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El Utrillas acaricia la permanencia con un gran triunfo ante el Illueca (3-1) El Utrillas acaricia la permanencia con un gran triunfo ante el Illueca (3-1)
Los jugadores del Utrillas celebran el tercer tanto de la tarde, anotado por Adrián Hernández. CD Utrillas

El Utrillas acaricia la permanencia con un gran triunfo ante el Illueca (3-1)

Adrián Hernández, con un doblete, y Jorge López le dan tres puntos importantes al cuadro minero
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Aprovechó a las mil maravillas el Utrillas la visita de un Illueca en pésima racha de juego y resultados para asegurar una nueva victoria en La Vega. Tres puntos que colocan a los de Pitu Lerga en la octava posición de la tabla ya con 28 puntazos en su casillero, lo que indica que hay quince de distancia sobre el descenso pero el play-off está solo a tres. ¿Hacia dónde mirar? Por el momento, los blancos ganaron un nuevo encuentro gracias a una salida ciclónica y se puede considerar que la salvación es ya un hecho. Nueve puntos sumados de los últimos doce en disputa señalan a las claras que el equipo de las Cuencas Mineras está en el mejor instante de la liga.

La salida de los de Pitu lerga fue determinante para que se cumpliese la lógica clasificatoria. El equipo turolense tuvo la fortuna de embocar en sus dos primeras ocasiones antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora del partido, y ese 2-0 allanó  mucho el camino hacia el triunfo.

A los siete minutos de partido, un córner local encontraba el perfecto testarazo de Adrián Hernández que vencía al joven arquero Sergio de Cea en el uno a cero. El marcador permitió al Utrillas encarar con confianza el encuentro y en la siguiente llegada a puerta con peligro, el segundo a la jaula. A los trece minutos, un gran disparo de Jorge López desde la larga distancia se estampaba en las mallas en una diana de bellísima factura. Era el inicio soñado para los de Lerga, con una efectividad destacable a la hora de convertir acercamientos en goles.

Pero de ahí hasta el descanso, media hora de equilibrio sin que hubiera apenas acercamientos a las dos porterías en La Vega, con algún bostezo disimulado en las gradas. Los locales controlaron sin mayores problemas los inocentes acercamientos del Illueca y el once de las Cuencas tampoco tuvo excesivo acierto a la hora de construir. Los dos chispazos de arranque mandaban en el tanteo y el juego se desarrolló en la medular.

El segundo periodo fue bastante más alocado, porque el Illueca adelantó sus líneas y se lanzó en pos de casi un imposible (lleva un punto de quince el conjunto del Papa Luna, que acumula la terrible racha ya de trece jornadas sin ganar, con 5 puntos de 39, sin vencer desde el 15 de octubre del año pasado, 5-3 al Tamarite) viéndose un partido mucho más abierto, con ocasiones para las dos escuadras.

Un rechace del meta del Illueca en una salida fuera de su marco y después de un rebote le caía a Adrián Hernández y el delantero del Utrillas no perdonaba, sentenciando con el tres a cero desde fuera del área pero a puerta prácticamente vacía. La sentencia. Eso sí, el conjunto zaragozano nunca se rindió y apenas dos minutos más tarde recortaba las diferencias en el marcador. Un trallazo desde fuera del área de Pablo Agustín acababa en el fondo de las mallas y con el tres a uno, los de Jorge Pardo se lanzaron arriba.

El encuentro enloquecía, con ocasiones para unos y otros en una frenética ida y vuelta. Susto para la afición del Utrillas en un par de oportunidades para el ariete rojiblanco George Roncea. Adelantaba sus líneas el conjunto zaragozano del Aranda dejando muchos huecos atrás.

Las contras de los de Pitu Lerga eran continuas pero no pudieron culminar en una sentencia ya definitiva con el cuarto tanto. Tena se fue en velocidad en una sensacional ocasión, pero al ir a entrar en el área para el mano a mano ante el meta visitante caía derribado por su par. Era una roja clara que el colegiado, magnánimo, dejaba en amarilla. Tatín tuvo una buena ocasión con su clase con la pelota en los pies, así como Marco Martínez nada más ingresar en el rectángulo de juego. No hizo falta ese cuarto tanto porque los tres puntos y el hecho seguro -salvo debacle absoluta- de la permanencia son una realidad.

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