Michelin desembarca en Alcañiz con 1.400 ruedas para un circuito “muy difícil”

La caravana de la MotoGP ha llegado a Motorland Aragón con cuatro camiones Michelin cargados de neumáticos para la categoría reina. En total, son 1.400 gomas, de agua y seco, las que el patrocinador principal del Gran Premio de Aragón ofrece a los pilotos en un trazado “muy exigente” por sus 5.078 metros completados en sentido contrario a las agujas del reloj, curvas rápidas, rectas largas y horquillas cerradas. 

“Motorland no es el circuito más exigente, pero sí muy difícil porque el neumático siempre está bajo esfuerzo; es un trazado muy agresivo”, explica el mánager de Michelin Motorsport Two-Wheel, Piero Taramasso.

Además, “la superficie puede ser fresca por las mañanas, muy caliente por las tardes y también muy abrasiva si el viento deposita sobre la pista el polvo procedente de los alrededores”, apostilla. 

Las diez curvas de izquierda y las siete de derecha hacen que los neumáticos traseros Michelin en compuestos blandos, medios y duros sean asimétricos en su diseño, con un lado izquierdo más duro. En cambio, el neumático delantero es simétrico en sus tres vertientes de dureza. 

“El compuesto más duro de la rueda trasera va siempre en la parte donde está la curva. El delantero siempre es simétrico salvo en Alemania y Australia”, detalla el experto.

Completa logística

El arsenal de Michelin para este Gran Premio consta de seis tráilers. De ellos, cuatro van cargados hasta los topes con 1.400 neumáticos, “de agua y de seco”, a una “temperatura constante, climatizados a 20 grados porque, de lo contrario, el compuesto se degradaría”. Un quinto camión es para el material de montaje y el sexto lo constituye el hospitality, esto es, “el restaurante-oficina”.

Por tanto, “la logística es importante. Son seis camiones en Europa y cuando vamos a Asia y América todo va por avión”.

Cada piloto tiene una dotación de 15 neumáticos delanteros y otros tantos traseros. “El reglamento dice que pueden utilizar diez delanteros y 12 traseros”. Cada deportista dispone de cinco neumáticos blandos, medios y duros delanteros; y seis blandos, cinco medios y cuatro duros para atrás, pues “con el duro haces más vueltas”.

Condiciones difíciles

En un fin de semana en el que la meteorología está siendo cambiante, la dificultad del trabajo de los mecánicos es máxima.

“La previsión de lluvia el sábado te lo hace todo más difícil porque te cambia el programa. La lluvia limpia el grip –la goma incrustada en el asfalto con el paso de las vueltas– y el piloto pierde referencias. Si es en seco encuentra mejor el buen reglaje y el equilibrio”. 

Al mánager le produjo una grata satisfacción que Marc Márquez lograra el viernes quedar a tan solo dos décimas de su récord de la pista de 2015. “El viernes es el peor día porque el circuito no está perfecto, tiene poco grip. Fue una sorpresa que, en su primera salida, Marc hiciera un tiempo tan rápido, el mismo de cualificación de 2018. Esto nos da una buena información porque significa que el circuito está limpio, que el grip es bueno y el neumático funciona bien”, dice con satisfacción. 

El equipo Michelin para un gran premio lo conforman 25 personas, de las que diez son “montadores que montan y equilibran el neumático”, a los que se suman “ocho técnicos que trabajan en el box con los pilotos e ingenieros de los equipos”. Otra persona vigila el compuesto y otra el diseño del neumático. El resto son personal de comunicación, márqueting y altos cargos. 

Son los técnicos que trabajan codo con codo con los equipos y los pilotos los que realizan un análisis exhaustivo de las condiciones que rodean a un Gran Premio y ofrecen los consejos necesarios para una buena elección de gomas. Su trabajo es clave en el rendimiento del equipo y en la seguridad de los pilotos. 

Sus recomendaciones se basan en el análisis de la temperatura de la pista y su orientación, la temperatura y presión de los neumáticos, así como en los comentarios del piloto durante los entrenamientos y la carrera.

Cada neumático está diseñado para aportar el rendimiento y durabilidad máximos dentro de unos parámetros de temperatura específicos. Si la goma se sobrecalienta, pierde adherencia y la moto se desliza y gira. Además, pueden salir burbujas. A bajas temperaturas, la rueda no puede desarrollar todo su potencial de adherencia y la moto también se desliza. En tal caso, puede darse el fenómeno graining, en el que la goma se desplaza en forma de pequeñas bolas a los laterales. 

El enorme catálogo de compuestos Michelin garantiza versatilidad en un Mundial de Motociclismo a cuyo espectáculo la marca considera que ha contribuido desde que en 2016 iniciara su relación con Dorna.