![La estrella de la vida (I)](/uploads/diariodeteruel/contenidos/74481_250211-19-01.jpg)
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El año pasado por estas fechas vaticiné que el espectáculo cultural más destacado de 2024 en la ciudad de Teruel, iba a ser el organizado por el grupo ArteSonado en la catedral. Creo que no me equivoqué. Si el primer año el tema fue el cristianismo, este ha hecho referencia a la cultura y a las músicas sefardíes. Una vez más ArteSonado ha vuelto a sorprender, en esta ocasión con la segunda parte de esta trilogía. Ahora sólo nos queda esperar a que llegue 2026 para poder deleitarnos con la música de inspiración árabe y de la cultura de una época desconocida para la mayor parte de los ciudadanos.
No me quiero extender en todo el contenido del Ciclo Internacional de Música y Arte Medievales Ciudad de Teruel, ya lo ha hecho, y muy bien, el Diario de Teruel. Sólo mencionar las magníficas conferencias que se impartieron, destacando la de la profesora Asunción Blasco, sobre la que me gustaría dedicarle unas líneas en próximas semanas
ArteSonado ha vuelto a engatusar a todos los que llenaron la catedral de Teruel. Su espectáculo ha contado una hermosa historia mediante la música, la danza y la representación teatralizada. Y lo han hecho con sencillez, con naturalidad, sin grandes artificios o licencias pretenciosas. Han sabido colmar las expectativas de un público que ya iba dispuesto a sorprenderse con unas melodías e historias de siglos atrás. Si hermosa es la leyenda que nos han contado, no menos es la música, las voces y las danzas con que lo han hecho. Además, si añadimos el trabajo de iluminación y sonido de Jorge y Jesús Puerto, y el magnífico escenario del retablo catedralicio de Gabriel Yoly del siglo XVI, podría calificar este evento cultural con la matrícula de honor, con la seguridad de que todo el que pudo deleitarse con él tiene la misma opinión.
En estas líneas que me quedan me gustaría sugerir a ArteSonado que siga trabajando con la misma ilusión con que lo han hecho hasta ahora, que fomenten este tipo de actuaciones culturales en favor de la música, la historia y la esencia de esta tierra, de modo que renazca de su olvido centenario. Para ello me atrevo a sugerir a ArteSonado, a los grupos musicales colaboradores, a la Diputación de Teruel a través del Instituto de Estudios Turolenses, y al Ayuntamiento de Teruel, que realicen una propuesta para que esta representación se pueda admirar fuera de nuestras mugas. Estoy seguro de que en las otras capitales aragonesas, y otras ciudades de la ruta de las Aljamas de Aragón, recibirán con entusiasmo este magnífico trabajo.
Y como soñar es gratis, qué bonito sería que pudiera llegar a otras comunidades de la antigua Corona de Aragón y aquellas plazas de la vieja Castilla, en la que también convivieron, no siempre en paz, las tres culturas y religiones. Puede ser una hermosa manera de que la música y la historia nos permitan conocer un poco más quienes fuimos y a dónde vamos.