La varita de Juan Hernández hechiza al Zaragoza y le da al Barça la Copa del Rey juvenil (5-0)

El Juvenil A del FC Barcelona cerraba este domingo una semana mágica en Villanueva de la Serena con la final perfecta para conquistar ante el Real Zaragoza una nueva Copa del Rey para sus vitrinas. El plantel juvenil culé y vuelve a ser el campeón de una competición que no ganaba desde el 2011. Con este triunfo los azulgrana reafirman su condición de Reyes de Copa, también en categoría juvenil, con 19 títulos en sus vitrinas. Y en este reinado, fuero especial para el turolense Juan Hernández; fue en realidad su magia la que desequilibró un duelo que se presumía más equilibrado.

No lo fue, porque los azulgrana saltaron al césped del Municipal Villanovense con las ideas muy claras, asumiendo el protagonismo y el dominio de una final que querían teñir de azulgrana rápidamente. Un escenario de partido previsto por los aragoneses, empeñados en dejar fuera a cuatro de sus mejores piezas por motivos contractuales, y resguardados al borde de su área con apenas un atacante en solitario, Franco. Los blanquillos renunciaron al balón y el Barça lo aprovechó, sacando todo el talento que acumula de medio del campo hacia adelante. 

Juan, genio desde el inicio

Esto, sumado a una gran presión marca de la casa, derivó en el primer gol. Protagonista de inicio Juan Hernández. El mudéjar, volcado a la banda izquierda del ataque blaugrana, a pie cambiado, ya rozó el primero en un disparo desde la distancia antes de los cinco minutos de juego. Y al cuarto de hora recibió un pase de espuela de Junyent para poner un balón tenso, pase de la muerte raso y preciso que Arnau Pradas, de primeras y con un disparo cruzado, convirtió en la primera piedra para levantar el título. 

Lejos de conformarse, los culés buscaron el segundo, y en el siguiente ataque con peligro encontraron portería; invirtiéndose los papeles, Pradas asistió para un Juan Hernández que, muy solo en el área, anotó su primer gol contra su ex equipo. La final estaba encarrilada antes del minuto veinte. El técnico del Zaragoza, Javier Garcés, cambió en el minuto 24 para introducir a Sesé en el ataque, pero no cambiaría nada. Porque el Barça ya había puesto la directa, y en el quinto saque de esquina en media hora, Hugo Alba volaba al primer palo y, con un cabezazo muy potente, acercaba aún más a los suyos al título en una final casi decidida al descanso.

Dobletes tras la reanudación

Pero los jugadores del equipo catalán quisieron regalarse una final para el recuerdo. Seguirían atacando, y siguieron marcando; tras el descanso llegó el momento de los dos dobletes. Primero, el del propio Juan Hernández, el turolense, con la varita mágica a pleno rendimiento. El arquitecto del juego juvenil azulgrana agarró un disparo seco desde fuera del área para establecer el 4-0 antes de la hora de partido. 

Y después el de Hugo Alba, rematando a placer (5-0, min. 66) el regalo de uno de los relevos que habían entrado del banquillo, Parriego. Manita cerrada ante un rival que está realizando una buena temporada, que optimizó al máximo su rendimiento en esta fase final copera, pero al que no le dio para competirle a un Barcelona que vuela sobre la magia de un turolense. También tuvo minutos Alex Gomes, familia del futbolista del Calamocha Nilton, pero no pudo evitar la goleada sufrida por su Real Zaragoza.