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Caminos con historia Caminos con historia

Caminos con historia

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Sofía González Millán

Hace un tiempo escribí esta frase: “Todos los caminos llevan a un mismo lugar, otro camino”. Porque así es nuestra vida, un conjunto de caminos que recorremos con mayor o menor éxito, que se cruzan y entrelazan con otros, para llevarnos de nuevo a otro camino que transitar.

Los dos caminos de los que os voy a hablar hoy tienen su propia historia, el primero de ellos, el más antiguo, hace referencia a la llegada del Cid Campeador a nuestras tierras. El segundo hace referencia a las vías de tren que serpenteaban por nuestra geografía. Ambos están presentes en la comarca del Jiloca donde se ubica Burbáguena, pero, por una causa o por otra, creo que no son lo suficientemente conocidos.

Comenzaré por el Camino del Cid, el famoso caballero medieval que vivió en el siglo XI. Todos conocemos su verdadero nombre, Rodrigo Díaz de Vivar, pero tal vez muchos desconozcan de dónde viene su sobrenombre, el Cid Campeador.

Por sus múltiples éxitos en diversas batallas ya se le conocía como el Campeador, o lo que es lo mismo, el batallador. Pero no fue hasta el año 1094, cuando tomó la ciudad de Valencia, cuando empezó a recibir el tratamiento árabe de “sídi” que significa mi señor, origen del sobrenombre de mio Cid o el Cid, con el que sería conocido posteriormente.

No voy a hablar aquí de todas sus gestas e historia porque no cabrían en este artículo, solamente quería resaltar la importancia histórica de sus acciones aquí en la comarca, dejando por ejemplo su impronta en alguno de los nombres de los pueblos cercanos, como por ejemplo El Poyo del Cid. Allí se instaló durante un tiempo junto a sus tropas, así aparece en el cantar del Mio Cid, así como también Monreal del Campo. Esta parte de la ruta del Cid es conocida como la Ruta de las Tres Taifas.

Hace unos días los alumnos del CRA donde estudia mi hija, realizaron a pie parte de esta ruta, obtuvieron los sellos de los ayuntamientos y conocieron un poco más de la historia de este personaje medieval. En ese momento me di cuenta de la importancia de hacer uso de los recursos que poseemos, tenemos aquí mismo un legado que debemos valorar y preservar, y desde el colegio reconocen y este valor y así se lo transmiten a sus alumnos.

Mi hija tiene cuatro años y después de la excursión y de toda la semana de actividades relacionadas con el Cid, conoce un poco más de historia y sobre todo la siente cercana y real, más real que lo que pueden contar solo los libros. Por otro lado tenemos la vía verde, perteneciente a la Vía verde Santander-Mediterráneo, realizada sobre las antiguas vías del ferrocarril. La recuperación de este tramo permite enlazar esta vía con la Vía Verde de Ojos Negros, que en la actualidad es la más larga de España (unos 180 kilómetros de verdor).

Este camino que une nuestros pueblos, es la manera perfecta para hacer rutas toda la familia, ya que se puede recorrer a pie o en bicicleta, no presenta desnivel y el firme es muy estable, pues tiene aspecto de tierra compactada.

Es una forma de conocer y disfrutar de nuestro territorio de una forma lúdica y realizando deporte a la vez.

Y hablando de caminos, quería aprovechar para dar las gracias a este medio, el Diario de Teruel, y en especial a su director, porque en esta semana se ha cumplido un año desde que inicié este camino escribiendo mi propia columna.

Está siendo una experiencia única, me está ayudando a ser constante escribiendo y además puedo hablar de todo lo que me apasiona, sobre todo relacionado con el pueblo y mis vivencias en él. Espero seguir caminando con vosotros mucho tiempo más. Feliz camino a todos.