El Utrillas sufre la crueldad del fútbol al encajar el empate en el tiempo de descuento (1-1)
Al conjunto de Pitu Lerga se le escapan los tres puntos después de dominar durante todo el partido ante el ÉpilaEmpate con sabor a derrota para un Utrillas que dominó, contó con las mejores ocasiones y fue por delante hasta el tiempo de prolongación gracias al tanto de Adrián Hernández en la primera mitad, pero que no pudo cerrar el triunfo ante su público tras encajar la igualada superado el minuto 90. Jarro de agua fría inmerecido antes del derbi ante el Calamocha de la próxima semana.
El Utrillas regresaba a La Vega con ganas de darle un triunfo a su gente y de prolongar la buena dinámica que le ha permitido salir de la zona más peligrosa de la tabla clasificatoria. Para ello Pitu Lerga apostaba por una defensa de cuatro con Júdez, Redolar, Izquierdo y Jorge Ruiz; un centro del campo sólido con Diego Royo y Casero, que estaban acompañados por Alexandre y Adrián Hernández en los costados. Tatín y Guille García partían como titulares en la parcela ofensiva. En el otro bando, Monteiro regresaba a la que fue su casa como principal amenaza del conjunto zaragozano.
Desde el pitido inicial el Utrillas quiso mostrar contundencia, ante un Épila que parecía llegar a las Cuencas Mineras con la idea de dominar el encuentro. Lo hizo durante los compases iniciales, aunque sin demasiado éxito, por lo que los locales decidieron dar un pasito hacia delante.
Tras unos primeros minutos de nerviosismo en los que el Épila fue el que más veces trató de encontrar los huecos a la espalda de la defensa utrillense, el conjunto de La Vega ganó metros y empezó a sentirse más cómodo. Guille García y Tatín tantearon la meta defendida por Aarón Abad con un par de llegadas sin demasiado peligro. Pese a ello, sirvieron para que los de casa fuesen quitándose la presión inicial de encima.
Pases
La posesión era cada vez más de los turolenses que, sobre todo, eran capaces de hilar pases en su propio campo. Una vez el balón cruzaba el centro del campo, el juego era menos fluido. No obstante, antes de llegar a la media hora, Alexandre tuvo una gran ocasión para hacer el primero. Casero encontró a Jorge Ruiz por la banda y el lateral la centró rasa para que Tatín se la encontrase de cara a portería. El ex del CD Teruel no pudo definir, pero sí que dejó el balón para que Guille García levantase la cabeza y la dejase de frente a Alexandre, que trató de ajustar el balón al palo sin encontrar portería.
El Utrillas solo dio un aviso a su rival, ya que en la siguiente jugada de peligro llegó el gol. El esférico esta vez fue hacia la otra banda, por la que se incorporaba Júdez con velocidad. Su centro fue directo a la cabeza de Adrián Hernández, que le ganó la partida a su par por alto y todavía fue capaz de dirigir el remate hacia el suelo para que rebotase justo antes de colarse en la portería del Épila.
Los zaragozanos no se quedaron de brazos cruzados al encajar el tanto, aunque los utrillenses tampoco renunciaron a seguir jugando el balón con mucha personalidad. No obstante, antes de llegar al entretiempo el cuadro visitante puso en apuros a Marco Láinez con un balón largo en el que el portero local se quedó a media salida.
El experimentado guardameta reaccionó mucho mejor en la siguiente acometida de los visitantes. Monteiro controló con calidad en el costado derecho y Hamza conectó un remate potente desde un lugar casi sin ángulo. Láinez puso las manos fuertes para evitar la igualada.
El resultado se mantuvo inmóvil hasta el minuto 45, pero la situación empeoró para los de casa cuando Diego Royo se lanzó con todo a por un balón dividido y quedó muy dolorido sobre el verde de La Vega. El centrocampista se retiró sin apenas apoyar la pierna y Mallor le sustituyó tras el paso por vestuarios.
Los de Pitu Lerga estaban jugando bien, pero tenían que mantener la calma y tratar de cometer el mínimo número de errores posible para asegurar los tres puntos.
En busca del empate
El segundo capítulo comenzó como se esperaba, con el Épila yendo un poco más hacia delante en busca del empate. Por su parte, el Utrillas volvía a hacerse fuerte atrás y sostenía el arreón de su oponente durante los diez primeros minutos.
Pasado ese tramo, el Épila probó a Láinez de cabeza y Tatín llevó el peligro al área contraria con un centro lateral potente que no encontró rematador.
El atacante turolense fue uno de los más activos en campo contrario. De una carrera suya también llegó la siguiente ocasión de los locales, que terminó con remate de Mallor al costado de la red.
El compromiso entró en una fase de dominio visitante. El Utrillas dio un pasito hacia atrás y el Épila, uno hacia delante. Sin embargo, las ocasiones no llegaban para ninguno de los dos bloques, lo que, de alguna manera, beneficiaba a los turolenses.
El crono llegaba al minuto 75 con mínima ventaja en el electrónico para los de La Vega, que se mostraban contundentes a la hora de defender y no tenían miedo de combinar. El plan era el adecuado y solo faltaba finiquitarlo.
Tatín pudo hacerlo a ocho minutos para la conclusión pero su galopada no terminó en gol por muy poco. El atacante regateó al portero rival, que estuvo a punto de cometer penalti, y se quedó sin ángulo para finalizar. La jugada se fue embarullando y acabó en nada para lamento de la hinchada utrillense que animaba sin descanso, como de costumbre.
Con el minuto 90 cumplido, los jugadores del Épila reclamaron un posible penalti por manos dentro del área. El colegiado consideró que Jorge Ruiz la tenía apoyada en el suelo y no concedió la pena máxima. Alivio en La Vega antes del mazazo final.
Tras ese instante de sufrimiento, el triunfo del Utrillas parecía hecho. Al choque le restaban segundos y entonces llegó el jarro de agua fría para los turolenses. En un centro lateral, el Épila encontró el premio que había estado buscando durante todo el segundo tiempo. El Utrillas mereció los tres puntos por ocasiones y por juego, pero al final solo pudo sumar uno por la crueldad que, en ocasiones, caracteriza al fútbol.