El Pamesa Teruel se muestra incontestable y tumba a la Textil
Lección de oficio de los naranjas en los momentos dulces del partido y en los malos
El Pamesa Teruel no hizo concesiones este sábado en Cabezón de la Sal y se llevó los tres puntos con una lección de trabajo y serenidad. Los discípulos de Maxi Torcello supieron mantenerse firmes con el marcador a favor y de agachar la cabeza y seguir trabajando confiando en su juego cuando estuvieron por detrás en el marcador. Los naranjas vencieron por la vía rápida 0-3 (14-25, 19-25 y 18-25).
El primer set arrancó con igualdad sobre la pista. Mientras el colocador naranja buscaba con insistencia la diestra del carioca Pernambuco, el colocador del conjunto cántabro recurría a sus dos receptores brasileños repartiendo también con su opuesto. Así, Pantaleao y Marcarini anotaban para la Textil, mientras que en el marcador visitante los puntos se repartían entre diferentes posiciones.
Así, no tardó el Pamesa Teruel en adelantarse en el luminoso (5-8) con el inicio del recital ofrecido por Rodrigo De Melo y, un poco también, por los errores cometidos por los rematadores locales, que asumían demasiados riesgos en sus golpeos.
Y Rubén Lorente descubrió el potencial del receptor brasileño que, en posición de punta o en pipe, desbordaba el sistema defensivo de los cántabros. Muryllo puso la samba en su rotación para ensanchar la ventaja hasta los siete puntos (11-18) llevando a sus compañeros en volandas hacia el triunfo del primer parcial.
Teruel entró en los veintes con una gran colocación de Gámiz a Pernambuco que no pudo levantar la defensa cántabra (13-20), pese a la insistencia de Cavalcante en buscar la remontada. Méndez anotó de alma el 24 y él mismo se encargó de cerrar el primer set con una finta en el centro de la red (15-25).
Los naranjas (ayer vestidos con la segunda equipación, de color negro) regresaron a la pista aún más agresivos que en el primer parcial logrando desbordar a sus contrincantes en los primeros instantes del juego. Con la primera tímida ventaja visitante, la Textil confiaba su suerte a la ambición del receptor brasileño Cavalcante. También los cántabros pisaron el acelerador y lograron empatar a cuatro y tomar la primera ventaja (5-4).
Cavalcante y Marcarini volvían a reivindicarse como los mejores atacantes de su equipo y lograron atascar a los de Torcello, que chocaban una y otra vez con sistema de bloqueo y defensa local, que a su vez castigaba con dureza el bloqueo turolense para tomar la delantera en el luminoso (10-7). Los de Raúl Rocha sacaron a Vildósola del partido y concentraron su actividad sobre el argentino. Maxi paró el juego y el receptor enfrió sus ánimos.
Textil había conseguido lo que el Pamesa Teruel no quería: acercar la pelota a red para construir a placer sus jugadas y sacar el potencial de sus atacantes. Así, logró una renta de cinco puntos.
Pero el vóley es caprichoso y una suerte de aciertos propios y errores ajenos volvieron a meter a los naranjas en el partido acortando al distancia a un solo punto hasta empatar a 16, abriendo un nuevo mini set a los dos equipos.
El servicio de Vildósola se le hizo bola a los receptores cántabros y un ace del argentino ponía por delante a Teruel otra vez. Torcello le dio un nuevo aire al equipo con la incorporación del segundo colocador Dexter Edwards. Una frescura que impulsó a los suyos en la recta final del set para que Rubén Lorente regresase con los suyos por delante (18-19). Un ace del setter metía a Teruel en los veintes.
Rocha pidió tiempo técnico pero éste no tuvo el efecto que deseaba y la rotación de Lorente hizo puré las esperanzas locales llevando, en complicidad con Muryllo, a los naranjas a un nuevo set ball anotando siete puntos consecutivos. La Santanderina salvó el primero pero un bloqueo de Rubén López sumó el segundo set para los intereses turolenses.
Pamesa volvía a demostrar su solidez en los momentos complicados y, de nuevo, supo resulrgir cuando todo parecía perdido para remontar y terminar cerrando el set a su favor.
En el tercero, Maxi puso a sacar a Pernambuco. Toda una declaración de intenciones demostrando que no iba a hacer concesiones y que quería ganar por la vía rápida. Sin embargo, fue el conjunto local el que tomó ventaja en el luminoso. Muryllo acortó distancias en su mejor partido de naranja, aunque tuvo que ser sustituido durante unos puntos por Ferrández por unas molestias en un ojo.
El set entró en una dinámica de intercambio de puntos que llevó el tanteo hasta 8-8. A partir de entonces, una mayor consistencia del bloqueo turolense permitió al Pamesa distanciarse en el luminoso hasta que un error de saque metió a Teruel en los veintes (16-20). Los cántabros lo intentaron y asumieron riesgos que no llegaron a fructificar hasta que en un escorzo forzado Cavalcante, éste perdió su magia y remató el último balón fuera de los límites de la pista.
El primer set arrancó con igualdad sobre la pista. Mientras el colocador naranja buscaba con insistencia la diestra del carioca Pernambuco, el colocador del conjunto cántabro recurría a sus dos receptores brasileños repartiendo también con su opuesto. Así, Pantaleao y Marcarini anotaban para la Textil, mientras que en el marcador visitante los puntos se repartían entre diferentes posiciones.
Así, no tardó el Pamesa Teruel en adelantarse en el luminoso (5-8) con el inicio del recital ofrecido por Rodrigo De Melo y, un poco también, por los errores cometidos por los rematadores locales, que asumían demasiados riesgos en sus golpeos.
Y Rubén Lorente descubrió el potencial del receptor brasileño que, en posición de punta o en pipe, desbordaba el sistema defensivo de los cántabros. Muryllo puso la samba en su rotación para ensanchar la ventaja hasta los siete puntos (11-18) llevando a sus compañeros en volandas hacia el triunfo del primer parcial.
Teruel entró en los veintes con una gran colocación de Gámiz a Pernambuco que no pudo levantar la defensa cántabra (13-20), pese a la insistencia de Cavalcante en buscar la remontada. Méndez anotó de alma el 24 y él mismo se encargó de cerrar el primer set con una finta en el centro de la red (15-25).
Los naranjas (ayer vestidos con la segunda equipación, de color negro) regresaron a la pista aún más agresivos que en el primer parcial logrando desbordar a sus contrincantes en los primeros instantes del juego. Con la primera tímida ventaja visitante, la Textil confiaba su suerte a la ambición del receptor brasileño Cavalcante. También los cántabros pisaron el acelerador y lograron empatar a cuatro y tomar la primera ventaja (5-4).
Cavalcante y Marcarini volvían a reivindicarse como los mejores atacantes de su equipo y lograron atascar a los de Torcello, que chocaban una y otra vez con sistema de bloqueo y defensa local, que a su vez castigaba con dureza el bloqueo turolense para tomar la delantera en el luminoso (10-7). Los de Raúl Rocha sacaron a Vildósola del partido y concentraron su actividad sobre el argentino. Maxi paró el juego y el receptor enfrió sus ánimos.
Textil había conseguido lo que el Pamesa Teruel no quería: acercar la pelota a red para construir a placer sus jugadas y sacar el potencial de sus atacantes. Así, logró una renta de cinco puntos.
Pero el vóley es caprichoso y una suerte de aciertos propios y errores ajenos volvieron a meter a los naranjas en el partido acortando al distancia a un solo punto hasta empatar a 16, abriendo un nuevo mini set a los dos equipos.
El servicio de Vildósola se le hizo bola a los receptores cántabros y un ace del argentino ponía por delante a Teruel otra vez. Torcello le dio un nuevo aire al equipo con la incorporación del segundo colocador Dexter Edwards. Una frescura que impulsó a los suyos en la recta final del set para que Rubén Lorente regresase con los suyos por delante (18-19). Un ace del setter metía a Teruel en los veintes.
Rocha pidió tiempo técnico pero éste no tuvo el efecto que deseaba y la rotación de Lorente hizo puré las esperanzas locales llevando, en complicidad con Muryllo, a los naranjas a un nuevo set ball anotando siete puntos consecutivos. La Santanderina salvó el primero pero un bloqueo de Rubén López sumó el segundo set para los intereses turolenses.
Pamesa volvía a demostrar su solidez en los momentos complicados y, de nuevo, supo resulrgir cuando todo parecía perdido para remontar y terminar cerrando el set a su favor.
En el tercero, Maxi puso a sacar a Pernambuco. Toda una declaración de intenciones demostrando que no iba a hacer concesiones y que quería ganar por la vía rápida. Sin embargo, fue el conjunto local el que tomó ventaja en el luminoso. Muryllo acortó distancias en su mejor partido de naranja, aunque tuvo que ser sustituido durante unos puntos por Ferrández por unas molestias en un ojo.
El set entró en una dinámica de intercambio de puntos que llevó el tanteo hasta 8-8. A partir de entonces, una mayor consistencia del bloqueo turolense permitió al Pamesa distanciarse en el luminoso hasta que un error de saque metió a Teruel en los veintes (16-20). Los cántabros lo intentaron y asumieron riesgos que no llegaron a fructificar hasta que en un escorzo forzado Cavalcante, éste perdió su magia y remató el último balón fuera de los límites de la pista.
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