los que no existen”, proyección-tertulia del documental en la Universidad y celebración del Día Internacional del Voluntariado, entre otras actividades.

Objetivos

Entre los objetivos alcanzados desde la puesta en marcha del programa, destacan que cada vez son más las personas que piden ayuda por tener el sentimiento de soledad ellos mismos o sus familiares, que las personas que no solían salir de casa por miedo al Covid-19, ahora ya tienen una motivación para salir y acudir a las actividades programadas. También se ha ralentizado el deterioro cognitivo o físico de estas personas gracias al contacto con las responsables del programa o al propio voluntariado.

Y se ha observado que el 77% de los usuarios se han incorporado a una actividad colectiva, lo que se considera un porcentaje bastante alto, además se está llegando a personas de todas las edades que padecen este sentimiento de soledad, no sólo como usuarios sino que personas que realizan el voluntariado también han manifestado tener este sentimiento y su labor con los usuarios les ha ayudado: en las encuestas realizadas a los voluntarios, un 60% destacaba tener sentimientos de soledad, y de este porcentaje, el 88,8% afirmaba que, en alguna medida, vio reducido ese sentimiento gracias a acompañar a otras personas.

Emma Buj ha reiterado que este programa, que es uno de los que se siente “más orgullosa como alcaldesa”, está siendo referente a nivel nacional. “En Teruel nadie que no quiera estar solo tiene por qué estarlo”, añadía, recordando que el programa ha sido objeto de reportajes en distintos medios de comunicación y el documental realizado en colaboración estrecha con la Universidad acumula una gran cantidad de premios a nivel nacional e internacional. “Los turolenses tienen que sentirse muy orgullosos de lo que se hace en su ciudad, y de que Teruel sea una ciudad extraordinariamente solidaria. Forma parte de nuestro ADN, lo demostramos en cada ocasión y este programa es una muestra de ello”, concluía.

El programa cuenta en la actualidad con unos 40 usuarios y un número algo inferior de voluntarios.