La CxM Ciudad de Teruel echa a andar y supera las 80 inscripciones en un día
La prueba arrancará el 30 de mayo en la plaza del Torico con salidas escalonadas y avituallamientos a demandaLa IX Carrera Por Montaña de Teruel decidirá el próximo 30 de mayo qué club aragonés se aúpa con el título de campeón regional este año. La prueba, con salida y meta en la popular plaza del Torico, será la primera del calendario de la Federación Aragonesa de Montaña después del parón por el covid.
La Carrera por Montaña de Teruel ha despertado un gran interés y a pesar de que las restricciones sanitarias solamente permiten practicar actualmente a los deportistas federados en Montaña en Aragón, en las primeras 24 horas ya se habían formalizado más 80 inscripciones lo que permite soñar con una cifra histórica para una carrera que nunca ha superado los 200 participantes. En esta ocasión se ha establecido en 300 el máximo de corredores que puedan participar en alguna de las dos distancias. “La cifra de 300 participantes es el máximo en cualquier caso, pero hasta nueva orden y según la normativa en vigor solo se permiten federados”, explicó Carlos Lis, miembro de la organización de la carrera, que explicaba que “si esto cambia a una fase más laxa y con menos riesgo se podría abrir la participación a los no federados”.
La prueba tendrá dos distancias con dos dificultades diferentes, siendo la prueba más larga, la de 21 kilómetros y 1.100 metros de desnivel acumulado la que puntuará en el Campeonato de Aragón de Clubes. La segunda distancia corresponderá a la categoría de Iniciación con 10 kilómetros y cerca de 500 metros de ascenso.
Protocolos covid
La protección de la salud de los participantes, voluntarios y público de la carrera es “el mayor reto que nos hemos encontrado”, aseguraba ayer Lis, que explicaba que se ha trabajado con “una Guía de Aplicación que nos ha aportado la FEDME que hemos tenido que concretar a la casuística concreta del recorrido de la carrera”.
Dentro de las particularidades de esta edición, la salida se hará de forma escalonada con grupos de entre 50 y 70 participantes cada pocos minutos. Antes de entrar en el cajón de salida, se irá llamando a los corredores que tengan que empezar en cada momento y se les colocará en unas posiciones marcadas por la organización en el suelo de ese espacio de salida, con una distancia de dos metros entre cada uno de ellos. Los participantes tendrán que llevar puesta la mascarilla hasta que entren e en el cajón de salida y, aunque tendrán que llevar consigo la mascarilla durante toda la carrera, podrán guardarla y arrancar la prueba sin ella.
La Federación Aragonesa asignará las primeras posiciones del primer cajón de salida a los corredores con mejores tiempos y se sorteará el resto.
El ganador de la prueba se decidirá por tiempos ya que no todos los corredores arrancarán al mismo tiempo, aunque los participantes que salgan en las últimas tandas podrían tener el inconveniente de tener que adelantar a más corredores que los primeros.
Otra de las novedades estará en el sistema de avituallamiento. Se mantendrán los mismos puestos que en ediciones pasadas pero en esta ocasión los víveres no estarán al alcance de los corredores, sino que éstos tendrán que solicitarle al voluntario que atienda ese puesto qué quiere comer o beber. “Es distinto a otros años, con menos producto y menos acceso al producto”, confirmaba Lis.
En la llegada se suprimirá el avituallamiento de meta como se hacía hasta ahora para evitar aglomeraciones y solo habrá un puesto de abastecimiento “con lo justo”, para pasar a la “cámara de presoaldi, que es una zona mucho más holgada”.
A lo que no va a renunciar la organización es a la ceremonia de entrega de trofeos. Aunque la charla técnica previa a la carrera se hará de forma telemática a través de alguna de las aplicaciones más utilizadas, en la entrega de premios se aplicarán “las medidas de seguridad que nos marca la FEDME pero sí que habrá entrega de trofeos”, avisó Carlos Lis