La foto de portada de DIARIO DE TERUEL del domingo fue para el CV Teruel. El equipo acababa de perder el tercer partido de las semifinales de la Superliga y por primera vez en ocho años no estará en la gran final del máximo torneo del voleibol nacional.
En la foto se ve a un grupo de jugadores que son consolados por los aficionados. Hay caras largas en los primeros y resignación y aplausos en los segundos.
En esta tierra, en la que somos muy dados a valorar al que viene de fuera y en la que olvidamos a veces a los de aquí, me parece justo resaltar esa imagen.
El CV Teruel se ha convertido, por derecho propio, en una de las referencias del voleibol español. Se han hecho las cosas muy bien en el apartado deportivo y de gestión de club, pero también debemos resaltar lo que ha hecho la afición.
Hay un grupo de gente, denominada la Marea Naranja, que ha acompañado al equipo por toda España, apoyando a las duras y a las maduras. Sacando pecho cuando se consiguen títulos y consolando, aplaudiendo y apoyando todavía con más fuerza cuando se ha perdido.
En la pasada edición de la Copa del Rey, jugada en Leganés, el CV Teruel perdió ante Ca’n Palma, la bestia negra de esta temporada, pero los aficionados de allí seguro que no olvidan la presencia de la Marea Naranja. Por sus gritos de ánimo, su colorido y amor por el voliebol, pero, sobre todo, por su deportividad.
El archivo fotográfico de este periódico está repleto de fotos exitosas del CV Teruel. Hay imágenes de los jugadores levantando Superligas, Copas del Rey y Supercopas de España. Hay fotos de antológicas noches europeas y del pabellón de Los Planos repleto de gente.
Pero la foto de la portada del domingo merece un puesto de honor en esa colección. Es la imagen de un colectivo que ama a su equipo por encima de todo lo demás, que está orgulloso de ser de Teruel y del CV Teruel.
Enhorabuena Marea Naranja, el domingo volvisteis a ganar una vez más.