El líbero del Pamesa Teruel, Aharón Gámiz, trata de levantar un balón potente que emana del bando melillense. CV Melilla
Todo por decidir en Teruel (3-2)
El Pamesa Teruel cae en el primer partido de los 'play-offs', pero queda la vuelta en Los Planos
El Pamesa Teruel Voleibol cae en el primer partido de los ‘play-offs’ por el título ante CV Melilla en un choque en el que comenzaron algo dubitativos, pero terminaron mereciendo algo más. Un Miguel Ángel Martínez imperial levantó al equipo en los últimos sets, pero, finalmente, los naranjas no pudieron cuajar la remontada. No obstante, no está todo perdido, ahora queda la vuelta en Teruel, donde el Pamesa tratará de forzar un tercer partido que valga de desempate.
Superada la odisea que comenzó este fin de semana, el Pamesa Teruel Voleibol llegó a Melilla con las ideas claras para tratar de decantar el primer partido de su lado y comenzar la eliminatoria con buen pie. Además, teniendo en cuenta que los dos encuentros restantes son en Los Planos, una victoria a domicilio dejaba mucho ganado para el Pamesa Teruel, ya que en casa, rodeado de su gente, el equipo naranja es donde más cómodo se encuentra para desplegar su mejor voleibol.
Pasadas las 17:00 horas de la tarde del martes el primer balón echó a volar en el Javier Imbroda. El encargado de poner la primera bola en movimiento fue el local Malgarejo, pero el primer punto cayó del lado turolense.
Los melillenses respondieron rápidamente con la igualada y con un saque certero para darle la vuelta al marcador, pero el partido se volvió a igualar después de un mal saque del exnaranja, Rubén López. Este primer intercambio de golpes daba buena cuenta de lo que iba a ser este partido, pues ningún conjunto quería conceder nada y el igualado nivel de ambos se reflejaba también en la pista.
Maxi Torcello tenía claro que para ganar este partido era importante sacar a relucir su virtud defensiva y controlar el saque de sus rivales. En estos primeros instantes, los melillenses estaban siendo capaces de hacer daño precisamente con su saque certero, lo que les permitió granjearse una pequeña ventaja de dos puntos (9-7).
Desde el saque Emilio Ferrández trató de recortar distancias y así lo hizo en un primero momento, pero el segundo que tuvo seguido se le escapó y la ventaja volvió a ser de dos (10-8). Vildósola volvió a recortar distancias con un remate certero, pero Zelayeta erró el saque y la distancia volvía a crecer. Los turolenses estaban correctos en la creación del juego para hacer daño en ataque, pero sus propios errores en el saque los estaban lastrando. Por su parte, en el bando melillense los errores eran menores y eso les permitía seguir por delante.
Durante estos primeros puntos ambos equipos, conocedores de lo largo que podía ser el partido, se medían y mantenían un poco las distancias, sin enseñar todas sus cartas. Ya habría tiempo más adelante para hacerlo.
Aun así, el bloqueo melillense continuó funcionando a las mil maravillas para seguir generando problemas a los naranjas. Incluso sin Rubén López en la pista, los melillenses continuaban correctos en este aspecto por medio de David López. De esta manera, los naranjas no pudieron evitar que el primer set cayera del lado de los locales (25-19).
La segunda manga comenzó como acabó la anterior, con punto melillense. Sin embargo, Vildósola y Zelayeta aparecieron para darle la vuelta y clamar al techo del Javier Imbroda que no se iban a rendir. Los locales trataron de responder, pero Vildósola no se lo permitió con eficacia desde el saque (4-6).
Con el marcador tan ajustado un mínimo error podía cambiar las cosas y así fue. Víctor Méndez se atracó de balón en la red para errar un ataque claro y ello dio alas a los melillenses que, por medio de Riganti y Martina, le dieron la vuelta a la situación, de manera que los locales pasaron a dominar el tanteo primero y a ganarse una ventaja de dos puntos después (16-14). Otra vez Maxi se veía obligado a solicitar el tiempo muerto para espolear a los suyos.
La nueva coyuntura pareció mermar el estado anímico de los turolenses que volvieron a incurrir en los errores del principio, algo que aprovecharon los locales para hacer todavía más grande la ventaja (21-17). Con los naranjas contra las cuerdas, Thiago Vanole apareció en repetidas ocasiones por zona cuatro para castigar constantemente a los visitantes y Martina hizo lo propio por zona dos para pintar el segundo set de azul (25-19).
De esta manera el partido se iba al tercer set con todo de cara para los locales. Los melillenses, que también empezaron algo fríos, comenzaban a carburar, mientras que los turboletas todavía seguían en el avión.
El tercer parcial arrancó con punto naranja propiciado por un error en el primer saque de la manga por parte del castigador del último tramo del segundo set, Thiago Vanole. A esa dinámica se acogieron los naranjas para, tal y como hicieron en el inicio del segundo set, sumar los primeros puntos del parcial y ganarse una pequeña ventaja (2-4). Así, el Pamesa Teruel demostraba su intención de tratar de despertar por fin de su letargo. No obstante, el Melilla ya estaba caliente y se encontraba cómodo sobre la pista del Javier Imbroda, por lo que no tardó en devolver la igualada (7-7). El empate no era suficiente para el CVâÂÂMelilla y, con otro arreón, le dio la vuelta al marcador como ya había hecho en los sets previos.
Después de este pequeño incidente que dejó a todos con un sabor amargo, el balón volvió a volar y los dos equipos volvieron a competir. Tal y como lo dejaron lo retomaron, y es que Melilla puntuó primero y Teruel se lo refutó después para conservar la igualada.
Riganti y Zelayeta le dieron los siguientes puntos a sus respectivos equipos, pero, desde el bloqueo, el Pamesa Teruel pudo romper el ataque melillense y se adelantó de cara al tramo final del parcial (20-21). Ello forzó al entrenador local a pedir el tiempo muerto, pero ahora los turolenses ya se habían metido en el partido y nadie podía frenarlos. De este modo, los naranjas sumaron dos puntos seguidos para hacer factible la posibilidad de alargar el partido al menos a un set más (21-23). Los de la Ciudad Autónoma se acercaron al colocar el 22-23 y Maxi demandó una nueva pausa. El Pamesa colocó una nueva ventaja de 22-24, pero los melillenses recortaron de nuevo e incluso consiguieron igualar el set a 24.
Con esta situación la intensidad se palpaba en el ambiente, y es que se consumían los 25 puntos reglamentarios y el set se estiraba hasta que uno de los dos equipos encontrara la diferencia de dos puntos.
El Pamesa Teruel tenía controlado el tanteo, ya que siempre puntuaba por delante, pero no conseguía que el siguiente tanto también cayera de su lado (28-28). No obstante, la fortuna apareció para echarles una mano, y es que Mauro Zelayeta colocó el siguiente punto favorable para los naranjas y, en la siguiente jugada, Martina envió su remate directamente fuera para conceder el segundo punto seguido a los naranjas y, por consiguiente, el set (28-30). Así pues, el partido se estiraba un set más.
Maxi Torcello optó por darle entrada a Miguel Ángel Martínez Palacios y le salió bien la jugada. Sus potentes remates por zona dos les permitieron a los naranjas poner las tablas en el luminoso. Posteriormente, Vildósola se encargó de ganar ventaja con sus remates y sus bloqueos, pero él mismo, con sus errores, acabó con la ventaja que había conseguido y permitió que sus rivales se volvieran a poner por delante (12-11). A partir de ese instante, el encuentro pasó a ser una batalla campal entre dos escuadras que no concedían nada. Tanto es así, que el set se alargó más allá de los 25 puntos. Y el set no sería lo único que se alargaría, pues el Pamesa Teruel fue capaz de cerrar el cuarto set de su lado, con un Miguel Ángel Martínez estelar, por 24-26 y forzó el quinto set, que ya sería definitivo.
Superada la odisea que comenzó este fin de semana, el Pamesa Teruel Voleibol llegó a Melilla con las ideas claras para tratar de decantar el primer partido de su lado y comenzar la eliminatoria con buen pie. Además, teniendo en cuenta que los dos encuentros restantes son en Los Planos, una victoria a domicilio dejaba mucho ganado para el Pamesa Teruel, ya que en casa, rodeado de su gente, el equipo naranja es donde más cómodo se encuentra para desplegar su mejor voleibol.
Pasadas las 17:00 horas de la tarde del martes el primer balón echó a volar en el Javier Imbroda. El encargado de poner la primera bola en movimiento fue el local Malgarejo, pero el primer punto cayó del lado turolense.
Los melillenses respondieron rápidamente con la igualada y con un saque certero para darle la vuelta al marcador, pero el partido se volvió a igualar después de un mal saque del exnaranja, Rubén López. Este primer intercambio de golpes daba buena cuenta de lo que iba a ser este partido, pues ningún conjunto quería conceder nada y el igualado nivel de ambos se reflejaba también en la pista.
Maxi Torcello tenía claro que para ganar este partido era importante sacar a relucir su virtud defensiva y controlar el saque de sus rivales. En estos primeros instantes, los melillenses estaban siendo capaces de hacer daño precisamente con su saque certero, lo que les permitió granjearse una pequeña ventaja de dos puntos (9-7).
Desde el saque Emilio Ferrández trató de recortar distancias y así lo hizo en un primero momento, pero el segundo que tuvo seguido se le escapó y la ventaja volvió a ser de dos (10-8). Vildósola volvió a recortar distancias con un remate certero, pero Zelayeta erró el saque y la distancia volvía a crecer. Los turolenses estaban correctos en la creación del juego para hacer daño en ataque, pero sus propios errores en el saque los estaban lastrando. Por su parte, en el bando melillense los errores eran menores y eso les permitía seguir por delante.
Durante estos primeros puntos ambos equipos, conocedores de lo largo que podía ser el partido, se medían y mantenían un poco las distancias, sin enseñar todas sus cartas. Ya habría tiempo más adelante para hacerlo.
El bloqueo melillense
Los turolenses seguían teniendo problemas en el saque y continuaban sin conseguir recortar la desventaja de dos puntos que tenían. A ello se le sumó un Rubén López imperial en la red para llevar a cabo varios bloqueos que truncaron los ataques turolenses y permitieron que los melillenses engrosasen su ventaja (20-16). Un hecho que obligó a Maxi Torcello a pedir un tiempo muerto para que sus pupilos tomasen aire y aclarasen sus ideas.Aun así, el bloqueo melillense continuó funcionando a las mil maravillas para seguir generando problemas a los naranjas. Incluso sin Rubén López en la pista, los melillenses continuaban correctos en este aspecto por medio de David López. De esta manera, los naranjas no pudieron evitar que el primer set cayera del lado de los locales (25-19).
La segunda manga comenzó como acabó la anterior, con punto melillense. Sin embargo, Vildósola y Zelayeta aparecieron para darle la vuelta y clamar al techo del Javier Imbroda que no se iban a rendir. Los locales trataron de responder, pero Vildósola no se lo permitió con eficacia desde el saque (4-6).
La pesadilla naranja
Los errores desde el saque y los bloqueos melillenses era lo que había lastrado al Pamesa Teruel Voleibol en el primer set. En este segundo, los turolenses parecía que habían afinado un poco más la puntería y que estaban respondiendo a los bloqueos locales con bolas potentes que acababan en blockout, lo que les permitía ir por delante en el marcador, aunque no con una ventaja clara (9-10).Con el marcador tan ajustado un mínimo error podía cambiar las cosas y así fue. Víctor Méndez se atracó de balón en la red para errar un ataque claro y ello dio alas a los melillenses que, por medio de Riganti y Martina, le dieron la vuelta a la situación, de manera que los locales pasaron a dominar el tanteo primero y a ganarse una ventaja de dos puntos después (16-14). Otra vez Maxi se veía obligado a solicitar el tiempo muerto para espolear a los suyos.
La nueva coyuntura pareció mermar el estado anímico de los turolenses que volvieron a incurrir en los errores del principio, algo que aprovecharon los locales para hacer todavía más grande la ventaja (21-17). Con los naranjas contra las cuerdas, Thiago Vanole apareció en repetidas ocasiones por zona cuatro para castigar constantemente a los visitantes y Martina hizo lo propio por zona dos para pintar el segundo set de azul (25-19).
De esta manera el partido se iba al tercer set con todo de cara para los locales. Los melillenses, que también empezaron algo fríos, comenzaban a carburar, mientras que los turboletas todavía seguían en el avión.
El tercer parcial arrancó con punto naranja propiciado por un error en el primer saque de la manga por parte del castigador del último tramo del segundo set, Thiago Vanole. A esa dinámica se acogieron los naranjas para, tal y como hicieron en el inicio del segundo set, sumar los primeros puntos del parcial y ganarse una pequeña ventaja (2-4). Así, el Pamesa Teruel demostraba su intención de tratar de despertar por fin de su letargo. No obstante, el Melilla ya estaba caliente y se encontraba cómodo sobre la pista del Javier Imbroda, por lo que no tardó en devolver la igualada (7-7). El empate no era suficiente para el CVâÂÂMelilla y, con otro arreón, le dio la vuelta al marcador como ya había hecho en los sets previos.
Síntomas de reacción
Pasada la hora de partido el Pamesa Teruel Voleibol continuaba funcionando a trompicones, sin terminar de arrancar, pero conseguía devolver la igualada al luminoso (15-15). En ese preciso instante, Thiago Vanole, uno de los hombres que más daño estaba haciendo al Pamesa Teruel, fue a sacar, pero, en el momento de hacerlo, sintió un fuerte dolor en el brazo y entraron las asistencias médicas para atenderlo. Finalmente, muy a pesar del jugador, Vanole tuvo que abandonar la pista con el aplauso del público de fondo.Después de este pequeño incidente que dejó a todos con un sabor amargo, el balón volvió a volar y los dos equipos volvieron a competir. Tal y como lo dejaron lo retomaron, y es que Melilla puntuó primero y Teruel se lo refutó después para conservar la igualada.
Riganti y Zelayeta le dieron los siguientes puntos a sus respectivos equipos, pero, desde el bloqueo, el Pamesa Teruel pudo romper el ataque melillense y se adelantó de cara al tramo final del parcial (20-21). Ello forzó al entrenador local a pedir el tiempo muerto, pero ahora los turolenses ya se habían metido en el partido y nadie podía frenarlos. De este modo, los naranjas sumaron dos puntos seguidos para hacer factible la posibilidad de alargar el partido al menos a un set más (21-23). Los de la Ciudad Autónoma se acercaron al colocar el 22-23 y Maxi demandó una nueva pausa. El Pamesa colocó una nueva ventaja de 22-24, pero los melillenses recortaron de nuevo e incluso consiguieron igualar el set a 24.
Con esta situación la intensidad se palpaba en el ambiente, y es que se consumían los 25 puntos reglamentarios y el set se estiraba hasta que uno de los dos equipos encontrara la diferencia de dos puntos.
El Pamesa Teruel tenía controlado el tanteo, ya que siempre puntuaba por delante, pero no conseguía que el siguiente tanto también cayera de su lado (28-28). No obstante, la fortuna apareció para echarles una mano, y es que Mauro Zelayeta colocó el siguiente punto favorable para los naranjas y, en la siguiente jugada, Martina envió su remate directamente fuera para conceder el segundo punto seguido a los naranjas y, por consiguiente, el set (28-30). Así pues, el partido se estiraba un set más.
Miguel Ángel levanta al Pamesa
Con las fuerzas renovadas, después de lo que habían hecho en el tercer set, los naranjas arrancaron este cuarto set muy concentrados y se adjudicaron los dos primeros puntos, pero poco duró la alegría. Los siguientes cuatro puntos fueron del Melilla, que le dio la vuelta al choque por enésima vez (4-2).Maxi Torcello optó por darle entrada a Miguel Ángel Martínez Palacios y le salió bien la jugada. Sus potentes remates por zona dos les permitieron a los naranjas poner las tablas en el luminoso. Posteriormente, Vildósola se encargó de ganar ventaja con sus remates y sus bloqueos, pero él mismo, con sus errores, acabó con la ventaja que había conseguido y permitió que sus rivales se volvieran a poner por delante (12-11). A partir de ese instante, el encuentro pasó a ser una batalla campal entre dos escuadras que no concedían nada. Tanto es así, que el set se alargó más allá de los 25 puntos. Y el set no sería lo único que se alargaría, pues el Pamesa Teruel fue capaz de cerrar el cuarto set de su lado, con un Miguel Ángel Martínez estelar, por 24-26 y forzó el quinto set, que ya sería definitivo.