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Zorras

De repente hemos retrocedido 40 años
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Francisco Herrero
Lunes, 5 de febrero. Moët

Cuenta eldiario.es que el Ayuntamiento de Cuarte de Huerva se ha gastado 585 euros en un “ágape de fiestas” en una fecha en la que no había fiestas; 104 euros en un aperitivo con el concepto “visualización partido selección”; 290 euros en un almuerzo; 53,50 euros en un roscón de reyes; 1.596 euros en “fruta para almorzar”; o tres botellas de Moët Chandon con destino indefinido. Como diría Rafa Maza: “¡Ahora, sí! ¡Mira! ¡Moët! ¡Claro que sí!”. No sé. Es como si el pueblo estuviera invitando al viaje privado de varios miembros del equipo municipal a una corrida de toros.

Martes, 6 de febrero. Camaradas

Leo el manifiesto de la convocatoria de movilización del sector primario firmado por no se sabe quién y, así, que mis camaradas se olviden de mi apoyo. Nos vemos el jueves.

Miércoles, 7 de febrero. Quédate en casa

Corre por ahí un reportaje de El País de la semana pasada donde se ven a novias que se quedan en casa, a expensas económicas de su hombre. Me imagino a amas de casa estafadas por la publicidad, frota que te frota en la batalla diaria contra la suciedad, como diría el Pingüino, pero no. Veo chicas dando de comer a perros que tienen una existencia superior a la de algunos seres humanos, poniéndose bellas frente al espejo —sin rastro de rulos o redecillas—, mirando el móvil, comiendo comida a domicilio o yendo de compras de moda —nada del mercadillo de los jueves.

Siempre ha existido la figura de la mantenida. Ahora cualquiera puede ser una mantenida, parece ser. Yo también quiero ser una mantenida. Las zeta “aspiran a una vida más cómoda”, dice el artículo. Los equis también, añado yo. Lo que pasa es que el vulgo, tanto zetas como equis, a lo sumo que podemos aspirar —antes, ahora y siempre— es a ser amas de casa estafadas por la publicidad y a aguantar la tiranía del amo de la cartera.

Jueves, 8 de febrero. Facha o republicano

El pleno del Ayuntamiento de Cascante del Río decidirá la semana que viene sobre si se somete a referéndum el reconocimiento de los méritos del arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel, supuestamente nacido en el pueblo aunque haya pocas dudas, dando su nombre a una de las calles del municipio o instalando una placa conmemorativa. Lo primero que me ha venido a la mente es que igual Juan fue un facha recalcitrante o un republicano furibundo; va a ser que no, que nació en el siglo XVII. Hemos llevado tan lejos eso de las dos Españas que ya no puedo pensar en otra cosa.

Juan desarrolló su carrera profesional en la ciudad de Valencia, donde trabajó en la construcción de algunas de las iglesias barrocas más conocidas y fue maestro mayor del capítulo de la Catedral. También es el artífice del claustro del monasterio de Santa María del Puig. Juan tiene a su nombre una calle en el barrio de Torrefiel de Valencia, gracias a una decisión municipal tomada en septiembre de 1940.

Viernes, 9 de febrero. Feminismo divertido

¿Es divertido el feminismo? Pedro Sánchez dijo el lunes que sí. Carmen Lumbierres dice hoy en El Periódico de Aragón que lo que representa el feminismo “es de todo menos divertido”. Y Najat el Hachmi reivindica hoy en El País “no me llames zorra”, fabulando con una canción titulada Mora. Eso en el Partido Popular no se lo cuestionan tanto. Incluso jalean la versión de la canción de Nebulossa hecha en el programa Polònia de TV3 con la Isabel Díaz Ayuso de pega cantando Facha. ¡Eso sí que es una apropiación y resignificación del insulto!“¿Es legal, como en el caso del maricón Bibí Andersen, una transformación de sexo? ¿Continúa siendo legal que ese ‘ser’ especule con ello, siendo hombre cuando le conviene y mujer cuando le interesa?”, se preguntaba Fernando Martínez Sillero en la tribuna abierta de Diario de Teruel del 20 de agosto de 1984. Hoy, un discurso similar lo defiende cierto feminismo, que ha vuelto al primer plano con la victoria de Nebulossa en el Benidorm Fest.

DIARIO DE TERUEL dudaba en 1978 si denominar a la artista malagueña como “invitado” o “invitada”; en 1984, como convidada al Un, Dos, Tres, la presentaba como “Manolo Fernández Chica”; en 1989, informaba este periódico que cuatro jóvenes estaban en libertad en Badalona tras haber lanzado huevos contra Bibí Andersen durante el pregón de las fiestas, un acto al que “no se le debe dar más importancia”, según el concejal de Cultura; en 1999 ya todo el mundo conocía a Bibí como Bibiana Fernández pero, aun así, Diario de Teruel se refería a ella en 2007 como “Bibiana Fernández, antes Bibi Andersen”.

Pues bien, hay todavía hoy quien quiere llamar Manolo a Bibiana. Es de esperar proviniendo de ciertos grupos, pero de otros no deja de ser una sorpresa desagradable. Parece que hayamos retrocedido de repente cuarenta años. Creo que el feminismo no es ni divertido ni triste. La lucha del feminismo, eso sí, será divertida o no será. De eso estoy convencido.

Sábado, 10 de febrero. Oferta y demanda

La profesora turolense de Economía Ana Almazán se convirtió ayer en tendencia en España porque justificó  en redes sociales la existencia de Mercadona para que el sector agrícola pueda vender sus productos. El mensaje alcanzó la friolera de más de un millón de visualizaciones, con lo que alcanzó una audiencia muy superior a la que nunca consiguieron las portadas de Chema López Juderías. El comentario de Ana me ha hecho reflexionar y, tal vez, he encontrado una respuesta al problema del sector primario. A lo mejor, lo que hace falta es un mercado perfectamente competitivo —¡quién lo diría!—que siga del modo más simple la ley de la oferta y la demanda. Por el lado del sector productivo, en estos momentos, es la demanda quien está marcando el precio de corte entre las curvas, obligando a la oferta a aceptarlo independientemente de las existencias disponibles. Si el precio es bajo, ¿por qué no se deja de ofrecer producto? A lo mejor es porque el mercado no es perfectamente competitivo y las corporaciones que comienzan a dominar toda la cadena, desde la producción hasta la venta final, siguen suministrando provisiones. ¿Dónde está el Derecho de la competencia en la Unión Europea?

Por otra parte, en el lado del consumo final, parece que nadie tiene en cuenta el poder de la demanda. No entiendo por qué se echa la culpa a las grandes cadenas de forma sistemática. El supermercado tiene una oferta y el consumidor tiene el poder de compra. ¿Ofrece la tienda naranjas en agosto y uvas en abril que, por supuesto, vienen de la Conchinchina? Pues a lo mejor no hay que depositar ese producto en el carro de la compra. Y, ojo, esto no aplica solo a las grandes superficies; habría que hacer lo mismo con el pequeño comercio. En poco tiempo, o bajará el precio o desaparecerán del lineal. Si al mirar la etiqueta y ante un desacuerdo con el origen, el modo de producción o la falta de información, se dejara el producto en el estante, otro gallo cantaría. Pero, claro, para esto hay que vencer a la tentación de comer aguacates, porque dicen que son fuente de eterna juventud, y dedicar tiempo a leer.

Domingo, 11 de febrero. Billete a ninguna parte

Tracy Chapman ha vuelto a la actualidad por haber actuado en la entrega de los premios Grammy. Me planteo, como ella en Fast Car, tomar un billete a ninguna parte. El destino es lo de menos. Tampoco hay mucho que perder y nada de lo que dar pruebas.

Chicos de barrio

He vuelto a la calle Juan Pérez. Al final me he dado cuenta de que la única verdad está en los barrios, unos barrios de los que había que salir para conocer mundo. Nadie nos persuadió de que en el barrio mantienes el contacto con la realidad y que sin el vecindario te convertirás siempre en alguien mucho más manipulable.