La plantilla del Valencia Basket posa con el trofeo de campeones. Paula Argente
Valencia Basket y Joventut Badalona se proclaman campeones en el Torneo de Navidad de la comarca Gúdar-Javalambre
Los valencianos se impusieron en la final masculina al Unicaja Málaga y las catalanas superaron al Movistar Estudiantes en la femenina
Mora de Rubielos volvió a acoger las finales del Torneo de Navidad de la comarca Gúdar-Javalambre, que pusieron el broche de oro a un nuevo fin de semana con el mejor baloncesto de formación del país como principal protagonista. Después de un buen puñado de partidos, solo cuatro equipos -Unicaja Málaga y Valencia Basket en la categoría masculina y Movistar Estudiantes y Club Badalona Joventut en la femenina- aspiraban a proclamarse campeones de una nueva edición de una de las grandes citas del calendario. El espectáculo no defraudó y las chicas del Joventut superaron a las del Estudiantes en un duelo de alta intensidad que se decidió en las defensas. En la categoría masculina, el Valencia Basket impuso su ley ante un Unicaja Málaga que compitió muy bien en la primera mitad, pero que se vino abajo en la segunda.
Con buen ambiente en las gradas, el choque comenzó con intercambio de golpes entre las jugadoras de ambos equipos. Las defensas eran rocosas y costaba mucho que llegasen los primeros puntos de manera continuada.
Pero poco a poco, las primeras protagonistas de la mañana se fueron soltando y los casilleros de unas y de otras empezaron. a crecer. Las de Estudiantes fueron las que golpearon primero, con un buen parcial inicial de 11-4 que les daba esperanzas. Al término del primer cuarto, las colegialas llegaban con ventaja de seis sobre las de la Peña (16-10).
Tras el paso por los banquillos, volvieron a ser las madrileñas las que tomaron la iniciativa llevando las diferencias hasta los dobles dígitos, gracias a una buena canasta inicial, un par de buenas defensas y un triplazo, cuando apenas se había disputado un minuto del segundo periodo (21-10).
Sin embargo, a medida que avanzaban los minutos el Joventut empezaba a sentirse cada vez más cómodo sobre la pista y la brecha iba reduciéndose hasta que el empate a 25 campeó en el marcador a falta de tres minutos para el descanso. La reacción motivó a las de Badalona, que incluso le dieron la vuelta al resultado y llegaron a la recta final de cuarto con la primera ventaja de la mañana a su favor.
Al descanso se llegó con siete de ventaja para las catalanas, gracias a un espectacular triplede Claudia Flores desde el centro del campo sobre la bocina que hacía estallar a la afición de la Peña (26-33).
Esa acción no solo marcó el final del primer tiempo, sino también el inicio del segundo, ya que las cadetes dirigidas por Marta Ramírez regresaron a pista con la moral por las nubes y eso se reflejó en el marcador. Estudiantes fue incapaz de anotar en casi todo el tercer cuarto, mientras que Joventut encadenaba buenas defensas con ataques que terminaban en canasta (26-42).
Sin embargo, un triple de María Arredondo volvió a meter a las madrileñas en la final. Quedaba todavía mucho por delante como para dar el encuentro por perdido.
Con once de ventaja en el marcador, las de Badalona bajaron un poco la intensidad y las de Madrid hicieron todo lo contrario. Así, las diferencias se redujeron considerablemente y la final volvió a ser cosa de pocos puntos (36-45).
Con el tercer cuarto llegando a su conclusión, sobre la pista del pabellón municipal de Mora de Rubielos se vivieron minutos de muy buen baloncesto, con contraataques bien elaborados, defensas impenetrables y acciones combinativas de bella factura. El acierto exterior de la Peña anulaba el titánico esfuerzo que las de Estudiantes estaban llevando a cabo para igualar el compromiso, por lo que la diferencia no bajaba de las ocho unidades antes de llegar al capítulo definitivo (43-51).
En el reinicio, las defensas volvieron a imponerse a los ataques y durante los primeros minutos el marcador apenas se movió.
La intensidad subía a medida que se acercaba el final del compromiso y eso beneficiaba al Joventut, que seguía com una ventaja cercana a la decena cuando tan solo restaban dos minutos de partido. La final parecía suya, después de haber sido capaces de contener los arreones de Estudiantes por llevarse el título en territorio turolense. La brecha se abrió hasta los once puntos gracias a una Claudia Flores que llevó la batuta en el juego de las catalanas y terminó llevándose el MVP de una final que se marchó hacia Badalona (58-67).
Los malagueños fueron los primeros en dejar claras sus intenciones, con un primer triple y varias buenas defensas que les dieron la primera ventaja de la mañana. No obstante, los valencianos iban a reaccionar pronto a base de hacerse fuertes en el rebote ofensivo, con una auténtica batalla entre los pívots de ambos conjuntos. Zeteny Kurfis, el de los de naranja que, a la postre, fue el MVP del torneo, le sacaba dos faltas a su par en los primeros minutos, pero el marcador se mantenía favorable para un Unicaja que atacaba con más soltura que el Valencia (4-11).
El bloque andaluz repitió un parcial similar al inicial para poner el más diez en el marcador. Con el 9-19, comenzó la reacción de los valencianos. Tras una gran penetración de Roger Villarejo, fue Guillem Tazo quien se encargó de anotar cuatro puntos seguidos para obligar a sus rivales a pedir tiempo muerto.
El Valencia Basket, que no había arrancado del todo bien, estaba despertando. Los de Gonzalo Munielo cerraron un parcial de 12-1 para darle la vuelta al marcador y ponerse por primera vez por delante. La renta de los valencianos siguió subiendo sin detenimiento a base de intensidad y un gran juego tanto en la pintura como más allá de la línea de tres. El Pamesa se puso a diez de ventaja del Unicaja, que veía como ahora era su rival el que anotaba prácticamente todo lo que tiraba a canasta (33-24).
Tras varios minutos de mucha intensidad, pero escasa anotación, los andaluces se acercaron de manera intimidante en el marcador. La brecha de diez puntos se redujo a la mitad, gracias a los efectivos contragolpes planteados por el conjunto ahorrador (35-30).
Al descanso del encuentro se llegó con diferencia de solo un punto favorable para los valencianos, que en los minutos finales se habían visto sobrepasados por un oponente muy difícil de defender (39-38).
Con el resto de equipos del torneo llegando al pabellón de Mora para disfrutar del espectáculo, comenzó la segunda mitad. El Valencia Basket salió a tratar de recuperarse de lo sufrido antes del descanso. Los robos en campo propio les permitieron a los valencianos correr y anotar muy fácil en el reinicio. El alley-oop de Guillem Tazo y Roger Villarejo confirmó que los de Valencia habían salido a superar a su rival. Sin embargo, el Unicaja también consiguió robar en un par de ocasiones para que la renta permaneciese por debajo de los diez puntos (51-47).
El tercer cuarto se acercaba a su fin con esa ventaja favorable para el Valencia Basket, pero con un Unicaja que no parecía tener intención de rendirse antes de hora. Sin embargo, Guillem Tazo llevó a los suyos hasta los 70 puntos y la brecha se amplió hasta las 15 unidades a favor de los valencianos. Con un marcador de 70-55 se llegó al final del tercer cuarto, por lo que el Unicaja debía protagonizar una gran remontada si quería llevarse el triunfo.
Pero Guillem Tazo, que destacó muy por encima de cualquier otro jugador, hizo que la reacción malagueña no pudiese efectuarse. El base de los valencianos hizo de todo: anotó, asistió, rebotó, taponó y organizó para que los suyos saliesen vencedores de Mora de Rubielos. Sin él sobre la pista, los de Gonzalo Munielo también supieron mantener el tipo y su superioridad continuó. El Unicaja lo intentó, pero no pudo con un Valencia Basket que estuvo un nivel por encima, sobre todo en la segunda mitad. El título, con total merecimiento, se fue para Valencia (98-64).
Final femenina
Joventut y Movistar se veían las caras en una final a la que ambos conjuntos habían llegado después de demostrar una clara superioridad a lo largo del fin de semana. Si las madrileñas llegaban a la cita después de haber superado a un Mataró que fue la gran sorpresa, las catalanas lo hacían tras superar a un Valencia Basket que ya es un habitual en las finales del Torneo de Navidad de la comarca Gúdar-Javalambre.Con buen ambiente en las gradas, el choque comenzó con intercambio de golpes entre las jugadoras de ambos equipos. Las defensas eran rocosas y costaba mucho que llegasen los primeros puntos de manera continuada.
Pero poco a poco, las primeras protagonistas de la mañana se fueron soltando y los casilleros de unas y de otras empezaron. a crecer. Las de Estudiantes fueron las que golpearon primero, con un buen parcial inicial de 11-4 que les daba esperanzas. Al término del primer cuarto, las colegialas llegaban con ventaja de seis sobre las de la Peña (16-10).
Tras el paso por los banquillos, volvieron a ser las madrileñas las que tomaron la iniciativa llevando las diferencias hasta los dobles dígitos, gracias a una buena canasta inicial, un par de buenas defensas y un triplazo, cuando apenas se había disputado un minuto del segundo periodo (21-10).
Sin embargo, a medida que avanzaban los minutos el Joventut empezaba a sentirse cada vez más cómodo sobre la pista y la brecha iba reduciéndose hasta que el empate a 25 campeó en el marcador a falta de tres minutos para el descanso. La reacción motivó a las de Badalona, que incluso le dieron la vuelta al resultado y llegaron a la recta final de cuarto con la primera ventaja de la mañana a su favor.
Al descanso se llegó con siete de ventaja para las catalanas, gracias a un espectacular triplede Claudia Flores desde el centro del campo sobre la bocina que hacía estallar a la afición de la Peña (26-33).
Esa acción no solo marcó el final del primer tiempo, sino también el inicio del segundo, ya que las cadetes dirigidas por Marta Ramírez regresaron a pista con la moral por las nubes y eso se reflejó en el marcador. Estudiantes fue incapaz de anotar en casi todo el tercer cuarto, mientras que Joventut encadenaba buenas defensas con ataques que terminaban en canasta (26-42).
Sin embargo, un triple de María Arredondo volvió a meter a las madrileñas en la final. Quedaba todavía mucho por delante como para dar el encuentro por perdido.
Con once de ventaja en el marcador, las de Badalona bajaron un poco la intensidad y las de Madrid hicieron todo lo contrario. Así, las diferencias se redujeron considerablemente y la final volvió a ser cosa de pocos puntos (36-45).
Con el tercer cuarto llegando a su conclusión, sobre la pista del pabellón municipal de Mora de Rubielos se vivieron minutos de muy buen baloncesto, con contraataques bien elaborados, defensas impenetrables y acciones combinativas de bella factura. El acierto exterior de la Peña anulaba el titánico esfuerzo que las de Estudiantes estaban llevando a cabo para igualar el compromiso, por lo que la diferencia no bajaba de las ocho unidades antes de llegar al capítulo definitivo (43-51).
En el reinicio, las defensas volvieron a imponerse a los ataques y durante los primeros minutos el marcador apenas se movió.
La intensidad subía a medida que se acercaba el final del compromiso y eso beneficiaba al Joventut, que seguía com una ventaja cercana a la decena cuando tan solo restaban dos minutos de partido. La final parecía suya, después de haber sido capaces de contener los arreones de Estudiantes por llevarse el título en territorio turolense. La brecha se abrió hasta los once puntos gracias a una Claudia Flores que llevó la batuta en el juego de las catalanas y terminó llevándose el MVP de una final que se marchó hacia Badalona (58-67).
Final masculina
Unicaja y Pamesa buscaban la gloria en Mora de Rubielos. Dos de las mejores canteras del país se enfrentaban en el último duelo del Torneo de Navidad.Los malagueños fueron los primeros en dejar claras sus intenciones, con un primer triple y varias buenas defensas que les dieron la primera ventaja de la mañana. No obstante, los valencianos iban a reaccionar pronto a base de hacerse fuertes en el rebote ofensivo, con una auténtica batalla entre los pívots de ambos conjuntos. Zeteny Kurfis, el de los de naranja que, a la postre, fue el MVP del torneo, le sacaba dos faltas a su par en los primeros minutos, pero el marcador se mantenía favorable para un Unicaja que atacaba con más soltura que el Valencia (4-11).
El bloque andaluz repitió un parcial similar al inicial para poner el más diez en el marcador. Con el 9-19, comenzó la reacción de los valencianos. Tras una gran penetración de Roger Villarejo, fue Guillem Tazo quien se encargó de anotar cuatro puntos seguidos para obligar a sus rivales a pedir tiempo muerto.
El Valencia Basket, que no había arrancado del todo bien, estaba despertando. Los de Gonzalo Munielo cerraron un parcial de 12-1 para darle la vuelta al marcador y ponerse por primera vez por delante. La renta de los valencianos siguió subiendo sin detenimiento a base de intensidad y un gran juego tanto en la pintura como más allá de la línea de tres. El Pamesa se puso a diez de ventaja del Unicaja, que veía como ahora era su rival el que anotaba prácticamente todo lo que tiraba a canasta (33-24).
Tras varios minutos de mucha intensidad, pero escasa anotación, los andaluces se acercaron de manera intimidante en el marcador. La brecha de diez puntos se redujo a la mitad, gracias a los efectivos contragolpes planteados por el conjunto ahorrador (35-30).
Al descanso del encuentro se llegó con diferencia de solo un punto favorable para los valencianos, que en los minutos finales se habían visto sobrepasados por un oponente muy difícil de defender (39-38).
Con el resto de equipos del torneo llegando al pabellón de Mora para disfrutar del espectáculo, comenzó la segunda mitad. El Valencia Basket salió a tratar de recuperarse de lo sufrido antes del descanso. Los robos en campo propio les permitieron a los valencianos correr y anotar muy fácil en el reinicio. El alley-oop de Guillem Tazo y Roger Villarejo confirmó que los de Valencia habían salido a superar a su rival. Sin embargo, el Unicaja también consiguió robar en un par de ocasiones para que la renta permaneciese por debajo de los diez puntos (51-47).
El tercer cuarto se acercaba a su fin con esa ventaja favorable para el Valencia Basket, pero con un Unicaja que no parecía tener intención de rendirse antes de hora. Sin embargo, Guillem Tazo llevó a los suyos hasta los 70 puntos y la brecha se amplió hasta las 15 unidades a favor de los valencianos. Con un marcador de 70-55 se llegó al final del tercer cuarto, por lo que el Unicaja debía protagonizar una gran remontada si quería llevarse el triunfo.
Pero Guillem Tazo, que destacó muy por encima de cualquier otro jugador, hizo que la reacción malagueña no pudiese efectuarse. El base de los valencianos hizo de todo: anotó, asistió, rebotó, taponó y organizó para que los suyos saliesen vencedores de Mora de Rubielos. Sin él sobre la pista, los de Gonzalo Munielo también supieron mantener el tipo y su superioridad continuó. El Unicaja lo intentó, pero no pudo con un Valencia Basket que estuvo un nivel por encima, sobre todo en la segunda mitad. El título, con total merecimiento, se fue para Valencia (98-64).
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