A José Luis Rodríguez Zapatero le pusieron la cara colorada en un programa de televisión cuando un ciudadano le preguntó por el precio de un café.
El expresidente del Gobierno intentó mostrar normalidad ante una pregunta que no esperaba y contestó que 80 céntimos, una respuesta que demostraba que hacía tiempo que no ponía los pies en un bar, o por lo menos que no sacaba la cartera.
A Marta Rovira, de ERC y a Inés Arrimadas, de Ciudadanos, les pasó el domingo algo parecido en el programa Salvados de Jordi Évole, pero esta vez con un tema bastante más serio y delicado y donde un político no puede fallar: la tasa de paro.
Ninguna de las dos acertó cuando el periodista les preguntó si conocían el porcentaje de personas que no tenían empleo en Cataluña.
Arrimadas, igual que Zapatero en su día con el café, intentó poner cara de normalidad ante la pregunta y dijo, mostrando contundencia, que entre un 19 y un 20%, según la estadística que se consultara -táctica para curarse en salud-, mientras que Rovira se limitó a confirmar el dato de su rival y a decir que la economía estaba mejorando en Cataluña.
Pues no, nada más lejos de la realidad. El porcentaje de paro en Cataluña es del 12,5% y el conocimiento de la realidad de algunos políticos es sonrojante.
¿En qué mundo viven estas dos candidatas? ¿Cómo es posible que no conozcan, aunque sea de manera aproximada, el porcentaje de paro en una Comunidad que pretenden gobernar a partir del 21 de diciembre?
El programa de Évole del domingo demostró que los políticos catalanes -y los de otros lugares, no nos engañemos- llevan demasiado tiempo envueltos en banderas y reivindicaciones territoriales y se han olvidado lo que realmente le importa a la gente.
Yo, si fuera ellas, me pondría las pilas y dedicaría la campaña electoral, que ha comenzado precisamente hoy, a poner los pies en el suelo y a enterarme de lo que está pasando.
Si tomaran más cafés en los bares, igual conocerían más datos de la realidad.