El viernes que viene, a las 12 horas, 120 plataformas ciudadanas de 23 provincias han convocado un paro de cinco minutos para volver a decir, por enésima vez, que la pérdida de población y la discriminación respecto a otros territorios está matando a la España interior.
A nadie se le escapa que el anuncio de Teruel Existe, el motor de la reivindicación ciudadana en esta provincia desde hace 20 años, de ir a las elecciones generales ha solapado la convocatoria y le ha restado foco mediático.
Pero estaría bien que separáramos una cosa de la otra y que le diéramos al 4 de octubre la importancia que tiene.
La manifestación de Madrid, el primer acto convocado por la España Vaciada, fue un rotundo éxito y un enorme altavoz para nuestros problemas. Ahora, con este paro, tenemos la oportunidad de regresar de nuevo a la primera línea, porque está claro que el problema solo se atenderá si seguimos dando la turra.
Que miles de ciudadanos de 23 provincias salgan a la calle durante 5 minutos para gritar juntos que existimos y que queremos seguir viviendo en nuestros pueblos y ciudadades, no es habitual. Es más bien un hecho extraordinario y demuestra que ya no vamos cada uno por nuestro lado, sino que la España Vaciada se ha unido para que el clamor se oiga en todos los rincones.
La España Vaciada ha llegado para quedarse, para sumar esfuerzos, voces y propuestas y para visibilizar una realidad que muchos no han querido ver. Y no podrán decir que no se les advirtió, porque por lo menos aquí, en Teruel, se habla de la sangría de población desde hace décadas.
¿Y después del 4 de octubre? Pues entonces sí habrá tiempo para hablar de Teruel Existe, de su salto a la batalla electoral, de sus posibilidades de lograr representación o de cómo afectará esto a la movilización ciudadana turolense, siempre heterogénea y entusiasta.
Pero eso será el 5 de octubre. El compromiso de los turolenses con el futuro de nuestro territorio y la unión que hemos tenido siempre para reclamar lo que merecemos no se puede ver afectado por nada. El 4 de octubre, yo paro, porque quiero que todos vivamos en igualdad de condiciones.