Los trinquetes de Teruel se convierten en tesoros ocultos por redescubrir

El potencial rural de la provincia de Teruel es cada vez mayor. La cantidad de pequeños municipios que conforman la provincia es enorme y sus tradiciones los convierten en verdaderas joyas. Sin embargo, los tesoros deben desenterrarse para dotarlos de todo su valor. El juego de pelota y los trinquetes son dos de los mayores tesoros ocultos de la zona. La Asociación Amigos de los Trinquetes de Teruel, con el apoyo de la Fundación Tervalis, pretende recuperarlos y adaptarlos a la actualidad.

Con el objetivo de dinamizar las zonas rurales de Aragón a través del patrimonio histórico, cultural, tradicional y deportivo, surge la propuesta de Rafa García, un pelotari nacido en Gaibiel (Castellón) enamorado del juego de la pelota: “El proyecto se forma a partir de una pasión pelotaria”.

A mediados de julio comenzó, con una reunión en la Fonda del Tozal, un ilusionante viaje por algunas de las zonas con más tradición de la provincia. El primer evento tuvo lugar en Cedrillas, tan solo tres días después de aquel primer encuentro. Los Amigos de los Trinquetes pretenden recuperar algunos de los lugares de culto para los amantes de la pelota en un tiempo récord. 

Su proyecto se basa en tres áreas diferenciadas con las que se pretende llegar a todos los públicos. Reconquistar a los turolenses con el propio Juego de la Pelota sería un éxito para una asociación que agrupa a algunos de los mejores pelotaris aragoneses. Más allá del propio deporte, la recuperación de una tradición centenaria como esta supondría también volver a poner en marcha y dar valor a joyas del patrimonio arquitectónico de muchos de los pueblos de la provincia. Además de Cedrillas, otros muchos municipios turolenses cuentan a día de hoy con trinquetes. Aliaga, Tronchón o Mirambel se suman a la lista de lugares en los que la Asociación Amigos de los Trinquetes de Teruel pretende dejar huella.

Además, el proyecto tratará de situar la Pelota en el foco de interés de los más jovenes. Su intención es introducir el deporte en escuelas e institutos para que la juventud turolense se aproxime a uno de los juegos más antiguos de la historia de la humanidad. La creación de escuelas y clubes es uno de los objetivos más deseados. Teruel podría ser el núcleo del Juego de la Pelota debido a su mayor densidad poblacional, comparado con las poblaciones de la zona. 

No obstante, aún es demasiado pronto para hablar de ello ya que todavía no se han conseguido los documentos necesarios para que el proyecto se asiente en una ciudad como Teruel. 
Para Rafa García la restauración de las costumbres en la zona puede verse como un paso adelante en la potenciación de la zona. Un claro ejemplo de ello es el aprovechamiento de vestigios antropológicos, con un gran protagonismo en Teruel. El presidente de la Asociación reconoce que el tema de la pelota y los trinquetes le recuerda “al asunto de los dinosaurios”. A pesar de ser un tema que parece estar en el olvido de los turolenses, la gran mayoría ha tenido cierta vinculación con la pelota. Según el promotor y presidente fundador de la Asociación, este deporte sigue siendo  visto como “una cosa del pasado, que en realidad es un tesoro”.

Recuperar los trinquetes turolenses también serviría para dinamizar tanto las zonas rurales como el turismo hacia esos lugares. Sin embargo, el plan de recuperación de los trinquetes todavía se encuentra en una fase piloto. La colaboración de la Fundación Tervalis juega un papel fundamental en su desarrollo. La cultura de la pelota en otros lugares como la Comunidad Valenciana o el País Vasco cuenta con el apoyo de importantes entidades nacionales y autonómicas que permiten su avance. Aragón no debe quedarse atrás en el impulso de un proyecto que aúna deporte, tradición y cultura.

En este aspecto, Rafa García está agradecido al recibimiento que ha tenido por parte de la sociedad aragonesa. “Me ha sorprendido a mí mismo. La gente se está emocionando e involucrando mucho con el asunto”. Su extensa trayectoria en el mundo de la pelota, le permite ser todo un referente y juntarse con algunos de los mejores deportistas de esta disciplina. 

El proyecto para recuperar los trinquetes de Teruel no solo abarca a la comunidad aragonesa, sino que pretende llegar a cotas mayores. Los hermanamientos con otros municipios españoles o incluso la participación en exhibiciones y torneos internacionales forma parte de los planes de la asociación.

Las fechas todavía están en el aire, pero la idea es que el programa pueda sentar sus bases y alcanzar las metas pensadas en un periodo cercanos a los tres años. Aunque la acogida por parte de vecinos e instituciones se encargará de ajustar el calendario. 

Encuentros pelotaris

A pesar de llevar en marcha algo menos de dos meses, los Amigos de los Trinquetes ya han trasladado su pasión por la pelota a varias poblaciones turolenses. Al primer acto, que tuvo lugar en Cedrillas el 24 de julio, se le suman otros dos eventos organizados por la agrupación. Allepuz y Tronchón han sido los otros lugares por los que ha pasado el Encuentro Pelotari en los últimos meses. Además de la presentación del proyecto y la aproximación del deporte a los vecinos de las poblaciones, los encuentros sirven para disputar torneos con un formato de liguilla, semifinales y final. Una oportunidad única para poder ver a algunos de los mejores jugadores. 

Además, la Asociación Amigos de los Trinquetes aprovecha para organizar talleres o dar charlas informativas. El pasado fin de semana los vecinos de Teruel tuvieron la oportunidad de aprender de este deporte a través de los diferentes actos en los que participó la entidad con motivo de la celebración de la I Feria del Deporte.

Cargados de entusiasmo y con los objetivos bastante claros, los miembros de la institución lucharán por recuperar costumbres y tradiciones para adaptarlas a la actualidad y así evitar su pérdida. La próxima cita la tendrán el día 6 de noviembre, fecha en la que se celebrará el 4º encuentro pelotari, que incluirá una actuación de folclore típico. Mora de Rubielos será en esta ocasión el escenario elegido para poner en valor uno de los tesoros  más valiosos, a la par que olvidados, de la región aragonesa.