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Pedaleando sin cadena por una buena causa, Martina es mi Ángel Pedaleando sin cadena por una buena causa, Martina es mi Ángel
Monitores y participantes del séptimo Evento Benéfico Ciudad de Teruel pedalean por una causa solidaria. Bykofoto/Antonio García

Pedaleando sin cadena por una buena causa, Martina es mi Ángel

Más de 35 entidades colaboran en el VII Evento Benéfico Ciudad de Teruel
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Una causa benéfica sirvió para que más de 150 personas se concentraran en la plaza de la Catedral de Teruel y pedalearán por una acción solidaria, recaudar fondos para la Asociación Martina es mi Ángel.

La mañana se presentó fresca, pues tan solo 8 grados de temperatura marcaba el termómetro cuando iba a dar comienzo este séptimo Evento Benéfico Ciudad de Teruel, organizado por Rubén Bellido y David Utrillas, con motivo de recaudar fondos para la lucha contra una de las enfermedades llamadas raras, el síndrome de Angelman.

Venidos de los rincones más variados (Valencia, Castellón, Ibiza, Soria, Jaén...) y también de Teruel, como Ana Martín y su amiga Mari Mar a las que el montaje dentro de la plaza y mirando al escenario les pareció “muy guay, y si es benéfico muchísimo mejor”. Para Ana era la primera vez, pero para Mari Mar era su segunda incursión en esto de los eventos deportivos. “El entorno de la Catedral me parece espectacular”, comentó Ana.

Todos estaban calentando y esperando a que Rubén Bellido empezara a marcar el ritmo. Y música, con volumen elevado para que el tempo sea el adecuado, pero no más alto que los decibelios del micrófono de quien está al frente de las pedaladas. Desde Castellón, un grupo de siete chicas y chicos, de diversas edades, encabezados por Ade Falcó, habían venido “a pasárnoslo bien, a disfrutar”. Era su primera vez en Teruel, pero no en el spinning, aunque esta vez al aire libre.

Ambiente

El colorido era mucho, pues cada maillot era de un color distinto, aunque el predominio del negro era evidente, ya que los culots casi todos eran de este tono.

“Vamos chicos que hay que animarse”, exclamó Rubén, elevando el tono y también la música. Era el inicio de los primeros kilómetros del pedaleo en estático. El ambiente comenzaba a animarse y la temperatura corporal de los participantes también aumentaba por momentos. Los rayos de sol ya anunciaban que se iban a introducir poco a poco en el evento y ayudar a calentar, más si cabe, el ritmo.

Esta primera clase, de las cuatro en las que se distribuía el evento, tenía fuerza y ganas de meterse en harina por todos los participantes, además había que combatir la gélida mañana, aunque fuera con pantalón largo.

Una veterana en estas lides era Noelia Gil, que rápidamente se identificó como amiga de Rubén, y que desde Valencia, había venido “todos los años” en los que se había celebrado este acontecimiento deportivo.

Se había llegado al primer descanso, más o menos frescos, pero con ganas de un refrigerio y de reponer fuerzas. Una magdalena, unos cacahuetes, agua... pero poco más pues en menos de un cuarto de hora comenzaba la segunda tanda, que esta vez sí, al terminar se agradecía el parón. Descanso que llegaba hasta las 12.45 horas, cuando Lucía de Santos se subía al escenario para recuperar la cadencia de pedaleo a base de motivación, de ponerse de pie y comenzar a jalear a todos los que seguían subidos a la bici y todavía tenían fuerzas. Alguno y alguna ya habían desistido o guardaban fuerzas para el último envite con César Bosquet, al que todo el mundo esperaba ansioso.

Cuatro horas antes, para iniciar el día, Rubén Bellido había cogido el micrófono, desde el escenario, y señaló el día, 14 de septiembre. No era un día como otro cualquiera porque “ese día fue también el que se desarrolló el último evento que hicimos en 2019”, comenzó diciendo el alma mater de la “quedada” para pedalear.

En familia

En la presentación, David Utrillas, rodeado de su familia y el resto de organizadores, agradeció a los asistentes y participantes la colaboración y el gesto para con la causa. “Es un orgullo para mí que estéis aquí y nos apoyéis por un objetivo tan bonito”, dijo.

También a la academia Best/Cycling, con Nacho y César Bosquet, que proporcionaron la infraestructura para este evento. Estos dos monitores ostentan el récord de movilización de spinning, con 1.200 ciclistas pedaleando a la vez en Valencia.

Utrillas no quiso dejar pasar la ocasión para mencionar a las más de 35 empresas y entidades que prestan sus productos, esfuerzo y colaboración, sin los cuales “sería muy difícil”, poder organizar este encuentro y en un enclave al aire libre tan céntrico. Ayuntamiento de Teruel, Protección Civil y firmas de todo tipo prestaron su apoyo y recursos para llevar este evento a buen puerto.

Con la inscripción, también pudieron disfrutar de la comida, avituallamiento entre clases y un obsequio conmemorativo.

Mientras llegaba ese momento, Iván Penalba que había venido desde Valencia, por primera vez a este evento, y comentó “esto tiene muy buena pinta y muy buen rollo”.