El entrenador del Pamesa Teruel, Maxi Torcello, en el entrenamiento de ayer en Los Planos. Edu Guillén
Maxi Torcello: “Nos hemos entendido bien todos y espero poder darle continuidad”
El técnico argentino cumple un año a los mandos de la nave naranja y hace balance del ciclo
El 13 de abril se cumplirá un año desde que Maxi Torcello cogiera las riendas del primer equipo del Pamesa Teruel Voleibol. Con toda la ilusión el técnico argentino se puso al frente de un nuevo proyecto con el foco puesto en devolver a Teruel donde se merce. En este año Maxi ya ha conseguido muchas cosas y continúa trabajando sin perder el norte. Por el momento, ya está construyendo los mimbres de lo que está por venir. Tras este periodo, Torcello hace balance de lo conseguido.
-Ha sido jugador y entrenador de las categorías inferioresdel Pamesa, pero ¿se imaginaba alguna vez llevando los mandos del primer equipo?
-No, cuando era jugador ni me planteaba la idea de ser entrenador porque viendolo desde el punto de vista del jugador es un puesto bastante complicado. Muchas responsabilidades, muchos problemas para solucionar... Sin embargo, después me fui haciendo mayor y me empezó a gustar un poco más la idea y ahí empecé a formarme como entrenador, de hecho, los últimos años de jugador ya los compaginé con mi faceta como entrenador del equipo juvenil. En esa época el llegar a dirigir el primer equipo era más un sueño que otra cosa, pero aquí estamos y muy contento por cómo está saliendo este primer año.
-¿Qué supuso dar el salto al primer equipo?
-Cuando me propusieron ser el entrenador, lo primero fue una alegría enorme y muchísima ilusión. Sí que es verdad que era un reto complicado porque veníamos de dos años difíciles con el club, pero a mí me hizo estar contentísimo. En cuanto lo supe empecé a trabajar. Estuve todo el verano dedicado a armar la temporada y formar el equipo. Era un reto difícil, pero con la ayuda de los jugadores, del club y de los dirigentes, lo pudimos sacar adelante.
-¿Le ayudó a nivel personal esta nueva faceta suya como técnico?
-Una de las cosas que siempre me costó en mi vida fue el tema de hablar, de tomar la iniciativa para proponer cosas y yo siempre me quise forzar a tener esas situaciones y poder crecer personalmente. Ahora el estar al frente del grupo, que siempre tienes que tomar muchas decisiones, proponer entrenamientos, armar sistemas..., me hizo crecer mucho como persona. Para mí la vida está hecha para aprender y tratar de mejorarte cada día y este puesto me dio la oportunidad de poder hacerlo.
-En ocasiones como entrenador tiene que gestionar situaciones complejas, ¿quiénes diría que son sus apoyos?
-Para mí, el cuerpo técnico y los jugadores formamos todos un equipo. A mí me gusta mucho escuchar opiniones diferentes, apoyarme cuando tengo dudas y preguntar, no solo al cuerpo técnico, sino también a los jugadores. No soy una persona autoritaria, sino que trato de buscar el equilibrio entre todo el conjunto, así que me apoyo en muchas personas.
-Usted también ha sido jugador, ¿cómo se sufre más como jugador o como entrenador?
-Como entrenador sin duda. Cuando estás ahí dentro del campo y estás peleando es como que estás más en la acción y no lo sufres tanto, pero el estar fuera mirándolo y viendo cosas que no puede controlar hace que se sufra mucho más.
-¿El hecho de ser entrenador le ha cambiado su forma de ver el voleibol?
-Sí, cuando eres jugador quizá no te fijas tanto en cuestiones tácticas, pero cuando eres entrenador tienes que mirar todo y analizar cada situación, entonces vas viendo cosas con mucho más detalle. Es como que tienes que abarcar muchos más temas y por eso se hace más estresante el trabajo.
-¿Qué balance hace de su primer año a los mandos del primer equipo?
-Muy positivo. Hasta el momento estoy contentísimo con lo que logró el equipo y, sobre todo, feliz por la entrega de todos los jugadores que completan la plantilla. A veces los reultados no llegan, puedes hacer las cosas lo mejor posible y perder, pero la entrega que están dando en cada entrenamiento, en cada partido es algo increíble. Después, lo que más contento me pone también es el haber recuperado el vínculo con nuestra gente, con la afición. Se armó algo muy mágico. Nos pudimos fusionar con todos los que nos apoyan y cada vez son más, y es muy bonito ver de nuevo el pabellón lleno con todos gritando y animando.
-¿Qué cree que le ha aportado al equipo desde el banquillo?
-Creo que lo que mejor funcionó fue el haber gestionado bien el vestuario para lograr esa unidad. Se armó un equipo muy sano de jugadores y eso es lo que quizás marca un poco la diferencia con otros equipos. Eso es de lo que más orgulloso estoy de haber conseguido.
-¿Espera estar muchos años más a la cabeza del equipo?
-Ojalá. Yo estoy feliz aquí en mi ciudad, con el club que siempre me apoyó y me dio confianza. Mi idea es armar un proyecto a largo plazo, mantener el bloque de jugadores que tenemos este año y poder conseguir cosas juntos. Me parece que nos hemos entendido muy bien entre todos esta temporada y espero que podamos darle continuidad a esto.
-¿Qué sueños tiene ahora como entrenador?
-Ganar títulos con el club. Estuvimos muy cerquita y pudimos acariciarlo y se nos escapó, pero yo tengo muchas esperanzas y mucha ilusión en poder conseguirlo. Mi idea es que el club empiece a crecer poco a poco y poder volver a ser el club que fuimos en algún momento. Un club que estaba peleando por todo siempre y era de los máximos favoritos.
-Ha sido jugador y entrenador de las categorías inferioresdel Pamesa, pero ¿se imaginaba alguna vez llevando los mandos del primer equipo?
-No, cuando era jugador ni me planteaba la idea de ser entrenador porque viendolo desde el punto de vista del jugador es un puesto bastante complicado. Muchas responsabilidades, muchos problemas para solucionar... Sin embargo, después me fui haciendo mayor y me empezó a gustar un poco más la idea y ahí empecé a formarme como entrenador, de hecho, los últimos años de jugador ya los compaginé con mi faceta como entrenador del equipo juvenil. En esa época el llegar a dirigir el primer equipo era más un sueño que otra cosa, pero aquí estamos y muy contento por cómo está saliendo este primer año.
-¿Qué supuso dar el salto al primer equipo?
-Cuando me propusieron ser el entrenador, lo primero fue una alegría enorme y muchísima ilusión. Sí que es verdad que era un reto complicado porque veníamos de dos años difíciles con el club, pero a mí me hizo estar contentísimo. En cuanto lo supe empecé a trabajar. Estuve todo el verano dedicado a armar la temporada y formar el equipo. Era un reto difícil, pero con la ayuda de los jugadores, del club y de los dirigentes, lo pudimos sacar adelante.
-¿Le ayudó a nivel personal esta nueva faceta suya como técnico?
-Una de las cosas que siempre me costó en mi vida fue el tema de hablar, de tomar la iniciativa para proponer cosas y yo siempre me quise forzar a tener esas situaciones y poder crecer personalmente. Ahora el estar al frente del grupo, que siempre tienes que tomar muchas decisiones, proponer entrenamientos, armar sistemas..., me hizo crecer mucho como persona. Para mí la vida está hecha para aprender y tratar de mejorarte cada día y este puesto me dio la oportunidad de poder hacerlo.
-En ocasiones como entrenador tiene que gestionar situaciones complejas, ¿quiénes diría que son sus apoyos?
-Para mí, el cuerpo técnico y los jugadores formamos todos un equipo. A mí me gusta mucho escuchar opiniones diferentes, apoyarme cuando tengo dudas y preguntar, no solo al cuerpo técnico, sino también a los jugadores. No soy una persona autoritaria, sino que trato de buscar el equilibrio entre todo el conjunto, así que me apoyo en muchas personas.
-Usted también ha sido jugador, ¿cómo se sufre más como jugador o como entrenador?
-Como entrenador sin duda. Cuando estás ahí dentro del campo y estás peleando es como que estás más en la acción y no lo sufres tanto, pero el estar fuera mirándolo y viendo cosas que no puede controlar hace que se sufra mucho más.
-¿El hecho de ser entrenador le ha cambiado su forma de ver el voleibol?
-Sí, cuando eres jugador quizá no te fijas tanto en cuestiones tácticas, pero cuando eres entrenador tienes que mirar todo y analizar cada situación, entonces vas viendo cosas con mucho más detalle. Es como que tienes que abarcar muchos más temas y por eso se hace más estresante el trabajo.
-¿Qué balance hace de su primer año a los mandos del primer equipo?
-Muy positivo. Hasta el momento estoy contentísimo con lo que logró el equipo y, sobre todo, feliz por la entrega de todos los jugadores que completan la plantilla. A veces los reultados no llegan, puedes hacer las cosas lo mejor posible y perder, pero la entrega que están dando en cada entrenamiento, en cada partido es algo increíble. Después, lo que más contento me pone también es el haber recuperado el vínculo con nuestra gente, con la afición. Se armó algo muy mágico. Nos pudimos fusionar con todos los que nos apoyan y cada vez son más, y es muy bonito ver de nuevo el pabellón lleno con todos gritando y animando.
-¿Qué cree que le ha aportado al equipo desde el banquillo?
-Creo que lo que mejor funcionó fue el haber gestionado bien el vestuario para lograr esa unidad. Se armó un equipo muy sano de jugadores y eso es lo que quizás marca un poco la diferencia con otros equipos. Eso es de lo que más orgulloso estoy de haber conseguido.
-¿Espera estar muchos años más a la cabeza del equipo?
-Ojalá. Yo estoy feliz aquí en mi ciudad, con el club que siempre me apoyó y me dio confianza. Mi idea es armar un proyecto a largo plazo, mantener el bloque de jugadores que tenemos este año y poder conseguir cosas juntos. Me parece que nos hemos entendido muy bien entre todos esta temporada y espero que podamos darle continuidad a esto.
-¿Qué sueños tiene ahora como entrenador?
-Ganar títulos con el club. Estuvimos muy cerquita y pudimos acariciarlo y se nos escapó, pero yo tengo muchas esperanzas y mucha ilusión en poder conseguirlo. Mi idea es que el club empiece a crecer poco a poco y poder volver a ser el club que fuimos en algún momento. Un club que estaba peleando por todo siempre y era de los máximos favoritos.
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