Lunes, 4 de marzo. Filtros
“Putas”, “mamadas”, “la puta del otro día” y “fiestas” son los conceptos de algunos de los bizum, según El Español, que recibió Koldo García de parte Rubén de Aldama, con unos importes respectivos de 50, 360, 40 y 40 euros. No estamos hablando de cantidades desorbitadas, pero teniendo en cuenta que el Caso Koldo rezuma Varón Dandy a raudales, como escribió la semana pasada la politóloga Carmen Lumbierres, son cifras realistas.
La solemnidad con la que trata El Español este asuntillo del concepto de los bizum, a lo mejor, hay que relativizarla. ¿Quién no se ha inventado en alguna ocasión un mensaje ingenioso al enviar una transferencia? ¡Que levante la mano! El talento en la trama de Koldo es escaso, así que no hay que extrañarse de la querencia por el humor añejo. Mucho se ha hablado de que si escribes palabras y frases clave como “guerra”, “armas”, “secuestros”, “cuota de Al Qaeda”, “Putin” o “para la coca”, el banco bloquea la transacción inmediatamente, recibes una llamada y pasas a formar parte de la lista de personas en vigilancia. Es curioso que nadie se haya parado a pensar por qué a Koldo no le aplicaron esos filtros.
Martes, 5 de marzo. Todos somos Arturo
Concha Hernández ha relatado esta mañana en SER Teruel el debate sobre una moción del PSOE en el pleno del ayuntamiento de la capital sobre la organización de una serie de actos para conmemorar el 90 aniversario de la Batalla de Teruel. El Partido Popular ha rechazado la propuesta porque es un tema que no interesa a la sociedad. Hay que ser consecuente con la derogación de la Ley de Memoria Democrática en las Cortes de Aragón, digo yo. “El problema en un debate como este surge cuando se confunden nombres como le pasó a la portavoz de Vox, Elena Fernández”, ha comentado Concha. “El experto en la Guerra Civil a quien se refiere en su moción, Arturo Barea, era un antifascista miembro de la UGT que abandonó a su mujer y a sus cuatro hijos para irse con su amante Ilse a París”, expuso Elena. “Elena, pone Antonio Barea, no Arturo Barea”, respondió el socialista José Guillén, aclarando que Antonio presentó hace unas semanas un libro sobre la Batalla de Teruel. “¡Ah, bueno! Yo tengo aquí este Arturo que también es”, replicó Elena, a lo que José contestó: “Arturo… Mi hermano también se llama Arturo. Un poco de seriedad, Elena”. Mira, José, que da igual que sea Arturo, Antonio o Pedro. Que son cosas que no interesan a la sociedad.
Miércoles, 6 de marzo. El sastre del campillo
La Agencia de Protección de Datos ha prohibido a Worldcoin seguir recopilando en España datos del iris. Parece ser que la empresa pagaba con unas criptomonedas a quien se dejase escanar el ojo. Vamos, como si unos tunantes te ofrecieran un adoquín del Pilar por tu huella dactilar, número de DNI y firma. Pero la gente parece ser que iba como moscas a la miel a por los criptoactivos, sin pensar en las consecuencias. Me dicen, por otra parte, que están de moda unas tiendas donde puedes hacerte un cuadro con la fotografía de tu iris, que te inmortalizan allí mismo. En este caso es ya como el sastre del campillo, que cosía de balde y ponía el hilo.
Jueves, 7 de marzo. Ultramar
El concejal de Valencia, catedrático de Derecho civil y miembro de la Real Academia Ciencias de Ultramar de Bélgica, Juanma Badenas, ha publicado un vídeo jaleando a un señor vestido de torero y cantando el pasodoble Y viva España para celebrar el compromiso de Vox con “España y la Constitución para que una moción progre, sectaria y discriminatoria como la del 8M no haya sido aprobada por vez primera en el Ayuntamiento de Valencia”. Y eso que la autoría era del PP. Pero, como siempre, Juanma con lo que interesa a la sociedad: en Valencia retirará el nombre del antifascista asesinado Guillem Agulló de un paseo por ser “una imposición de una parte de los valencianos” que ahora está en la oposición. Cero rencor.
Viernes, 8 de marzo. Felicitarse
“Quiero concluir felicitándome y diciendo que gracias. Gracias a todas las personas que lo han hecho posible”, declaró ayer el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ante la prensa. No tiene abuela, este Félix. A ver, ¿quién te quiere más que tú mismo? Bien que haces, Félix. Felicítate. Ya tendrás tiempo para fustigarte con las críticas de la carcunda.
Otro que se felicita a sí mismo es Sergio del Molino. La periodista Emma Zafón ha amplificado un mensaje del muro de Facebook del autor de La España vacía donde afirma, a horas escasas del 8M, que ha disfrutado un día hogareño en el que ha tenido tiempo para leer un libro y pico, ver una película, escuchar un disco, caminar diez kilómetros, comer comida casera con su mujer, jugar a la consola con su hijo tras el colegio, ver en directo un concierto de Sokolov y cenar a deshoras: “Así vamos haciendo las cosicas, una detrás de otra. No hay mucho misterio si te dedicas profesionalmente a estas cosas”. Sergio no ve necesario enumerar si ha limpiado la taza del váter, si ha recogido al retoño de la escuela o si ha hecho el pedido en línea a Mercadona. Debe ser que son tareas de segunda o, lo más probable, tareas que él no realiza.
Sábado, 9 de marzo. Desconocidos
Esta semana he ido a ver la última de Andrew Haigh, Desconocidos. He compartido sala con unas calvas sacadas de entre el público del Benidorm Fest que creo que han salido con una decepción de tres pares y pidiendo la dimisión del jurado, digo, del coproductor de Looking. Álex Vicente escribe hoy una crítica del filme en Babelia donde resalta que hay que ver más allá de “la identidad trágica” y la “cadena perpetua a base de vergüenza y soledad”. ¿Por qué tendemos a identificarnos siempre con la historia que nos cuenta la pantalla, aprobando el relato si se corresponde con nuestra existencia y rechazándolo si no atestigua nuestra experiencia vital? La crítica con menor puntuación en Filmaffinity reseña que la película “está dirigida a un público homosexual. Si eres hetero te recomiendo que veas otra cosa”. Pues ya estaría.
Domingo, 10 de marzo. Ya están aquí
Mientras lees estas letras, Portugal vota para elegir la representación en la Asamblea de la República. Leí ayer en El País que António Costa, el exprimer ministro, deja una economía vigorosa, pero con unos servicios públicos deficitarios. António, que no Pedro, llegó al poder mediante una moción de censura, como Pedro, y se ha ido por las dudas sobre un asunto de corrupción en el que ni ha sido acusado ni imputado. La duda hoy es la relevancia que tomará Chega!, un movimiento de ultraderecha que, según la Dulce María Cardoso, es un monstruo que solo estaba dormido y que los socialistas portugueses han alentado por un “gobierno negligente y arrogante”. La escritora se pregunta cómo luchar contra la ola populista y se autorresponde “no lo sé”. No hacen falta tantas alforjas para tan poco viaje.
La imagen de la semana. Teruel es feminista
El viernes, durante la manifestación del 8M en Teruel, hubo una parada bajo la sede de Vox. “Ista, ista, ista, Teruel es feminista” se escuchaba a la altura de la oficina principal de la Ibercaja. Al acercarse la comitiva a las cuatro esquinas comenzaron a oírse pitos. Estábamos a escasos metros del local del partido del vicepresidente del Gobierno de Aragón. Algunas de las proclamas que se percibieron allí fueron “estamos hasta el culo de los machirulos” y, sobre todo, “la ultraderecha nos está asesinando”. Este último lema es más propio del 25N, pero no está de más recordarlo. Es una alegría ver que en Teruel no hay división en el movimiento feminista. No hubo dos convocatorias como en otras ciudades. De todos modos, durante la lectura del manifiesto hubo un gesto que, bajo mi punto de vista, sobró. Quien estuvo allí pudo observarlo como pude yo. Fue un gesto que invita a la reflexión.