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Miles de aficionados se suman a la fiesta del Motor Aventura en Masía Pelarda Miles de aficionados se suman a la fiesta del Motor Aventura en Masía Pelarda
Un vehículo supera uno de los obstáculos del recorrido Súper Enduro . J.L.R.

Miles de aficionados se suman a la fiesta del Motor Aventura en Masía Pelarda

La feria del Off Road reúne a casi mil inscritos y ochenta expositores en una nueva edición con cifras de récord
José Luis Rubio

Mucho polvo y muchas sonrisas. La segunda jornada de la feria Motor Aventura que se celebra durante todo el fin de semana en las instalaciones de Masía Pelarda, en la Puebla de Valverde, volvió a ser una verdadera fiesta en la que cerca de 4.000 aficionados al Off Road, de los que más de mil estaban inscritos, pudieron disfrutar de su devoción por los motores, las ruedas de tacos, las suspensiones de largo recorrido y la tierra y las piedras como el medio natural para darle rienda suelta a todos esos caballos de pasión.
Bajo un intenso calor y con un sol que caía a plomo sobre los asistentes, cientos de vehículos recorrían las diferentes rutas de la Masía para poner a prueba sus mecánicas y la habilidad de los pilotos. Los tramos de todo terreno, los súper enduro o los circuitos de velocidad eran un constante ir y venir de columnas de polvo que se levantaban en el aire desde las ruedas de coches, quads, motos, camiones y buggies delatando la explosión de satisfacción de sus conductores.
La mañana de ayer tuvo como protagonistas a las chicas. Una nueva edición de la jornada Féminas Off Road reunió a mitos del automovilismo español en femenino como Cristina Gutiérrez, única piloto española en termina en coche el rally Dakar, y la experta Fina Román, acostumbrada a lidiar con las bestias de tres ejes.
Fina Román explicaba ayer junto al camión que condujo durante la mañana que “la idea es hacernos notar un poquito más”. Román reconocía que “cada vez somos más chicas y por eso estoy aquí, para animar a muchas más a que se unan”.

El sábado se celebró también una charla de conducción segura, a cargo de José María Serviá, en la que se apostó porque “lo primero que tenemos que hacer es respetar al resto de la gente, al que va andando, en tractor o en bicicleta. No correr más de lo que se  debe, ya que todos los caminos están limitados a 30 kilómetros por hora y cuando nos cruzamos con alguien aflojar la marcha para no llenarle de polvo”.
Mientras tanto, la actividad bullía en los distintos circuitos de la Masía. En el de Súper Enduro, los pilotos más atrevidos ponían a prueba sus vehículo, muchos de ellos objeto de una ardua preparación para afrontar obstáculos de ese calibre, mientras hacían saltar sus ejes sobre montículos imposibles para el resto de los conductores.
Al mismo tiempo, otros todo terreno hacían cola para probarse en las pistas de habilidad con recorridos sobre traviesas en los que se obliga al conductor a jugar con los cambios de peso y los diferenciales, a cruzar balancines o descender por pendientes imposibles.
La fiesta continuó en la zona comercial, en la que hasta 80 expositores ofrecen durante todo el fin de semana todo tipo de soluciones para el off road, desde complementos a preparación de vehículos.
La fiesta no cesó hasta la noche, con la fiesta Poza Aventura, en la que tanto en coche como de cualquier otra manera, los participantes tenían que superar un obstáculo de agua para cerrar la jornada principal de esta edición.