Las Elfas solidarias y otra gente buena
Hace tres años tuve la oportunidad de realizar el máster de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Zaragoza. Tenía mucho interés en adquirir unos conocimientos en el mundo de la cooperación internacional que me ayudaran a cumplir los objetivos que me había propuesto un tiempo atrás. Ese mismo año, el 2021, fue muy intenso por el cúmulo de acontecimientos familiares, personales y profesionales.
En ese máster tuvimos mucha suerte con los profesores y expertos invitados. Venían a las aulas para tratar temas relacionados con la medicina y atención sanitaria, educación, logística o bien agricultura y medio ambiente. En una ocasión vinieron a darnos una sesión Ana y Verónica, dos profesoras de un colegio público de La Puebla de Alfindén (Zaragoza). Nos hablaron de los huertos solidarios, de una educación comprometida con los más necesitados.
Como sabían de mi trabajo en África, me pidieron que les diera unas sesiones sobre la educación en Kenia durante unas jornadas de sensibilización. En los pasillos del colegio instalaron una exposición con mensajes y fotografías mías realizadas en las escuelas de los suburbios de Nairobi. Se montó también un mercadillo solidario en el que se ofrecían juguetes y libretas hechas por los propios niños. Este año se ha hecho además un magnífico festival solidario en el que han colaborado casi todos los grupos artísticos de La Puebla de Alfindén gracias al tesón e ilusión de Vero. Con los beneficios del mercadillo solidario, venta de entradas y algunas aportaciones generosas, se han conseguido unas becas que van a servir para pagar la educación de niños de familias sin recursos.
Las promotoras de esta iniciativa son varias profesoras comprometidas y un grupillo de alumnas sensibilizadas con los problemas de África, las famosas Elfas de Los Albares. Estas elfas están ansiosas por llegar a la mayoría de edad para poder encontrarse con sus amigos de Kenia y colaborar en el desarrollo de Viwandani y Mukuru, dos de los Slums más pobres de Nairobi.
Este año ha sido Bea, otra profesora que participó en los proyectos del colegio de La Puebla de Alfindén, quien trasladó al grupo de Colegios Rurales Agrupados de El Ebro, compuesto por los de Gelsa, Velilla de Ebro y La Zaida, la idea de realizar un mercadillo solidario, con actividades en las que se los alumnos pudieron conocer de un modo más cercano la realidad de África.
Gracias a estas iniciativas se colabora en la educación de niños de familias sin recursos, facilitando que muchos de ellos puedan tener la posibilidad de acceder a la educación superior. Este es el primer paso para formar a personas que podrán contribuir al desarrollo integral de África. Aunque aparenten estas acciones ser de poca entidad, el beneficio obtenido es importante, similar a la lluvia que cae sobre una tierra reseca y que hace germinar las semillas de la esperanza y de un futuro más justo y equitativo. Semillas que darán nuevas semillas y favorecerán a que los desiertos se conviertan en fructíferos y hermosos trigales. Gracias.