Roberto Bou explota de felicidad tras ganar la Titan desert de Marruecos. Cannondale VAS Arabay
Roberto Bou, cada vez más cerca de sus objetivos a largo plazo
Los últimos resultados le hacen ganar enteros para llegar a las Olimpiadas
Aquel niño rebelde que encontró en la bicicleta su refugio y su camino, hoy está haciendo historia en el ciclismo de montaña español, e incluso internacional. La de Roberto Bou es una historia de superación, de encontrarse y de juguetes que resisten por mucho que se empeñen en romperlos. La sociedad no se cansa de decirle a la gente lo que tiene que hacer, Roberto Bou decidió coger su propia senda, descubrir qué era lo que más le gustaba y ser el mejor en ello. Para muchos un fracaso, para otros un referente, pero, lo más importante, para él mismo, el hombre que siempre ha querido ser. Teruel fue el primero en descubrirlo, pero, tras su gran gesta en la Titan Desert de Marruecos 2023, su nombre ya resuena en el panorama nacional. Ahora que lo conocen no olviden su nombre porque el ciclista turolense cada vez está más cerca de conseguir sus objetivos a largo plazo, que pasan por representar al país en unas Olimpiadas.
El año pasado el de Mora de Rubielos cerró un gran curso al lograr ser campeón de España de XCUM y subcampeón de XCM. Este año, la cosa no ha podido empezar mejor para el ciclista que ha logrado forjar grandes actuaciones en las diversas pruebas en las que ha participado, entre las que destacan la Cape Epic, la prueba más dura y prestigiosa del ciclismo de montaña, en la que terminó sexto, junto a su compañero en el Cannondale VAS Arabay, Miguel Muñoz, y la Titan Desert de Marruecos, una carrera que siempre se le había resistido por poco y en la que consiguió coronarse como el rey del desierto hace poco menos de una semana.
La Titan Desert es la más reciente. Es la que ha servido como carta de presentación al mundo y eso que el ciclista estuvo a punto de no correrla. Días antes el ciclista perdió a uno de sus seres más queridos, su abuelo Ángel Bou, con 102 años de edad. Él fue quien plantó la semilla de lo que hoy es Roberto Bou, ya que fue quien le enseñó a montar en bicicleta. Así pues, este duro golpe le hizo replantearse muchas cosas: “Le dije al equipo que no iba a la Titan, que llevaba cuatro días sin entrenar y que no tenía ni ganas”, comentó Bou al respecto.
No obstante, finalmente, Bou sacó su lado más profesional y asistió a la carrera sin saber que días más tarde sería campeón. Empezó algo torcido, con un primer buen resultado, aunque lejos del podio, poco a poco fue mejorando sus resultados para primero entrar en el último escalón del podio y, posteriormente, proclamarse campeón de la Titan Desert, tras dos actuaciones titánicas en las que, tal y como él dice mucho tuvo que ver su abuelo: “Tuve muchos pensamientos en él en esas largas rectas y llanuras, y estoy seguro de que él tiene gran parte de culpa de esta victoria”, indicó Bou.
De esta manera, dado el buen rendimiento de esta temporada, el ciclista llama a la puerta de las Olimpiadas. Para poder optar a ello tiene que correr en la disciplina XCO y ya cuenta con el beneplácito del equipo para que persiga uno de sus grandes sueños.
La clave: Teruel
Aunque Roberto Bou se crió en Barcelona, el ciclista es un acérrimo turolense y allá donde va lo hace orgulloso de poder dar a conocer el territorio: “Como embajador de Teruel, me siento súper orgulloso y me hace una gran ilusión el poder representar, por una parte, a Teruel porque gracias a ella he conseguido esto”, afirmó Roberto.
El de Mora de Rubielos se muestra agradecido con estos lares porque es consciente de la importancia que tiene en su puesta a punto como ciclista: “Las condiciones que tiene Teruel respecto a la altura y a la sequedad son idóneas para la preparación”, explicó el propio Bou.
De hecho, su preparación en la provincia jugó un papel esencial de cara a la Titan Desert, la prueba más reciente. En este sentido, el primer punto a favor se lo llevó respecto a la altura. Durante su entrenamiento, Bou estuvo preparándose en los puertos en altura de Teruel y, además, estuvo durmiendo en Linares, a 1.400 metros, para acostumbrarse a las exigentes condiciones de oxígeno con las que se encontraría en las dos primeras etapas de la Titan, que discurrirían por la región de Boumalne Dades, a 1.500 metros de altura.
Por otro lado, las condiciones de climatología y sequedad de Teruel y Marruecos eran similares, por lo que Bou contó con otro aspecto favorable. En última instancia, entra en escena la Masía Pelarda. Allí Bou puedo prepararse para las farragosas dunas del desierto y mejoró en la faceta de navegación para conseguir orientarse adecuadamente en el páramo.
El salto de calidad
A principio de la temporada, el equipo del Cannondale VAS Arabay se comprometió con Roberto para materializar un salto de calidad, algo que ya se hace ostensible. El primer cambio fue el de entrenador. Para Roberto el “más importante” porque “tener un entrenador como Javier Zaonero en Valencia, que esté a tan solo una hora de mí me va súper bien”. Además, Zaonero ha sido capaz de sacar un mejor rendimiento del ciclista y los últimos resultados lo avalan.
Por otro lado, otro cambio importante fue el compañero. Roberto Bou se entiende a las mil maravillas con su nuevo socio; miguel Muñoz, y juntos han logrado cosas importantes, como el sexto puesto en la Cape Epic o el cuarto lugar en la Andalucía Bike Race. “Miguel es un corredor que se deja la piel y le motivas un poquito y sale su sangre cordobesa que es impresionante. Tener un compañero como Miguel para las carreras por pareja me hace encontrarme muy a gusto”, comentó Roberto respecto a su actual compañero.
Próximos desafíos
Roberto Bou no para, y es que ahora aparecen en el calendario competiciones exigentes para el ciclista, ya que llegan el Campeonato de España, en dos semanas, y el Campeonato de Europa, en cuatro. “Son los objetivos que tengo desde principio de temporada. No quiero fallar y, viendo como está yendo la temporada, lo haremos bien”, comentó Bou al respecto.
No obstante, antes de eso el velocipedista morano tiene una cita que le podrá servir de test para comprobar el estado de forma en el que llegará a sus próximas grandes citas. En este sentido, el próximo fin de semana le espera La Rioja Bike Race.
El año pasado el de Mora de Rubielos cerró un gran curso al lograr ser campeón de España de XCUM y subcampeón de XCM. Este año, la cosa no ha podido empezar mejor para el ciclista que ha logrado forjar grandes actuaciones en las diversas pruebas en las que ha participado, entre las que destacan la Cape Epic, la prueba más dura y prestigiosa del ciclismo de montaña, en la que terminó sexto, junto a su compañero en el Cannondale VAS Arabay, Miguel Muñoz, y la Titan Desert de Marruecos, una carrera que siempre se le había resistido por poco y en la que consiguió coronarse como el rey del desierto hace poco menos de una semana.
La Titan Desert es la más reciente. Es la que ha servido como carta de presentación al mundo y eso que el ciclista estuvo a punto de no correrla. Días antes el ciclista perdió a uno de sus seres más queridos, su abuelo Ángel Bou, con 102 años de edad. Él fue quien plantó la semilla de lo que hoy es Roberto Bou, ya que fue quien le enseñó a montar en bicicleta. Así pues, este duro golpe le hizo replantearse muchas cosas: “Le dije al equipo que no iba a la Titan, que llevaba cuatro días sin entrenar y que no tenía ni ganas”, comentó Bou al respecto.
No obstante, finalmente, Bou sacó su lado más profesional y asistió a la carrera sin saber que días más tarde sería campeón. Empezó algo torcido, con un primer buen resultado, aunque lejos del podio, poco a poco fue mejorando sus resultados para primero entrar en el último escalón del podio y, posteriormente, proclamarse campeón de la Titan Desert, tras dos actuaciones titánicas en las que, tal y como él dice mucho tuvo que ver su abuelo: “Tuve muchos pensamientos en él en esas largas rectas y llanuras, y estoy seguro de que él tiene gran parte de culpa de esta victoria”, indicó Bou.
De esta manera, dado el buen rendimiento de esta temporada, el ciclista llama a la puerta de las Olimpiadas. Para poder optar a ello tiene que correr en la disciplina XCO y ya cuenta con el beneplácito del equipo para que persiga uno de sus grandes sueños.
La clave: Teruel
Aunque Roberto Bou se crió en Barcelona, el ciclista es un acérrimo turolense y allá donde va lo hace orgulloso de poder dar a conocer el territorio: “Como embajador de Teruel, me siento súper orgulloso y me hace una gran ilusión el poder representar, por una parte, a Teruel porque gracias a ella he conseguido esto”, afirmó Roberto.
El de Mora de Rubielos se muestra agradecido con estos lares porque es consciente de la importancia que tiene en su puesta a punto como ciclista: “Las condiciones que tiene Teruel respecto a la altura y a la sequedad son idóneas para la preparación”, explicó el propio Bou.
De hecho, su preparación en la provincia jugó un papel esencial de cara a la Titan Desert, la prueba más reciente. En este sentido, el primer punto a favor se lo llevó respecto a la altura. Durante su entrenamiento, Bou estuvo preparándose en los puertos en altura de Teruel y, además, estuvo durmiendo en Linares, a 1.400 metros, para acostumbrarse a las exigentes condiciones de oxígeno con las que se encontraría en las dos primeras etapas de la Titan, que discurrirían por la región de Boumalne Dades, a 1.500 metros de altura.
Por otro lado, las condiciones de climatología y sequedad de Teruel y Marruecos eran similares, por lo que Bou contó con otro aspecto favorable. En última instancia, entra en escena la Masía Pelarda. Allí Bou puedo prepararse para las farragosas dunas del desierto y mejoró en la faceta de navegación para conseguir orientarse adecuadamente en el páramo.
El salto de calidad
A principio de la temporada, el equipo del Cannondale VAS Arabay se comprometió con Roberto para materializar un salto de calidad, algo que ya se hace ostensible. El primer cambio fue el de entrenador. Para Roberto el “más importante” porque “tener un entrenador como Javier Zaonero en Valencia, que esté a tan solo una hora de mí me va súper bien”. Además, Zaonero ha sido capaz de sacar un mejor rendimiento del ciclista y los últimos resultados lo avalan.
Por otro lado, otro cambio importante fue el compañero. Roberto Bou se entiende a las mil maravillas con su nuevo socio; miguel Muñoz, y juntos han logrado cosas importantes, como el sexto puesto en la Cape Epic o el cuarto lugar en la Andalucía Bike Race. “Miguel es un corredor que se deja la piel y le motivas un poquito y sale su sangre cordobesa que es impresionante. Tener un compañero como Miguel para las carreras por pareja me hace encontrarme muy a gusto”, comentó Roberto respecto a su actual compañero.
Próximos desafíos
Roberto Bou no para, y es que ahora aparecen en el calendario competiciones exigentes para el ciclista, ya que llegan el Campeonato de España, en dos semanas, y el Campeonato de Europa, en cuatro. “Son los objetivos que tengo desde principio de temporada. No quiero fallar y, viendo como está yendo la temporada, lo haremos bien”, comentó Bou al respecto.
No obstante, antes de eso el velocipedista morano tiene una cita que le podrá servir de test para comprobar el estado de forma en el que llegará a sus próximas grandes citas. En este sentido, el próximo fin de semana le espera La Rioja Bike Race.
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