El presidente del Río Duero Soria dice que el triunfo del Pamesa Teruel “fue un robo”

La derrota sufrida el pasado sábado en Los Planos no sentó demasiado bien en Soria. Lejos de hacer autocrítica tras desperdiciar una ventaja de dos sets a su favor, Alfredo Cabrerizo, presidente del Río Duero Soria, mostró su enfado con el arbitraje del primer partido de las semifinales de los play-off por el título de liga. El máximo dirigente de la entidad celeste consideró, en unas declaraciones recogidas por el Heraldo-Diario de Soria, que el triunfo del Pamesa Teruel “fue un robo” y que los árbitros no les “dejaron ganar el partido”. Además, Cabrerizo consideró que el banquillo naranja “presionó a los colegiados” con su actitud.

Perder un partido que se tenía prácticamente ganado no es plato de buen gusto para nadie. Sin embargo, la remontada del Pamesa Teruel para hacerse con el primer duelo de la eliminatoria ha sentado rematadamente mal en Soria. 

El presidente del Río Duero se mostró contundente a la hora de dar su opinión sobre lo sucedido en un partido igualado y con un gran nivel de voleibol, en el que el arbitraje dejó mucho que desear tanto a un lado como al otro de la red: “El partido fue un robo y fueron los árbitros los que no nos dejaron ganar el en encuentro". A pesar de que Cabrerizo reconoció que las decisiones arbitrales fueron penosas “para los dos equipos”, el máximo representante del conjunto soriano insistió en que fue su equipo el que se vio más perjudicado, sobre todo por una acción en el tie break final, en la que considera que hubo invasión de campo por parte de un jugador turolense.

Sin embargo, el presidente soriano no solo se mostró indignado con la actuación arbitral, sino también con la actitud del equipo que terminó saliendo vencedor de la primera batalla por un hueco en la final. “Estoy muy enfadado con la actitud de su banquillo ya que durante todo el partido se estuvo presionando a los colegiados”, comentó Alfredo Cabrerizo al Heraldo-Diario de Soria.

Tras caer en Teruel, el equipo de Alberto Toribio tiene la presión sobre su tejado y las declaraciones de su presidente denotan cierto nerviosismo ante la exigente cita a la que tendrán que hacer frente el próximo sábado. Con el arbitraje a favor o en contra, el conjunto soriano está obligado a ganar al Pamesa Teruel si quiere seguir vivo en una eliminatoria en la que los de Torcello dieron el primer golpe encima de la mesa.

Las declaraciones del presidente del Río Duero Soria no encontraron respuesta en Teruel, donde se vive con mayor tranquilidad después de conseguir la primera victoria. Desde el club se opta por la prudencia y el silencio respecto al asunto que ha suscitado cierta polémica entre la afición naranja. Una muestra más de señorío, como la que se dio tras perder la final de Copa del Rey en Los Pajaritos. El conjunto turolense prefiere hablar sobre la pista.