La zona baja de la tabla de Primera RFEF, en llamas

La jornada número 28 del grupo primero de la Primera RFEF confirma lo competida que está la categoría, y el camino largo que todavía les resta por recorrer a todos los equipos en esta temporada que entra en su fase decisiva. La zona baja entra en combustión después de los resultados de este fin de semana, en la que los rivales directos del CD Teruel ya están más que prevenidos de la reacción que protagonizan los mudéjares a pesar de la última derrota del sábado.

Así las cosas, el último compareciente del fin de semana entre los implicados en la pelea de la permanencia, Real Unión de Irún, caía derrotado ayer domingo en su Stadium Gal frente al próximo rival turolense, la Real Sociedad B. El filial donostiarra dio buena cuenta del histórico inundarra con un 1-3 que mantiene al cuadro fronterizo inmerso en la pelea del descenso, dos por encima del Sabadell que marca la permanencia tras su empate del sábado, y cinco por encima del CD Teruel.

También por la zona alta la clasificación se aprieta, toda vez que los empates de Dépor y Nàstic permiten al Barcelona Atlètic meterse de lleno en el pelotón del liderato de la categoría, con Ponferradina, Celta Fortuna y Cultural Leonesa agazapados hacia las plazas de play-off. El empate del Arenteiro en casa frente al colista Majadahonda deja a los orensanos más lejos de la pelea por subir.

Tras la disputa de este fin de semana, ya a las puertas de la Semana Santa, diez jornadas restan para la conclusión de un campeonato difícil en el que nada está todavía decidido, lo que augura dos meses y medio de competición no apta para corazones delicados. Las victorias de Osasuna Promesas y Sestao River señalan con firmeza que los rivales del Teruel por salvar la categoría venderán muy caro su pellejo.