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Segunda vida. Hubiera dado mi reino por un trote sobre la fama Segunda vida. Hubiera dado mi reino por un trote sobre la fama

Segunda vida. Hubiera dado mi reino por un trote sobre la fama

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Francisco Herrero

Lunes, 27 de noviembre. María, María

Corría 1973 y la mexicana Imelda Miller ganó el Festival de la OTI con la canción Qué alegre va María. Nada pudo hacer Camilo Sesto con Algo más. En España pudimos escucharla con una calidad de sonido similar a la de la radio en onda media, pero al menos nos llegaba la imagen en color. Eran las cosas de los satélites de la época. La letra de Sergio Esquivel contaba la historia de María, que iba “caminando por la ciudad platicando a su niño”, un bebé “que pronto vendrá”. María “no comparte la espera, sola cuenta los días” y en sus ojos “no hay penas de ayer”.

Pues bien, la semana pasada fue noticia una estadística del INE comparando el número de madres solteras en 1975 y el actual. “Si en 1975 nacían más de 650.000 hijos de mujeres casadas, en el 2022 apenas superaban los 150.000, el mismo número que de mujeres solteras”, apuntaba Carmen Lumbierres en El Periódico de Aragón, señalando que en estos momentos se esta “igualando la decreciente” natalidad “proveniente de un modelo de relaciones familiares en crisis, y la casi inexistente” tasa de madres solteras “en 1975, que ahora se aúpa como el modelo mayoritario”.

España dio un puntito a la canción de Imelda en 1973. Nuestro jurado prefirió Poema para el olvido de la venezolana Mayra Martí y El mundo gira por tu amor de la peruana Gabriela de Jesús. La María de Imelda, en el fondo, era un reflejo de la propia cantante mexicana. Imelda se había quedado embarazada del ventrílocuo casado Paco Miller, del cual adoptó el apellido, rechazando casarse con él por la diferencia de edades y los divorcios previos del amante. No sé ni cómo le dimos un punto a Imelda.

Martes, 28 de noviembre. Un chollo

Entro al Sabeco y me recibe un cartel donde pone “¿Quieres tener tu propio supermercado?” y acaban de crear una necesidad. No sé qué condiciones pondrá el Sabeco para hacer ese sueño realidad, pero lo cierto es que en estos momentos hay una buena oportunidad en el portal Escrapalia, según el diario económico Cinco Días. Hay una subasta de diez tiendas, una nave almacén con sala de despiece y una flota de tres camiones frigoríficos. Son bienes que pertenecen a la cadena Fricarne, en la Comunidad Valenciana. Cada uno de los lotes ha salido por una puja inicial de 150 euros, a lo que hay que sumar sobre 1.000 euros en concepto de gastos de gestión. Un chollo, vamos. Las tiendas no son en propiedad, por lo que hay que subrogar el contrato de alquiler, pero es un detalle sin importancia.

Miércoles, 29 de noviembre. Sonia y Selena

Cuéntame ha acabado y lo ha hecho a lo grande, bailando con Sonia y Selena. Una gran elección, porque el intrascendente éxito veraniego de estas diosas sigue presente en nuestra mente veintitantos años después. En el canal de Youtube de un tal Gustavo, maestro valenciano de Educación Infantil y bon vivant, se las describe como un “recauchutado dúo [que] para vergüenza patria no fue elegido [para Eurovisión]; sin embargo, nos queda su legado, nos quedan las tetas de la rubia desafiando a la fuerza de la gravedad, [de su presentación] nos quedan los macetones que decoran el escenario, nos queda el público sentado en mesas y bebiendo coca-colas desventadas y nos queda la indiferencia que siempre generó la morena”. Ahí ha radicado el éxito de Cuéntame. La serie ha sabido rebuscar en los archivos seleccionando los temas pop de cada época. Y eso no es tan fácil como parece.

Jueves, 30 de noviembre. Bananalandia

Arnaldo Chamorro, alto cargo del Gobierno de Paraguay, ha firmado un documento de cooperación con los Estados Unidos de Kailasa apoyando la admisión de ese país de fantasía en varias organizaciones internacionales. “¿Usted no leyó lo que firmó? ¿Yo mañana le puedo llevar al dueño de Bananalandia y usted le va a firmar esto y le van a recibir con el ministro, Don Arnaldo?”, le reprocha Mabel Rehnfeldt, periodista de la emisora de radio paraguaya ABC Cardinal, a Arnaldo, ya destituido como jefe de gabinete del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay, reconociendo que no tenía ni idea de dónde se encuentra ese país, Kailasa. Carles Puigdemont ha perdido una oportunidad de oro.

Viernes, 1 de diciembre. Traslado

El servicio de otorrinolaringología del Obispo Polanco se va a quedar más vacío que Second Life. Heraldo de Aragón informa que todo el personal médico ha solicitado el traslado tras un año y ocho meses. Vamos, lo mismo que pasa en los bares y multiservicios rurales, pero en este caso se llora mucho más la pérdida.

Sábado, 2 de diciembre. Artistas

“Hay dos clases de gente nada más, los artistas y todos los demás”, cantaba la recién fallecida Concha Velasco. ¿En qué sección te encuentras tú? Yo estoy en “todos los demás”, aunque hubiera dado mi reino por un trote a caballo sobre la fama. Solo me faltó estar dispuesto al martirio por mi fe y pronunciar cuatro palabras mágicas. A lo mejor hasta ponían mi nombre como apellido de algún edificio de renombre en la capital.

Domingo, 3 de diciembre. Los ricos también peden

Ayer vi el primer episodio de la serie documental sobre las Pombo en Amazon Prime, producida por Mediterráneo, una filial de Mediaset. Hoy haré un maratón para acabar con el culebrón. Engancha. Hay un momento en el que aparece uno de los yernos, Álvaro López Huerta, en la habitación del patriarca Vituco Pombo y el papín le pide que le apriete “un poquito aquí”, en la tripa, porque “está malito”. Se oye un pedo sonoro. “No sabes qué sufrimiento, Álvaro”, asegura Vituco, añadiendo: “En mi familia ha habido siempre mucha afición por el cuesco. Hemos sabido tirárnoslos con mucho arte. Hay que saber aprovechar el momento, hay que saber hacerlo bien”.

María Pombo se dedica a las redes sociales “y nada más”, según ella misma. Marta Pombo es “influencer; bueno también soy autónoma; soy empresaria”. La docuserie está aderezada con numerosos vídeos caseros de cuando las Pombo eran pequeñas. Así que no es de extrañar que encuentren normal estar todo el rato registrando el día a día, incluso el desayuno familiar. Escribía ayer Javier Gascó en la contraportada de Diario de Teruel que las Pombo son, en apariencia, una familia normal, aunque a cada segundo que pasa van derivando hacia la anormalidad por los lujos que disfrutan. “Igual el raro soy yo, pero pienso que la gran mayoría de las familias españolas de la actualidad siguen pareciéndose más a lo que los Alcántara transmitían” en Cuéntame, comenta Javi. A ver, va a ser que sí cuando se arrancan con Sonia y Selena, pero no me cuela cuando alguien de la familia ha estado presente en todos los eventos relevantes de España entre 1968 y 2001.

La imagen de la semana. Urbanismo táctico

El urbanismo táctico ha sido la versión de bajo coste de las renovaciones urbanas que diversos ayuntamientos progresistas han aplicado en las políticas de planificación vial. La cosa va de poner cuatro rayas en el suelo, o cuatro maceteros, para cambiar los usos de una vía pública. Los gobiernos progresistas pensaban que estarían en el poder hasta la eternidad. No ha sido así. Y los nuevos equipos conservadores lo primero que han hecho ha sido borrar los dibujitos y retirar los tiestos, una intervención sencilla y barata como en su día fue implantar la actuación de guerrilla. Los partidos de derecha lo tienen mucho más claro: hay que gastarse las perras en legar obras duras difíciles de revertir, por inútiles y obsoletas que sean. Hay quien sabe dejar legados a la posteridad y quien prefiere derramar sus cenizas en el mar. En una urna biodegradable, claro.