José Antonio Bernad ha dirigido durante ocho años el club del Jiloca
José Antonio Bernad: “El balance es negativo porque las aspiraciones eran mayores”
El directivo valora el esfuerzo del nuevo míster, Dani González, al que “no se le puede pedir más”
José Antonio Bernad ha sido el coordinador del Calamocha CF en la época más dulce del club. Bajo su tutela los de Jumaya lograron el salto de categoría ascendiendo hace cuatro temporadas a Tercera División (ahora Tercera RFEF) y gracias a sus desvelos pasó de pelear por la permanencia a codearse con los equipos de la parte alta de la clasificación. Pero este año todo ha salido mal y el proyecto más ambicioso del club ha terminado con el equipo prácticamente descendido.
-¿Qué balance hace de la temporada?
-Un balance negativo. No pudo decir otra cosa. Es negativo porque las aspiraciones habían sido mayores y por una cosa u otra ahora estamos en una situación en la que solo dependemos de lo que ocurra en la Segunda RFEF.
-Así es, la permanencia del Calamocha depende de cuántos equipos desciendan de la cuarta categoría del fútbol nacional y de un posible ascenso más en Tercera y ha terminado la competición sin saber cual va a ser su futuro
-Desde el partido contra Caspe poco a poco nos habíamos hecho a la idea de que íbamos a terminar en esa posición (12º) porque por abajo no nos podía alcanzar ningún otro equipo y por arriba había mucha diferencia de puntos como para poder alcanzar a los siguientes. El Cariñena, undécimo, nos ha sacado nueve puntos, que son los correspondientes a tres partidos y que son los partidos que quedaban cuando perdimos contra el Caspe.
-¿Qué ha pasado este año para que el equipo haya dado un rendimiento tan pobre?
-Al principio empezamos con una dinámica buena en la Copa Federación, pero ya no nos metimos en la final después de haber hecho unos partidos muy buenos al principio de la pretemporada. Luego, los primeros resultados no fueron malos pero el juego no era el que se pretendía ni para el que se había construido el equipo. No era el juego que se había buscado para cumplir con los objetivos que nos habíamos marcado esta temporada, que eran estar en la parte alta de la clasificación.
-Sin embargo, buena parte del vestuario y el técnico eran los mismos que la campaña anterior lograron un buen resultado.
-El año pasado acabamos sextos, nos salvamos bien y no tuvimos que jugar los playoff. Se mantuvo parte de la plantilla y se reforzó para poder optar a objetivos mayores, que eran el mejorar ese sexto puesto y estar en la parte alta de la tabla.
-¿Y qué es lo que pasó?
-No lo sé. Ha sido un cúmulo de cosas: no se ganaba, luego se ganaron cuatro partidos y se volvió a perder otros tres, seguidos de cinco o seis empates consecutivos ... la dinámica del equipo nunca ha sido buena. Siempre hemos ido a trompicones.
-A diez jornadas de final de la temporada el entrenador, Sergio Lagunas, presentó su dimisión y el entrenador del filial se pone al frente del equipo con el objetivo de salvar la categoría.
-Claro. A Dani González no se le puede pedir mucho más. La verdad es que empezamos bien con cinco victorias en seis partidos, pero luego en los últimos cuatro encuentros la dinámica ha sido la misma. En el partido contra Caspe no se compitió y en los otros tres sí, pero compitiendo no ganamos el partido esencial contra Caspe. Y creo que a partir de ese momento los jugadores se dieron cuenta de que había pocas posibilidades, aunque no sé qué hay en su cabeza.
Respecto a Dani, en un principio lo hizo bastante bien. La verdad es que tenía una papeleta difícil y yo le estoy muy agradecido por coger el equipo en esa situación. Ha hecho lo que ha podido. Era nuevo en la categoría aunque al principio ganó cinco de los seis partidos, pero ha acabado con cuatro derrotas que nos han dejado prácticamente donde estábamos.
-Por tanto, ¿hace un balance diferente de esta mini temporada de diez jornadas respecto a la anterior?
-El ambiente ha sido bueno porque Dani tiene un temperamento distinto del de Sergio Lagunas, pero al final no se gana con eso. Tienen que ser las dos cosas: que el ambiente sea bueno y la dinámica también, y el balance es de cinco victorias y cinco derrotas. Es verdad que los jugadores han estado mejor con el entrenador, pero los resultados no dejan de ser parecidos.
-En el mercado de invierno el equipo experimentó una profunda renovación, aunque tampoco funcionó con los cambios.
-Ahí es donde empecé a equivocarme. Lo digo en primera persona porque Sergio Lagunas me pidió no seguir con el equipo en el mes de diciembre. Yo me reuní con la plantilla para buscar la solución y decidí no hacerle caso entonces. Y a lo mejor hubiera acertado porque aunque los jugadores me comentaron que estaban con él, al final no ganaban los encuentros. Y así nos encontramos en los meses de diciembre y enero con cinco empates y una derrota, que es lo que llevó a Sergio a decir que no quería continuar cuando realmente fueron los propios jugadores los que dijeron que querían apoyar al entrenador y cambiar cuatro piezas del puzzle. Pero tampoco cuadraron con el míster, no tanto los jugadores nuevos sino los veteranos que estaban en la plantilla.
-¿Cree que hubo un golpe de mano del propio vestuario contra el entrenador?
-No lo sé. Eso tendría que ser Sergio Lagunas el que lo explique en su día. Yo no lo viví deportivamente porque deportivamente no entraba en el vestuario, pero no creo que fuese así. Yo creo que todos querían salir de ese bucle en el que habían entrado de no encontrar la victoria, pero cuando no se encuentra es complicado.
-¿Y ahora qué?
-Ahora dependemos mucho de lo que pase en Segunda RFEF para que se produzca el descenso. Hay que ser realistas. Y a partir de ahí habrá una junta en la que nos reuniremos la directiva y en la que tomaremos decisiones, que ya se notificarán.
-¿A qué tipo de decisiones se refiere?
-No sé lo que van a hacer los demás, solo sé lo que voy a hacer yo.
-Si se consuma el descenso del primer equipo podría darse el caso de que se encontrase en Regional Preferente con el filial.
-Esa es una de las decisiones a las que me refería. Hay que valorar qué es lo que quiere el club y si hay que renunciar a la plaza de Regional o que desaparezca un equipo porque no podemos competir con dos equipos en Preferente con lo cual o uno no asciende y se queda en Primera Regional aunque quede campeón o el otro, si desciende, habría un equipo en Preferente y otro en Regional. Y no fuese así, habría un solo equipo en Regional Preferente y desparecería el que baja.
-¿Estamos ante un cambio de modelo del club?
-Lo más seguro es que sí, porque cuando haya que tomar ese tipo de decisiones seguramente yo no las tome.
-¿Qué balance hace de la temporada?
-Un balance negativo. No pudo decir otra cosa. Es negativo porque las aspiraciones habían sido mayores y por una cosa u otra ahora estamos en una situación en la que solo dependemos de lo que ocurra en la Segunda RFEF.
-Así es, la permanencia del Calamocha depende de cuántos equipos desciendan de la cuarta categoría del fútbol nacional y de un posible ascenso más en Tercera y ha terminado la competición sin saber cual va a ser su futuro
-Desde el partido contra Caspe poco a poco nos habíamos hecho a la idea de que íbamos a terminar en esa posición (12º) porque por abajo no nos podía alcanzar ningún otro equipo y por arriba había mucha diferencia de puntos como para poder alcanzar a los siguientes. El Cariñena, undécimo, nos ha sacado nueve puntos, que son los correspondientes a tres partidos y que son los partidos que quedaban cuando perdimos contra el Caspe.
-¿Qué ha pasado este año para que el equipo haya dado un rendimiento tan pobre?
-Al principio empezamos con una dinámica buena en la Copa Federación, pero ya no nos metimos en la final después de haber hecho unos partidos muy buenos al principio de la pretemporada. Luego, los primeros resultados no fueron malos pero el juego no era el que se pretendía ni para el que se había construido el equipo. No era el juego que se había buscado para cumplir con los objetivos que nos habíamos marcado esta temporada, que eran estar en la parte alta de la clasificación.
-Sin embargo, buena parte del vestuario y el técnico eran los mismos que la campaña anterior lograron un buen resultado.
-El año pasado acabamos sextos, nos salvamos bien y no tuvimos que jugar los playoff. Se mantuvo parte de la plantilla y se reforzó para poder optar a objetivos mayores, que eran el mejorar ese sexto puesto y estar en la parte alta de la tabla.
-¿Y qué es lo que pasó?
-No lo sé. Ha sido un cúmulo de cosas: no se ganaba, luego se ganaron cuatro partidos y se volvió a perder otros tres, seguidos de cinco o seis empates consecutivos ... la dinámica del equipo nunca ha sido buena. Siempre hemos ido a trompicones.
-A diez jornadas de final de la temporada el entrenador, Sergio Lagunas, presentó su dimisión y el entrenador del filial se pone al frente del equipo con el objetivo de salvar la categoría.
-Claro. A Dani González no se le puede pedir mucho más. La verdad es que empezamos bien con cinco victorias en seis partidos, pero luego en los últimos cuatro encuentros la dinámica ha sido la misma. En el partido contra Caspe no se compitió y en los otros tres sí, pero compitiendo no ganamos el partido esencial contra Caspe. Y creo que a partir de ese momento los jugadores se dieron cuenta de que había pocas posibilidades, aunque no sé qué hay en su cabeza.
Respecto a Dani, en un principio lo hizo bastante bien. La verdad es que tenía una papeleta difícil y yo le estoy muy agradecido por coger el equipo en esa situación. Ha hecho lo que ha podido. Era nuevo en la categoría aunque al principio ganó cinco de los seis partidos, pero ha acabado con cuatro derrotas que nos han dejado prácticamente donde estábamos.
-Por tanto, ¿hace un balance diferente de esta mini temporada de diez jornadas respecto a la anterior?
-El ambiente ha sido bueno porque Dani tiene un temperamento distinto del de Sergio Lagunas, pero al final no se gana con eso. Tienen que ser las dos cosas: que el ambiente sea bueno y la dinámica también, y el balance es de cinco victorias y cinco derrotas. Es verdad que los jugadores han estado mejor con el entrenador, pero los resultados no dejan de ser parecidos.
-En el mercado de invierno el equipo experimentó una profunda renovación, aunque tampoco funcionó con los cambios.
-Ahí es donde empecé a equivocarme. Lo digo en primera persona porque Sergio Lagunas me pidió no seguir con el equipo en el mes de diciembre. Yo me reuní con la plantilla para buscar la solución y decidí no hacerle caso entonces. Y a lo mejor hubiera acertado porque aunque los jugadores me comentaron que estaban con él, al final no ganaban los encuentros. Y así nos encontramos en los meses de diciembre y enero con cinco empates y una derrota, que es lo que llevó a Sergio a decir que no quería continuar cuando realmente fueron los propios jugadores los que dijeron que querían apoyar al entrenador y cambiar cuatro piezas del puzzle. Pero tampoco cuadraron con el míster, no tanto los jugadores nuevos sino los veteranos que estaban en la plantilla.
-¿Cree que hubo un golpe de mano del propio vestuario contra el entrenador?
-No lo sé. Eso tendría que ser Sergio Lagunas el que lo explique en su día. Yo no lo viví deportivamente porque deportivamente no entraba en el vestuario, pero no creo que fuese así. Yo creo que todos querían salir de ese bucle en el que habían entrado de no encontrar la victoria, pero cuando no se encuentra es complicado.
-¿Y ahora qué?
-Ahora dependemos mucho de lo que pase en Segunda RFEF para que se produzca el descenso. Hay que ser realistas. Y a partir de ahí habrá una junta en la que nos reuniremos la directiva y en la que tomaremos decisiones, que ya se notificarán.
-¿A qué tipo de decisiones se refiere?
-No sé lo que van a hacer los demás, solo sé lo que voy a hacer yo.
-Si se consuma el descenso del primer equipo podría darse el caso de que se encontrase en Regional Preferente con el filial.
-Esa es una de las decisiones a las que me refería. Hay que valorar qué es lo que quiere el club y si hay que renunciar a la plaza de Regional o que desaparezca un equipo porque no podemos competir con dos equipos en Preferente con lo cual o uno no asciende y se queda en Primera Regional aunque quede campeón o el otro, si desciende, habría un equipo en Preferente y otro en Regional. Y no fuese así, habría un solo equipo en Regional Preferente y desparecería el que baja.
-¿Estamos ante un cambio de modelo del club?
-Lo más seguro es que sí, porque cuando haya que tomar ese tipo de decisiones seguramente yo no las tome.
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