A la derecha Luis Llop, con el primer presidente, José Royo, y el actual, Ricardo Artieda, en compañía de Víctor Fernández
Luis Miguel Llop, cofundador de la Peña Zaragocista de Calanda: “Percibimos que aumenta el sentimiento zaragocista de los jóvenes y las ganas de convivir”
La asociación celebra estos días su trigésimo aniversario con ilusión por mantener la llama y ver al equipo ascender
En la Tierra Baja el sentimiento zaragocista permanece, no muda, es estable y entero como el olivo. Y celebra su pervivencia. No hace mucho celebraban en Alcorisa el aniversario de su colectivo zaragocista. Estos días les toca a los vecinos de Calanda, 30 años de vida de la Peña Zaragocista Víctor Fernández de Calanda. “Organizamos viajes juntos, también con los de Alcañiz”. Luis Llop es uno de los fundadores de la peña. Fue presidente, sigue en el equipo, y percibe que habrá relevo generacional. Vida hay seguro; celebraron el cumpleaños la pasada semana en un acto multitudinario.
-¿Está vivo el zaragocismo en el Bajo Aragón?
-Y creemos que cada vez más. Más o menos seguimos estando los que empezamos hace treinta años, pero es una gran satisfacción ver cómo nuestros hijos y nuestros nietos, los chicos visten las camisetas del Zaragoza. Y en estos tiempos, con la fortaleza del Madrid y del Barcelona y nosotros en Segunda, no es tan fácil. Me llena de mucho orgullo.
-Hablamos de tradición.
-Y de convivencia, y de amistad. Somos alrededor de 300 socios, 42 de ellos estamos abonados para ir a La Romareda. Llegamos a tener cien abonos para ir al campo. Pero la peña se mantiene. Y tiene que ver el hecho de que las familias conservan su pasión y sentimiento por el Zaragoza. Y que con los amigos, con las personas de nuestro entorno, también compartimos esa afición y la llevamos a más personas.
-¿Cuál es el germen de esta peña zaragocista?
-La fundamos en el mes de noviembre de 1994, hace tres décadas. Es verdad que eran los mejores tiempos de la historia reciente del equipo. Acabábamos de ganar la Copa del Rey ante el Celta, la de Madrid, y estaba el equipo a meses de ganar la Recopa en París. Era un momento de efervescencia, en el que el zaragocismo estaba en su momento más alegre. Pero no imaginamos nunca el impacto que íbamos a tener. Casi desde el primer momento alcanzamos esos 300 socios que hemos tenido siempre.
-¿Recuerdan viajes históricos e hitos del equipo?
-Casi desde el primer momento, desde que dejamos registrado el Libro de la Peña. Estuvimos en París en la Recopa, en las finales de Copa últimas, en Montjuic, en las últimas eliminatorias en competición europea... Y n los últimos años en Segunda, la eliminatoria de play-off ante Las Palmas o algunos viajes a Leganés, a Miranda de Ebro o a Logroño.
-Ahora es un poco más complicado mantener la llama.
-Claro, llevamos doce años malos. Pero el sentimiento es imposible de cambiar. La ilusión no se pierde nunca, la trayectoria del equipo es históricamente buena, y el poso no desaparece. Además somos una peña que nos gusta hacer actividades, tener presencia en el pueblo y dinamizar. Pasamos una época un poco más ralentizada con la pandemia, que nos costó salir. Pero hemos recuperado la agenda, hemos hecho esta celebración del aniversario y hemos retomado el Tambor Guerrero, que es una de nuestras celebraciones importantes. Vamos a recuperar también todos nuestros encuentros y actos de verano.
-¿Tienen sede?
-Sí, porque además el alma de la Peña es precisamente compartir la afición y el sufrimiento viendo los partidos del equipo. Yo no soy de ver el partido del Zaragoza en casa. Lo bueno es verlo entre todos, comentarlo y disfrutar de las alegrías y también de los cabreos todos juntos, que es como se hace convivencia y también afición para juntarnos.
-¿Y cómo ve al equipo la Peña Zaragocista de Calanda?
-La figura del entrenador, de Víctor Fernández, es un chute de moral y de energía para el equipo y para la afición, pero sabemos por la experiencia de estos años en Segunda que hay que estar con los pies en el suelo, que la competición es muy larga, la categoría es muy dura y el Zaragoza es una montaña rusa, trayectoria ascendente y descendente a lo largo de todos estos años. Queremos ver al equipo en Primera, creemos que tiene que estar luchando por subir, y ahora económicamente parece que está un poco mejor. Pero sabemos que sigue siendo complicado. Estamos de acuerdo con el mensaje del entrenador, en el mercado de invierno hay que dar un salto con refuerzos que sirvan para poder aspirar al menos al play-off.
-¿Qué posiciones habría que reforzar en el equipo?
-Bueno, un poco lo que se está hablando. Seguro, un par de centrales para la defensa, que es una zona que hay que reforzar con urgencia. Luego hace falta un pivote, un refuerzo con poso en el centro del campo, y después algún perfil para la banda en el ataque. Si se acierta con esos fichajes el equipo puede dar el salto de calidad que aún le falta para ser un aspirante serio.
-¿Está vivo el zaragocismo en el Bajo Aragón?
-Y creemos que cada vez más. Más o menos seguimos estando los que empezamos hace treinta años, pero es una gran satisfacción ver cómo nuestros hijos y nuestros nietos, los chicos visten las camisetas del Zaragoza. Y en estos tiempos, con la fortaleza del Madrid y del Barcelona y nosotros en Segunda, no es tan fácil. Me llena de mucho orgullo.
-Hablamos de tradición.
-Y de convivencia, y de amistad. Somos alrededor de 300 socios, 42 de ellos estamos abonados para ir a La Romareda. Llegamos a tener cien abonos para ir al campo. Pero la peña se mantiene. Y tiene que ver el hecho de que las familias conservan su pasión y sentimiento por el Zaragoza. Y que con los amigos, con las personas de nuestro entorno, también compartimos esa afición y la llevamos a más personas.
-¿Cuál es el germen de esta peña zaragocista?
-La fundamos en el mes de noviembre de 1994, hace tres décadas. Es verdad que eran los mejores tiempos de la historia reciente del equipo. Acabábamos de ganar la Copa del Rey ante el Celta, la de Madrid, y estaba el equipo a meses de ganar la Recopa en París. Era un momento de efervescencia, en el que el zaragocismo estaba en su momento más alegre. Pero no imaginamos nunca el impacto que íbamos a tener. Casi desde el primer momento alcanzamos esos 300 socios que hemos tenido siempre.
-¿Recuerdan viajes históricos e hitos del equipo?
-Casi desde el primer momento, desde que dejamos registrado el Libro de la Peña. Estuvimos en París en la Recopa, en las finales de Copa últimas, en Montjuic, en las últimas eliminatorias en competición europea... Y n los últimos años en Segunda, la eliminatoria de play-off ante Las Palmas o algunos viajes a Leganés, a Miranda de Ebro o a Logroño.
-Ahora es un poco más complicado mantener la llama.
-Claro, llevamos doce años malos. Pero el sentimiento es imposible de cambiar. La ilusión no se pierde nunca, la trayectoria del equipo es históricamente buena, y el poso no desaparece. Además somos una peña que nos gusta hacer actividades, tener presencia en el pueblo y dinamizar. Pasamos una época un poco más ralentizada con la pandemia, que nos costó salir. Pero hemos recuperado la agenda, hemos hecho esta celebración del aniversario y hemos retomado el Tambor Guerrero, que es una de nuestras celebraciones importantes. Vamos a recuperar también todos nuestros encuentros y actos de verano.
-¿Tienen sede?
-Sí, porque además el alma de la Peña es precisamente compartir la afición y el sufrimiento viendo los partidos del equipo. Yo no soy de ver el partido del Zaragoza en casa. Lo bueno es verlo entre todos, comentarlo y disfrutar de las alegrías y también de los cabreos todos juntos, que es como se hace convivencia y también afición para juntarnos.
-¿Y cómo ve al equipo la Peña Zaragocista de Calanda?
-La figura del entrenador, de Víctor Fernández, es un chute de moral y de energía para el equipo y para la afición, pero sabemos por la experiencia de estos años en Segunda que hay que estar con los pies en el suelo, que la competición es muy larga, la categoría es muy dura y el Zaragoza es una montaña rusa, trayectoria ascendente y descendente a lo largo de todos estos años. Queremos ver al equipo en Primera, creemos que tiene que estar luchando por subir, y ahora económicamente parece que está un poco mejor. Pero sabemos que sigue siendo complicado. Estamos de acuerdo con el mensaje del entrenador, en el mercado de invierno hay que dar un salto con refuerzos que sirvan para poder aspirar al menos al play-off.
-¿Qué posiciones habría que reforzar en el equipo?
-Bueno, un poco lo que se está hablando. Seguro, un par de centrales para la defensa, que es una zona que hay que reforzar con urgencia. Luego hace falta un pivote, un refuerzo con poso en el centro del campo, y después algún perfil para la banda en el ataque. Si se acierta con esos fichajes el equipo puede dar el salto de calidad que aún le falta para ser un aspirante serio.